Hispaliterario 20: Ecos De Libertad || The Echoes Of Freedom [ESP-ENG]

Los fuertes ecos del gigantesco gong construido en el centro de la plaza reverberaron por toda la tierra de Everwyn. El sonido hizo temblar el envejecido cuerpo de Alysia.

Acababa de darle a su ama, la primera princesa de Everwyn, un masaje Tui Na. Dejó caer el cuenco de agua usada por el desagüe y empezó a llorar en silencio.

Cada vez que sonaba el gong, lo que ocurría una o dos veces al mes si los mercenarios del rey tenían suerte y encontraban más gente, Alysia rompía a llorar. Le recordaba la noche en que fue capturada junto a unas jóvenes y llevada a la fuerza a Everwyn.

Llevaban pesadas cadenas al cuello y grilletes en las manos y los pies. El peso de las cadenas las hacía lentas, pero los mercenarios no lo entendían y a menudo las golpeaban con el látigo.

Su marido había desaparecido y Alysia estaba buscándolo cuando se topó con un grupo de mercenarios en el bosque. Llevaban la insignia del reino de Everwyn en el pecho. El rey de Everwyn era conocido por traficar con esclavos, así que Alysia huyó con todas sus fuerzas.

Temía por su hijo, Eldric, que estaba envuelto en su pecho y profundamente dormido. Los mercenarios la persiguieron, pero ella se apresuró a poner a su hijo detrás de una roca y rezó a los dioses para que enviaran a alguien amable a buscarlo.

Fue entonces cuando los mercenarios la alcanzaron y la llevaron ante Everwyn. El rey se dio cuenta de lo hermosa que era y ordenó que se convirtiera en la amante de la primera princesa.

Eso fue hace diecisiete años.

Intentó escapar dos veces, pero fracasó. Fue capturada, azotada públicamente casi hasta la muerte y encarcelada en el calabozo. Después de esos dos intentos, dejó de intentarlo y rezaba a diario por la seguridad de su hijo.

"Alysia, ¿has oído?", dijo otra esclava, "acaban de traer a unos veinte jóvenes. Pobrecitos".

Alysia utilizó su larga melena como escudo, se mordió los labios y lloró en silencio.

Al día siguiente, al volver del mercado, vio cómo azotaban en la plaza al grupo de nuevos esclavos, muchachos altos y fuertes encadenados. Muchos niños y algunos adultos de Everwyn se reunieron para contemplar el espectáculo. Algunos arrojaron tomates y patatas hervidas a los esclavos.

Cuando Alysia pasó junto a ellos, vio que uno de los chicos era larguirucho y tenía una marca de nacimiento blanca en el pecho, cerca del pezón izquierdo. La forma de la marca era como una estrella.

Alysia se quedó paralizada y siguió mirando al chico con asombro. Su rostro había palidecido y no podía creer lo que veía. Su único hijo, Eldric, tenía la misma marca de nacimiento cerca del pezón.

Uno de los mercenarios gritó a Alysia que abandonara la arena o sería azotada. Fue entonces cuando el muchacho levantó ligeramente la cabeza para mirarla. Tenía los ojos inyectados en sangre e hinchados. Una salpicadura de sangre le cubría la cara y parte del torso desnudo.

Alysia se tapó la boca y lloró. ¿Cómo podían los dioses hacerle esto? Rezaba mucho todos los días. Después de su trabajo, iba al templo, ofrecía algún sacrificio y rezaba a los dioses.

Alysia estaba inconsolable. Sus compañeras se dieron cuenta de su semblante triste y le preguntaron qué le pasaba. Ella no les respondía.

Por la noche, cuando todo el reino dormía, Alysia se encontró con otra esclava que trabajaba en la cocina. "¿Ha terminado?" Le preguntó.

"Sí. Doy de comer a los hombres de la misma jarra de vino. Ya deberían estar todos dormidos", respondió la esclava de la cocina.

Alysia entró en la armería y encontró dormidos a algunos de los mercenarios de guardia. Llenó una pequeña bolsa con pólvora y cogió algunos incendiarios.

Lanzó la pólvora por la entrada de la armería y siguió el rastro hasta el cuerpo de guardia, cerca de la puerta del castillo. Alysia corrió hasta las celdas, rompió los candados de hierro y liberó a los prisioneros. Los chicos salieron corriendo rápidamente. Algunos cayeron porque eran débiles, pero los fuertes les ayudaron a levantarse.

Alysia registró la celda y encontró a Eldric en un rincón, sangrando y débil. "¡Hijo! Hijo", dijo sacudiéndolo. Eldric abrió los ojos hinchados y sonrió levemente.

"Mamá, te he encontrado". Susurró.

"¿Por qué, hijo, por qué has venido?".

"Un granjero me crió, pero me sentía muy solo. Mi vida no tenía sentido sin ti. Me mostró dónde me encontró, detrás de una roca en el bosque. Así que te busqué, de pueblo en pueblo cuando estos hombres malvados me encontraron..."

El fuerte golpe del gong hizo sonar la alarma seguida de gritos. Los mercenarios debían de estar despiertos e intentaban impedir la huida de los esclavos.

"Levántate, hijo. Debemos irnos ya", dijo Alysia y agarró a su hijo por el brazo. Lo levantó y salieron de la celda.

Un mercenario intentó detenerlos con un látigo. Eldric agarró el látigo y utilizó la otra mano para golpear al mercenario. El mercenario cayó, se golpeó la cabeza y se desplomó.

Alysia encendió rápidamente la pólvora. El fuego consumió la pólvora a lo largo del camino hasta que explotó, destruyendo la puerta del castillo. Algunos mercenarios atrapados en el fuego murieron, mientras que los que durmieron durante el soplo murieron ahogados por el humo.

Aquella noche hubo conmoción en Everwyn. No se pudo detener a los esclavos. Escaparon junto con Alysia y Eldric.

El Fin.

¡Hola amigos y amigas! Esta es mi entrada para Hispaliterario 20. Invito @popurri y @esther-emmanuel a participar.

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