Poema: Entre Sombras

Poema: Entre Sombras

Aquella tarde de mayo,
todo se apago en un suspiro,
las sombras se alzaron lentamente en nuestras vidas,
como pensamientos perdidos.
El sol se empezó a ocultar,
dejando atrás el eco de su luz,
y el cielo se empezó a vestir de un gris que supo a despedida.

En cada rincón de mi ser,
el vacío se empezó a asentar con suavidad,
como si la ausencia de Valentina,
yo no necesitaba gritar para ser escuchada,
de ese dolor que me desgarraba el alma.

El viento,
tan callado,
llevaba consigo vestigios de tu ser,
y en su paso,
arrastraba las palabras que nunca llegué a decir tras tu partida.

Las hojas caen ya sin ruido,
como las promesas rotas que nunca llegaron ser,
y el tiempo parece detenerse,
sin atrever a avanzar.

Me pierdo entre las sombras,
buscando tu figura,
pero sólo encuentro el rastro de lo que se fue,
y ya no será.

Cada estrella que se enciende en el cielo,
es un reflejo de lo perdido,
es un brillo que me recuerda que nunca volverás.

En el silencio de la noche,
el dolor se vuelve parte del paisaje,
como una huella que no se borra,
aunque el tiempo la cubra.

La vida sigue,
pero el amor queda suspendido,
en ese espacio entre sombras,
donde el recuerdo nunca se apaga.

Y cuando el último suspiro de luz se desvanece,
me quedo aquí,
por un rato entre las sombras,
que ya no tienen forma.

La muerte se lleva lo visible,
pero no lo invisible,
porque el amor no se extingue,
ni se olvida.
Entre sombras y recuerdos,
aunque te sigo buscando,
imaginando la quietud de tu ausencia,
que aún me acompaña,
sabiendo que tú luz,
nunca se apagará entre las sombras,
porque nuestro amor florece por la eternidad.

Poem: Among Shadows

That afternoon in May,
everything faded away in a sigh,
shadows slowly rose in our lives,
like lost thoughts.
The sun began to set,
leaving behind the echo of its light,
and the sky began to turn a gray that felt like farewell.

In every corner of my being,
the emptiness began to settle gently,
as if Valentina's absence,
I didn't need to scream to be heard,
of that pain that tore my soul apart.

The wind,
so quiet,
carried with it traces of your being,
and in its wake,
it dragged the words I never got to say after your departure.

The leaves fall silently now,
like broken promises that never came to be,
and time seems to stand still,
not daring to move forward.

I lose myself in the shadows,
searching for your figure,
but I only find traces of what is gone,
and will never be again.

Every star that lights up in the sky
is a reflection of what has been lost,
a sparkle that reminds me you will never return.

In the silence of the night,
the pain becomes part of the landscape,
like a footprint that cannot be erased,
even though time covers it.

Life goes on,
but love remains suspended,
in that space between shadows,
where memories never fade.

And when the last breath of light fades away,
I stay here,
for a while among the shadows,
which no longer have form.

Death takes away what is visible,
but not what is invisible,
because love is not extinguished,
nor forgotten.
Between shadows and memories,
although I continue to search for you,
imagining the stillness of your absence,
which still accompanies me,
knowing that your light
will never fade among the shadows,
because our love blossoms for eternity.