I consider myself a big fan of García Márquez's work, as a journalist and especially as a writer, but despite having read several of his works, including of course the most famous One Hundred Years of Solitude, I had never had the opportunity, until now, to read The Colonel Has No One to Write to Him, but fortunately I was able to find the book, albeit in digital format, but I don't rule out the possibility of being able to acquire it one day in physical format.

The story tells the life of a retired colonel who never loses hope of one day receiving his pension for his years of service, so every week he walks to the post office hoping to receive his well-deserved pension, but all the time he receives the same answer: no, so he returns home saddened and dedicates himself to taking care of what he considers his only hope, a fine fighting rooster that he inherited from his only dead son, his wife always insists that they get rid of the rooster, but the Colonel refuses, clinging more and more to it while facing hunger and misery.

One of the things I've always admired about García Márquez is that he put a little bit of himself into each of his works and this novel was no exception. I remember when I read his biography written by Gerald Martin I discovered that both Colonel Aureliano Buendía from One Hundred Years of Solitude and the Colonel in this story are inspired by the author's own grandfather, Colonel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, who spent his entire life waiting for a pension for his years of service in the Thousand Days' War. In fact, he always took Gabriel (the author) to the post office to accompany him. So this book is a kind of tribute to both Colonel Márquez and all the men and women who for years have fought in some way, have provided some service to their own nation without receiving anything in return, and on the contrary have had to resign themselves to living in poverty, clinging to hopes more ethereal than the wind.

The story is nothing more than a metaphor for what life is like for older people, who have dedicated their youth, their time and their energies to serving others, but when they reach a certain age, society turns its back on them and sees them as a hindrance. However, the colonel in this story represents the individual's struggle against oblivion and disillusionment. He refuses to think that his efforts have been in vain, which is why time and again, every week he goes to the post office to inquire about his pension. But at the same time, he retains his pride and does not want other people in town to discover his misery because it shames and saddens him. He clings to the rooster because it is the only vestige he has left of his deceased son. I believe that more than the hope of obtaining a good return during the January bets, what keeps him tied to the rooster is an emotional bond, a disconnection from the prosperous past, from the glory of the battles won and from the son he lost.

The book is a kind of cry for help, the voice of those who cannot express themselves, a critique of a selfish system that abandons its people when they need it most, exposes the corruption at the top that affects the base and doesn't even provide any answers, leaving them waiting, their hearts full of hopes and empty promises.

The colonel's wife is a pragmatic woman who contrasts significantly with her husband's idealism. She sees the situation as it is, without embellishment, without expecting magical solutions, so she worries about her current situation, that's why she asks her husband "And in the meantime, what do we eat?" because she knows that they cannot live on illusions or hopes. Unlike her husband, she lives in the present, not in the glory of the past or the promises of the future.

Thank you very much for allowing me to share with you the review of this wonderful work by the person I consider the most important Latin American author of all time 😊

Yo me considero una gran fan del trabajo de García Márquez, como periodista y sobre todo como escritor, pero a pesar de que he leído varias de sus obras, incluyendo desde luego la más célebre Cien Años de Soledad, nunca había tenido la oportunidad, hasta ahora, de leer El Coronel no tiene quién le escriba, pero afortunadamente pude encontrar el libro aunque sea en formato digital, pero no descarto la posibilidad de poder adquirirlo algún día en formato físico.

La historia narra la vida de un coronel retirado quien no pierde la esperanza de recibir algún día la pensión por sus años de servicio, así que todas las semanas camina hasta la oficina de correos con la esperanza de recibir su merecida pensión, pero todo el tiempo recibe la misma respuesta: no, así que se regresa a su casa apesadumbrado y se dedica a cuidar de lo que considera su única esperanza, un gallo fino de pelea que heredó de su único hijo muerto, su esposa siempre insiste en que deben deshacerse del gallo, pero el Coronel se rehúsa, aferrándose cada vez más a él mientras enfrentan el hambre y la miseria.

Una de las cosas que siempre he admirado de García Márquez es que el ponía un poco de si mismo en cada una de sus obras y esta novela no fue la excepción, recuerdo que cuando leí su biografía escrita por Gerald Martin descubrí que tanto el Coronel Aureliano Buendía de Cien Años de Soledad, como el Coronel de esta historia están inspirados en el propio abuelo del autor, el Coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, quién pasó su vida entera esperando por una pensión por sus años de servicio en la guerra de los Mil Días, de hecho siempre llevaba a Gabriel (el autor) a la oficina de correos para que lo acompañara, así que este libro es una especie de homenaje tanto para el Coronel Márquez como para todos los hombres y mujeres que durante años han luchado de alguna manera, han prestado algún servicio a su propia nación sin recibir nada a cambio, y por el contrario han tenido que resignarse a vivir en la pobreza, aferrándose a esperanzas más etéreas que el viento.

La historia no es más que una metáfora de lo que es la vida para las personas mayores, las cuáles han dedicado su juventud, su tiempo y sus energías al servicio de otros, pero cuando ya tienen cierta edad la sociedad les da la espalda y los ven como un estorbo, sin embargo el coronel de esta historia representa la lucha del individuo contra el olvido y la desilusión, él se resiste a pensar que sus esfuerzos han sido en vano, por eso una y otra vez, cada semana acude a la oficina de correos para preguntar por su pensión, pero al mismo tiempo conserva el orgullo y no quiere que las demás personas del pueblo descubran su miseria porque esto lo avergüenza y lo entristece, y se aferra al gallo porque es el único vestigio que le queda de su hijo fallecido. Creo que más que la esperanza de obtener una buena remuneración durante las apuestas de enero, lo que lo mantiene atado al gallo es un nexo emocional, un apago al pasado próspero, a la gloria de las batallas ganadas y al hijo que perdió.

El libro es una especie de grito de auxilio, es la voz de quienes no pueden expresarse, una crítica contra un sistema egoísta que abandona a su gente cuando más lo necesita, expone la corrupción de las cúpulas que afectan a la base y ni siquiera otorgan alguna respuesta, los dejan esperando, con el corazón lleno de esperanzas y promesas vacías.

La esposa del coronel es una mujer pragmática que contrasta significativamente con el idealismo de su marido, ella ve la situación tal cuál es, sin adornos, sin esperar soluciones mágicas, así que se preocupa por su situación actual, por eso le pregunta a su marido "¿Y mientras tanto qué comemos?" porque sabe que no pueden vivir de ilusiones o esperanzas, a diferencia de su marido ella vive en el presente, no en la gloria del pasado o las promesas del futuro.

Muchas gracias por permitirme compartir con ustedes la reseña de esta maravillosa obra del que considero el autor latinoamericano más importante de todos los tiempos 😊