El tiempo siempre avanza y no se detiene, con este nuestras vidas. Cada segundo, cada minuto, cada hora del día no vuelve; por ello, cada momento en que respiramos es importante y especial. Muchas personas piensan que un momento especial es aquel en el que se ha preparado para algo en específico donde te colocas el mejor traje, el mejor perfume y tomas el mejor vino. Pero el hecho de estar vivo hoy ya es un momento especial, ¡La vida es hoy disfrútala! Vive sin esperar una fecha en especifico para celebrarla, hoy es un buen momento para agradecer el poder respirar y aún contemplar las maravillas del cielo.

Como adulta y madre llevo un ritmo de vida siempre entre mis responsabilidades pero sin dejar de lado lo importante que es poder dar prioridad a quienes forman parte de mi entorno y son mis motores para continuar, el poder dedicarles tiempo a pesar de todos los compromisos que pueda tener. Este es un tiempo invaluable; ese que es de valor incalculable, va más allá de cualquier precio y numeración, su valor va más allá de lo que podamos calcular.

El tiempo compartido con esas personas que llenan nuestros días de alegría, color, amor y aprendizajes son esas que llenan nuestro corazón y no pueden medirse materialmente; puesto que están en otro nivel. Cada cabeza es un mundo, así como cada familia es diferente en cuanto a la manera de crianza, convivencia,cultura, religión, tradiciones y pare de contar, así como la manera de demostrar amor distinta. Somos seres humanos diversos lo que quiere decir que cada uno hemos crecido en entornos diferentes y contamos con diferentes experiencias.

En mi caso disfruto poder compartir con mi entorno intimo que lo conforman mis padres, hijas y hermano,son mis compañeros de luchas y batallas, quienes siempre han estado allí en mis momentos buenos y no tan buenos, en las altas y bajas hemos sido como los mosqueteros... "Uno para todos y todos para uno". Aunque en este tiempo de mi adultez yo este rodeada de muchas personas y conocidos que aprecio y me aprecian también, lo verdaderamente cierto es que valoro a quienes siempre han estado a mi lado y no puedo comparar con otros. De allí la importancia de poder reconocer quienes son esas personas que lo valen todo para ti.

El pasaje bíblico nos muestra el carácter transitorio de nuestra existencia comparándola con una neblina, mostrando la necesidad de aprovechar cada momento, no vale la pena perder tiempo en cosas sin sentido o sin valor, la mayor y mejor inversión del tiempo es en aquello y en quienes nos hace verdaderamente feliz. Espero que estas cortas líneas hayan sembrado una semilla que dé frutos en tu vida y te haga reflexionar sobre lo que merece atención, dedicación y realmente es de valor.