En Buenos Aires, el otoño llegó con más lluvias de lo habitual, por lo que los planes de salir algunas tardes se han debido posponer para no mojarme y mucho menos enfermar, ya que se viene el frío por unos cuantos meses y hay que cuidar la salud.

Ha tocado entonces improvisar actividades para hacer en casa, que ayuden a entretenerme, y evitar sentir que la rutina me va consumiendo lentamente luego de terminar con mis obligaciones. He aquí unas cuantas que he desempolvado y otras que habitualmente solo hacemos los fines de semana. Con la última hay que tener cuidado, pues puede resultar ¡adictiva!

Leer ese libro que tienes pendiente

Yo cuando era joven (y no lo sabía... ¿o si?) era una lectora empedernida. Un libro semanal era mi promedio mientras estaba en el secundario, ya luego en la universidad tocaba hacerlo por obligación y al finalizar esta etapa, las largas jornadas de trabajo me dejaban sin energías para más.

Ahora estoy buscando retomar este hábito pero con libros, ya que en el ecosistema leo mucho, pero todavía no me he topado con la versión hiver de Goethe!

Disfrutar a solas de una bebida caliente

Y no solo a solas, sino también sin apuros, pues el café de la mañana se toma entre despertar a los hijos, hacer el desayuno y salir corriendo a la escuela.

Poder disfrutar de una taza de café o chocolate caliente sin el stress de tener que llegar o salir a tiempo, concentrándose en cómo va calentando cada célula del cuerpo, lo hace una actividad muy relajante.

Jugar juegos de mesa

Esta actividad suelo hacerla los fines de semana con mi hijo menor y a veces con ambos, cuando logro convencer también al grande. Hacerlo en el modo competitivo y no en el de mamá complaciente, le da un plus a esta actividad.

Y la última... con la que hay que tener sumo cuidado... es....

Dormir!

Por lo general, hay siestas tan cortas que van desde los 5 minutos hasta los 20. Dormir más que eso en las tardes representaría un desnivel en la organización de mis actividades diarias y terminaría dejando de hacer algo que luego pudiera lamentar.

Pero en los días de lluvia, la temperatura baja y las frazadas hablan, cosa que no siempre ocurre, por lo que se debe hacer caso y quedarse un tiempo más debajo de las mantas tibias. Total, si no puedes salir, entonces todo lo que debas hacer en ese tiempo fuera de la casa, lo puedes invertir en descansar, pero tal cual dije al inicio, puede que luego generes una divina adicción.

Y ustedes, ¿qué otras ideas tienen para hacer los días de lluvia?

In Buenos Aires, autumn came with more rain than usual, so the plans to go out some evenings had to be postponed in order not to get wet and much less sick, since the cold weather is coming for a few months and we have to take care of our health.

So I have had to improvise activities to do at home, to help me entertain myself, and avoid feeling that the routine is slowly consuming me after finishing my obligations. Here are a few that I have dusted off and others that we usually only do on weekends. With the last one you have to be careful, because it can be addictive!

Read that book you have pending

When I was young (and I didn't know it... or did I?) I was an inveterate reader. A book a week was my average while I was in high school, and then in college I had to do it by obligation and at the end of this stage, the long days of work left me with no energy for more.

Now I am looking to resume this habit but with books, since in the ecosystem I read a lot, but come on! I have not yet come across the winter version of Goethe!

Enjoying a hot drink alone

And not only alone, but also unhurried, as morning coffee is taken between waking up the kids, making breakfast and rushing off to school.

Being able to enjoy a cup of coffee or hot chocolate without the stress of having to arrive or leave on time, concentrating on how it warms every cell of the body, makes it a very relaxing activity.

Playing board games

I usually do this activity on weekends with my youngest son and sometimes with both of them, when I manage to convince the big one as well. Doing it in the competitive mode and not in the complacent mommy mode, gives a plus to this activity.

And the last one... the one to be extremely careful with... is .....

Sleep!

Usually, there are naps as short as 5 minutes to 20 minutes. To sleep more than that in the afternoons would represent a gap in the organization of my daily activities and I would end up leaving out something I might regret later.

But on rainy days, the temperature drops and the blankets talk, which is not always the case, so you should take heed and stay under the warm blankets for a while longer. All in all, if you can't go out, then whatever you have to do in that time out of the house, you can invest in resting, but as I said at the beginning, you may generate a divine addiction later on.

And you, what other ideas do you have for rainy days?

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Foto/Photo by: @mamaemigrante
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