Is Violence in Our Genes? / ¿Está la Violencia en nuestros genes?

There is a legend attributed to the Native American Cherokee tribe that goes as follows:

"Inside each of us, there are two wolves.

One is evil: it is full of anger, envy, jealousy, sorrow, greed, arrogance, self-pity, guilt, resentment, inferiority, lies, false pride, superiority, and ego.

The other is good: it is full of love, joy, peace, hope, serenity, humility, kindness, benevolence, empathy, generosity, truth, compassion, and faith. These two wolves are in constant battle."

When the child asks which wolf will win, the elder responds: "The one you feed."

I believe this legend reflects human nature quite well. We carry within us the seed of both good and evil, and often, it is the decisions we make that determine whether good or evil prevails.

Violence is the ultimate example of the evil humanity is capable of. The statistics are chilling: it is not strangers who cause the most harm. Family members and close acquaintances are often the primary perpetrators, with women and children being their most frequent victims.

This suggests that the exercise of violence is closely tied to power. Violence is almost always inflicted on those who are weaker or defenseless.

The triggers for violence are varied, though they are not definitive, because, as in the Cherokee legend, it ultimately lies within each individual to choose which wolf to feed.

That said, we can observe that violence is more frequent in areas where poverty, inequality, and lack of opportunities are prevalent—where access to education and basic services is scarce.

This does not mean that wealthy countries are exempt from violence. The nature of violence changes. There are fewer incidents of street violence, but domestic violence still persists, often kept private due to shame and fear.

So, what causes violence? Scientific studies have tried to prove a correlation between increased exposure to violence through movies, video games, and other fictional content and the rise of violence in society. However, no definitive patterns have emerged to support this hypothesis.

One might argue that culture and religion play a role in instilling or permitting violence under certain circumstances. Still, they cannot solely be held accountable for personal decisions.

Take, for example, a religion that preaches non-violence as a fundamental doctrine, yet allows slavery, servitude, forced labor without remuneration, and corporal punishment. It seems impossible, but this was the case with Tibetan Buddhism (my apologies to Buddhists; no offense is intended). Tibet was a country where the same individual, a Dalai Lama, ruled both its religious and political spheres.

The root cause of violence is a debate with countless dimensions, even extending to neurological and scientific perspectives. Studies have shown that many psychopaths have brain differences that lead them to develop criminal tendencies, with some becoming serial killers or rapists in the worst cases.

And this is the frightening part: psychopaths know the difference between right and wrong but lack the "filter" that prevents most people from committing such acts.

According to certain theories, the ability to exert violence was one of the skills that saved the human species from extinction. Thus, we might believe that violence is embedded in our genes or in our most primal instincts as the animals we are.

How do we prevent violence? I think the only way is by following the advice of the elder in the legend: by feeding the good wolf.

Source / Fuente
Original Language: Spanish
Translation Service: Microsoft Copilot
https://laicismo.org/cuando-gobernaron-los-dalai-lama-un-infierno-en-la-tierra/
https://es.wikipedia.org/wiki/Feudalismo_en_el_T%C3%ADbet

Hay una una leyenda atribuida a los nativos americanos de la tribu Cherokee que dice así:

"Dentro de cada uno de nosotros hay dos lobos.

Uno es malo: está lleno de ira, envidia, celos, tristeza, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego.

El otro es bueno: está lleno de amor, alegría, paz, esperanza, serenidad, humildad, bondad, benevolencia, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe. Estos dos lobos están en constante lucha."

Cuando el niño pregunta cuál de los lobos ganará, el anciano responde: "El que alimentes."

Creo que esta leyenda refleja bastante bien la naturaleza humana, tenemos el germen tanto del bien como del mal dentro nuestro, y muchas veces depende de las decisiones que tomamos, el que gane el bien o el mal.

La violencia es el ejemplo extremo del mal del que es capaz el ser humano. Las estadísticas son escalofriantes: no son los extraños los que más mal causan. Los familiares y personas cercanas suelen ser los principales victimarios, y en gran mayoría sus víctimas son mujeres y niños.

Esto nos da la pauta de que el ejercicio de la violencia está estrechamente relacionada con la fuerza. Se ejerce violencia casi siempre contra el más débil e indefenso.

Los factores desencadenantes de la violencia son varios, aunque no son determinantes, porque como en la leyenda Cherokee, está en cada uno elegir a qué lobo alimentar.

Aún así, podemos decir que la violencia es más frecuentes en zonas donde la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades son la norma. Donde el acceso a la educación y los servicios básicos es escaso.

Esto no significa que los países ricos estén exentos de violencia. El tipo de violencia es el que cambia. Hay menos hechos violentos en la calle, pero sigue existiendo la violencia doméstica, que por lo general se trata de mantener en el ámbito privado por vergüenza y miedo.

¿Entonces, qué causa la violencia? Estudios científicos han querido probar una correlación entre el aumento de la exposición a la violencia mediante películas, juegos, y otro tipo de contenido de ficción y el aumento de la violencia en la sociedad, sin que hayan encontrado un patrón que pueda apoyar esa hipótesis.

Podríamos decir que tal vez sean la cultura y la religión las que inculquen o permitan la violencia en determinadas circunstancias, pero tampoco podemos responsabilizarlas de las decisiones personales.

Pongamos por ejemplo una religión que profesa como doctrina básica la No Violencia, pero en la cual estén permitidos la esclavitud o servidumbre, el trabajo forzado sin remuneración y los castigos corporales. Parece imposible, pero este es el caso del Budismo Tibetano (mis disculpas a los Budistas, no es con ánimo de ofender a nadie), un país que era regido en religión y en política por el mismo individuo: un Dalai Lama.

Pues bien, la causa de la violencia es un debate que tiene demasiadas aristas, incluso se podría hablar desde el punto de vista de la neurología y la ciencia, que han comprobado que muchos psicópatas presentan un cerebro diferente al del resto de las personas, lo que ocasiona que desarrollen hábitos criminales, siendo muchos de ellos asesinos o violadores seriales en el peor de los casos.

Y esta es la parte que da miedo, los psicópatas saben la diferencia entre bien y mal, pero carecen de ese "filtro" que hace que la mayoría de las personas no cometan los actos que aquellos realizan.

Según teorías, la capacidad de ejercer violencia fue una de las habilidades que evitó la extinción de la especie humana, por lo tanto podríamos creer que está en nuestros genes, o en nuestros instintos más primarios como animales que somos.

¿Cómo evitar la violencia? Creo que la única forma es siguiendo el consejo del viejo de la leyenda: alimentando al lobo bueno.