El amor de los padres hacia los hijos "JAQUE MATE A MI TRISTEZA" / The love of parents for their children is "Checkmate to My Sadness" (ESP-ENG)
Hola querida comunidad de Holos&Lotus, en el día de hoy quiero participar en la iniciativa #3 propuesta por @iriswrite en Las cosas de Iris.
Anthony Fabián, llegó a mi vida en el tercer año de la Universidad de la carrera de medicina. Es inquieto y tiene hiperactividad, según expertos como secuela psicológica de una Epilepsia que padece desde los 7 meses de vida. Por suerte ha estado compensado con medicamentos, siendo un niño con un desarrollo psicomotor normal y sin trastorno en el aprendizaje.
Su infancia ha sido dura, puesto que ha tenido una paternidad ausente y además ha lidiado con horas de ausencia debido a mi profesión.
A veces olvidamos sacar tiempo para nuestros hijos, nos dejamos llevar por la intensidad del trabajo y la vida diaria. Contra vientos y mareas lo he acompañado en cada una de sus pasiones, que han ido desde practicar lucha libre hasta aprender a dibujar.
Hace poco, abriendo una brecha en mi tiempo de trabajo, en medio del descanso, me ha regalado un papel en blanco con una cafetera dibujada y me ha dicho:
-Esto es para relajarte.
Aún con la cabeza atiborrada de preocupaciones y mi pensamiento racional activo le he cuestionado la forma de la cafetera y le he dicho:
-Mi niño, las cafeteras no son así.
Entonces, él con toda intensidad de corregirlo me responde :
-Madre, pero esta es la mía. Ahora lo arreglaré.
Y pintó una taza al lado con un cartel que decía: para mi mamá caracola, me miró y sonreímos a carcajadas.
-¿Mamá, por qué no vamos a casa de Juan Manuel tu amigo el pintor?
Asentí con la cabeza y nos preparamos para visitar a este amigo.
Juan Manuel y su esposa nos recibieron con mucho cariño igual que siempre. La tarde era fresca y maravillosa, a Juan Manuel se le ocurrió después de que tomamos un café invitar a Anthony a jugar ajedrez.
-¿Sabes jugar Anthony?
-No, pero me gustaría aprender.
Y así fue como comenzó todo, Anthony fascinado por aquellas piezas, ensimismado en el tablero no pestañaba, Juan Manuel le acomodó las fichas y le empezó a explicar la generalidades de cómo acomodarlas, de cómo se mueven y así en la segunda partida, Anthony sabía cómo mover las fichas y cómo disponerlas en el tablero con destreza.
Desde ese día en casa se han vuelto comunes las expresiones: jaque mate cuando termina sus tareas, enroque corto cuando modifica sus actividades en los horarios, jaque mate pastor cuando termina rápido de sus obligaciones y cuando pasa cercano a mi lado, me abraza y me dice emocionado: ¡Peón al paso!
Y no pasaron muchos días cuando tuvimos que volver a la casa de mi amigo en un breve período de tiempo, porque según él estaba listo para jugar. Cuando llegamos, Juan Manuel nos compartió una reliquia personal que había traído de su visita a Chile, un cofre que traía dentro un juego de ajedrez de mapuches contra españoles. Aquellas piezas de lujo, mi hijo fascinado y yo más, por acompañarlo y ser parte en este descubrimiento.
A veces creo que solo él tiene la habilidad de cambiar mis días, el amor que me profesa me transforma, me hace revisarme por dentro e intentar ser mejor persona. Jamás pensé que mi hijo se fascinaría por un tablero y sin yo habérselo mencionado antes.
Gracias Juan Manuel por esta nueva pasión que ha llegado a la vida de mi hijo gracias a tu propuesta y a tus enseñanzas, y por la paciencia. Desde el día que decidí ser madre y decidí ver crecer ese pequeñín a toda costa y enamorarme de sus ojos, creo que le di definitivamente ¡Jaque mate a mi tristeza!
Hello dear Holos&Lotus community, today I want to join the #3 initiative proposed by @iriswrite in Las cosas de Iris.
Anthony Fabián came into my life during my third year of medical school. He’s restless and hyperactive—a psychological consequence, according to experts, of the epilepsy he’s lived with since he was seven months old. Fortunately, medication has kept it under control, allowing him to develop normally, with no motor or learning delays.
His childhood has been tough, marked by an absent father and long hours without me due to my demanding profession.
Sometimes we forget to make time for our children, swept up in the intensity of work and daily life. But through thick and thin, I’ve supported each of his passions, from wrestling to learning how to draw.
Recently, during a rare break in my work schedule, he handed me a blank sheet of paper with a clumsily drawn coffee pot and said:
-This is to help you relax.
Even with my mind clouded by worries and my rational side kicking in, I critiqued the shape of the coffee pot:
-Sweetie, coffee pots don’t look like that.
Then, with all the intensity of a child determined to fix it, he replied:
-Mom, this is my coffee pot. I’ll adjust it.
He added a cup next to it with a sign that read: For my snail mom. We locked eyes and burst into laughter.
-Mom, why don’t we visit Juan Manuel, your painter friend?
I nodded, and we got ready to go.
Juan Manuel and his wife welcomed us warmly, as always. The afternoon was cool and lovely. After coffee, Juan Manuel had an idea:
-Anthony, do you know how to play chess?
-No, but I’d love to learn!
And so it began. Anthony, mesmerized by the pieces, stared intently at the board without blinking. Juan Manuel set up the pieces and explained the basics—how to arrange them, how they moved. By the second game, Anthony was already moving the pieces with surprising skill.
Since that day, phrases like checkmate! (when he finishes homework), short castle! (when he adjusts his schedule), and scholar’s mate! (when he wraps up chores quickly) have become common at home. Sometimes, he’ll hug me out of nowhere and excitedly say, "En passant!"
It wasn’t long before we returned to my friend’s house because Anthony insisted he was ready to play again. This time, Juan Manuel shared a personal treasure: a chess set he’d brought back from Chile, featuring Mapuches against Spaniards. The exquisite pieces left my son—and me, just watching him—in awe.
Sometimes I think only he has the power to turn my days around. His love transforms me, makes me reflect, and pushes me to be better. I never imagined my son would fall in love with a chessboard—something I’d never even mentioned to him before.
Thank you, Juan Manuel, for this new passion in my son’s life, for your patience and guidance. From the day I chose to be a mother, to watching this little boy grow against all odds and losing myself in his eyes, I think I’ve truly declared—checkmate to my sadness!
Este post es libre de IA y las imágenes son originales tomadas por mí/ This post is AI-free and the images are original, taken by me
Esta imagen fue creada por Canva/ This image was created with Canva
. Los hijos son la bendición más grande de cualquier mujer. Cuando tenía 28 años ya sentía que algo le faltaba a mi vida y una amiga me dijo: te falta un hijo. Excelente tu propuesta de la iniciativa. Felicidades.😘🙏🌹👏👏🌞
Así es mi querida Kenia, llegó cuando apenas tenía 21 años y en medio de mi Universidad, aún así no me arrepiento. No concibo mi vida (incluyo logros y tropiezos) sin él.
Sending you Ecency curation votes.😉

Thanks!!!😊🌬️🐚
No he visto nada más transformador a nivel afectivo que la paternidad-maternidad.
Creo que este artículo es testimonio de ello.
Me ha hecho sentir muy, pero muy bien.
Gracias, @lacaracola
Liliana, entra en mi blog, en mi publicación de ayer y mira si tienes algo que comnetar o hacer una publicación de allí.
Presiento que sí.
Un abrazo y mis bendiciones.
Muchas gracias por su comentario, de inmediato voy a su blog.¡Gracias!
¡Gracias a tí!
Espero leerte, @lacaracola
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