Que me Borren la Memoria Pero Esto No {ES/EN} Memory Erasure But Not This
Ya pareciera que se van olvidando en mi mente los sentimientos y las sensaciones de haber estado ahí, de haber festejado como paso y de sentirme como se sintió. Ya pasó más de un año de haber sido campeones del mundo y creí que era una sensación que nunca iba a poder experimentar en mi vida. De hecho siempre creo que eso para mi iba a ser como el que juega a la lotería pero sabe que nunca va a ganar. Aun siendo Argentino y que somos siempre favoritos siempre lo vi como algo imposible para nosotros.
Por suerte fui sorprendido por un grupo de personas que hicieron lo que se había hecho hasta ahora y patearon el tablero. Lograron lo que un país entero necesitaba. Pero no lo que necesitaba cualquier país. ¡Lo que necesitábamos nosotros! Nosotros somos un país futbolero, enamorados de la pelota, enamorados del folklore más grande del mundo. Cada Argentino o Argentina de este país nace y el fútbol es una de las primera cosas que conoce, cuando empiezas a caminar si sos nene pelota al piso, sos nena y no te tiran una pelota para jugar todos tus amigos o gran parte juegan a ese deporte, o el papá le pone una camiseta y sino pasa nada de todo eso tu abuela o abuelo miran futbol hablan de futbol, El futbol es un tema del que un argentino no puede safar.
Yo nací y a los 2 años tenia una pelota, me acuerdo que sin que nadie me dijeran nada yo me enamore completamente y tuvimos un romance que me duró 17 años consecutivos sin peleas, separaciones o diferencias. De hecho fue mi relación más larga. Y tengo miedo que no vaya a haber una que la supere. Mi padre no era el típico hombre que quería que su primogénito jugara al fútbol, ni mi madre quería que lo fuera para salvar a la familia. Lo que nos pasó fue realmente genuino y fuimos inseparables. A todos lados iba la pelota conmigo pero no en una bola o debajo de mi brazo, siempre la lleve en mis pies, acompañándola, mostrándole el camino enseñándole para donde quiera que vaya. La mayoría de las veces con cariño, otras un poco más bruto cuando aprendimos a conocernos pero siempre juntos. En el colegio como no me dejaban llevar mi pelota, armaba unas de papel y hasta que la sacaban de mis pies no me mandaban a dirección yo la tenía conmigo para no extrañarla.
A los 17 cuando terminaba la secundaria me di cuenta que no íbamos a ser inseparables y que no iba a ser jugador de fútbol, por ende iba a tener que soltarla y ser amantes o tener otro tipo de amor y así fue que nuestra relación tuvo que cambiar. Desde ese momento y con el tiempo me fui alejando del interés, fue una separación lenta y dolorosa. Y en esa separación fue sacándome el interés por el fútbol, y nos reencontramos solamente para cuando aparecía la celeste y blanca. Así que viví todos los años desde mi infancia y recuerdo muchas selecciones diferentes, muchas ilusiones perdidas, muchos llantos por no ganar, muchos enojos por quedarnos afuera, por no meter un gol, por errar un penal o por una roja. Pero sobre todo porque nosotros le ponemos una carga extra al fútbol entonces todo lo que vivimos lo ponemos ahí y si ganamos es como una liberación pero si perdemos es como que todos nuestros problemas los cargamos a esa derrota y es una explosion de sentimientos siempre.
Por eso Cuando recuerdo estas fotos que sacamos con mi amigo un poco jugando y otro poco tratando de retratar momentos de lo que vivimos en el barrio ese dia los quiero guardar para toda la vida.
English Version
It seems that the feelings and sensations of having been there, of having celebrated the way it happened and of feeling the way it felt, are already being forgotten in my mind. It has been more than a year since we became world champions and I thought it was a feeling that I would never be able to experience in my life. In fact, I always thought that for me it would be like playing the lottery but I knew I would never win. Even though I am Argentinean and we are always favorites, I always saw it as something impossible for us.
Luckily I was surprised by a group of people who did what had been done before and kicked the board. They accomplished what an entire country needed. But not what any country needed, what we needed! We are a soccer-loving country, in love with the ball, in love with the greatest folklore in the world. Every Argentinean or Argentinean of this country is born and soccer is one of the first things he/she knows, when you start to walk if you are a baby, ball on the floor, you are a girl and they don't throw you a ball to play, all your friends or most of them play that sport, or your father puts a jersey and if nothing happens, your grandmother or grandfather watch soccer, they talk about soccer. Soccer is a subject that an Argentinean can't escape from.
I was born and at 2 years old I had a ball, I remember that without anyone telling me anything I fell in love completely and we had a romance that lasted me 17 consecutive years without fights, separations or differences. In fact it was my longest relationship. And I'm afraid that there won't be one that will surpass it. My father was not the typical man who wanted his firstborn to play soccer, nor was my mother who wanted him to play football to save the family. What happened to us was really genuine and we were inseparable. Everywhere I went the ball with me but not in a ball or under my arm, I always carried it on my feet, accompanying it, showing it the way showing it wherever it went. Most of the time with affection, others a little rougher when we learned to know each other but always together. At school, as I was not allowed to carry my ball, I used to make paper balls and until they took it out of my feet they did not send me to the address I had it with me so I would not miss it.
At 17 when I was finishing high school I realized that we were not going to be inseparable and that I was not going to be a soccer player, therefore I was going to have to let her go and be lovers or have another kind of love and that's how our relationship had to change. From that moment on and with time I was moving away from the interest, it was a slow and painful separation. It was a slow and painful separation, and during that separation I lost interest in soccer, and we only met again when the blue and white jersey appeared. So I lived all the years since my childhood and I remember many different selections, many lost illusions, many cries for not winning, many anger for being left out, for not scoring a goal, for missing a penalty or for a red card. But above all because we put an extra burden on soccer so we put everything we live there and if we win it is like a liberation but if we lose it is like all our problems are charged to that defeat and it is always an explosion of feelings.
So when I remember these photos that we took with my friend, a little playing and a little trying to portray moments of what we lived in the neighborhood that day I want to keep them for a lifetime.