Machu Picchu
Look...
It wasn't my idea to start all this. I mean it.
It all started as a silly thing, a phrase, something you say without thinking too much about it.
We were all together, remember? When everyone started talking about what they did last summer. And me, well, I literally did nothing. Literally nothing. I spent it locked up, watching anime, films, series and drinking vodka. But I wasn't going to tell the lads that, was I?
So I decided to say that I had visited Machu Picchu.
Nothing elaborate, I just said that.
And everyone was like, ‘Wow, that must have been fun!’ and they started asking questions. Where else did I visit, who did I go with, did I go to other cities, they bombarded me with questions, and I answered them all.
I told them about a motel that had a beautiful view of the city on one side and the sea on the other. About a girl I met in a bar and how exciting that night with the local was. About a walk that took me hours, but was worth it.
And the worst part wasn't that. The worst part was that everyone was so excited.
And that I, for the first time in a long time, felt like I was someone who had something good to tell. I felt like I was in a film where everyone sits around listening to an incredible story, captivated, waiting to hear the outcome.
So the weeks went by and everyone asked me for recommendations on tourist spots to visit. They asked me about tickets, travel, visas and so on. They showed me photos from other social media to see if I had been there, and I kept saying yes.
Now Juliet is organising a visit to Machu Picchu, and the others are getting ready to go too. The strangest thing is that they have asked me to be their guide, because they say I have a map in my head.
The truth is that now I don't know how to put an end to this lie. It started as a little white lie, but I think it's gotten out of hand. I don't know how to tell them that I've never crossed the border in my life.
Translated with DeepL.com (free version)
Mirá…
No era mi idea empezar todo esto. Lo digo en serio.
Todo empezó siendo una tontería, una frase, algo que se dice sin pensarlo mucho.
Estábamos reunidos todos los muchachos, ¿te acordás? Cuando todos empezaron a decir lo que hicieron en el verano pasado. Y yo, pues literalmente no hice nada. Literal, nada. Me la pasé encerrado, viendo anime, películas, series y bebiendo vodka. Pero no iba a contar eso frente a los muchachos, ¿no?
Entonces se me ocurrió decir que había visitado el Machu Picchu.
Nada elaborado, solo dije eso.
Y todos como ¡uh, qué bueno debió ser divertido!, y empezaron las preguntas. Que más visitaste, que con quién fui, que si fui a otras ciudades, me bombardearon con preguntas, y yo pues respondí a todas.
Les conté de un motel que tenía una vista preciosa de un lado la cuidad y al otro el mar. De una muchacha que conocí en un bar y de lo emocionante que fue esa noche con la local. De una caminata que me llevó horas, pero que valieron la pena.
Y lo peor no fue eso. Lo peor es que todos estaban tan emocionados.
Y que yo, por primera vez en mucho tiempo, sentí que estaba siendo alguien que tenía algo bueno que contar, me sentí como en una película en la que todos se sientan alrededor a escuchar una increíble historia, cautivados esperando a escuchar el desenlace.
Así pasaron las semanas y todos me pedían recomendaciones de lugares turísticos que debían visitar, me preguntaban sobre los boletos, pasajes, visa y demás. Me mostraban fotos de otras redes sociales para saber si yo había estado ahí, y pues yo seguían diciendo que si.
Ahora Juliet está organizando una visita al Machu Picchu, y los demás se están preparando para ir también, lo más insólito es que me han pedido que yo los guíe, pues dicen que tengo un mapa en mi cabeza.
La verdad es que ahora no se cómo ponerle fin a esta mentira, empezó como una pequeña mentira, pero creo que ya se me escapó de las manos, no se cómo decirles que jamás he cruzado la frontera en mi vida.