Mi primer libro me lo regaló mi papá, recuerdo que era un ejemplar de cuentos que tenía una compilación de historias infantiles como La Sirenita, La Bella y La Bestia, Petter Pan, La Dama y El Vagabundo, Caperucita Roja y otros más que se perdieron de mi memoria.

Recuerdo que llevaba conmigo el libro a todos lados, sin duda fue un buen amigo de mi infancia, vivió conmigo recreos, tareas escolares, pijamadas, parques, fiestas de cumpleaños, visitas familiares, pero lo más increíble es que yo nunca visité sus páginas durante muchos años.

Llevaba orgullosa y feliz un libro que nunca había abierto, leído o paseado por sus hojas. Quizá esa niña que tenía seis años cuando recibió el libro, tenía miedo de no terminar lo que iba a iniciar, quizá para una pequeñita de esa edad ver un libro de 400 páginas pueda parecer enorme e imposible de acabar, pero lo que no sabía era que leyendo una página todos los días podía avanzar y terminarlo antes de lo que creía.

Años después, cuando mi niña de nueve años se detuvo a abrir el libro, fue como si el tiempo y el aire se detuvieran para que ella pudiese disfrutar de ese inigualable aroma de la tinta sobre el papel y recorrer despacio con el dedo, los millones de palabras ocultas en ese amigo que tanto esperaba ser leído.

Luego cuando ocurrió esa magia, decidí no tener miedo a lo grande y pesado que pudiera ser el libro, yo estaba determinada a leerlo todo, así que como diría mi mamá “despacio y buena letra” decidí no leerlo todo de una vez, creía que luego podrían dolerme los ojitos, así que decidí pautar una cita diaria de media hora, solo media hora y así podía mantenerme constante y segura de que ese libro lo terminaría cuanto antes.

Cuando logré leer ese libro no volví a permitir que una obra literaria llegara a mi vida sin consumirla y siempre utilicé la misma fórmula: pequeños pasitos que me llevaron a lograr mi meta, así logré apilar una gran cantidad de textos leídos desde mi niñez, hasta la actualidad.

Traigo esta historia aquí, porque a veces nos cuesta muchísimo terminar con un libro. Las primeras páginas te las devoras como si no existiera un mañana, pero luego el libro pasea por tu mesa de noche, se va de viaje al mueble de la sala, toma un descanso en el estante de la cocina y hasta hace de florero encima de la lavadora y así pasas días, meses y hasta años para poder terminar de leerlo.

Y así como le pasó a mi niña de seis años, que se paralizó frente a algo que pensaba que no iba a poder lograr, a veces te da miedo enfrentarte a los nuevos desafíos porque piensas que no vas a poder con ellos, pero no hace falta que des muchas más vueltas porque no se trata de romper el miedo y querer asumir el compromiso al 100%, qué tal si lo vas haciendo de a poco, hasta que sin darte cuenta ya hayas asumido el reto por completo.

El gran secreto de la vida, no existe, solo se trata de ser constante y disciplinado con eso que decidiste hacer.

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My first book was given to me by my dad, I remember it was a storybook that had a compilation of children's stories such as The Little Mermaid, Beauty and the Beast, Petter Pan, The Lady and the Tramp, Little Red Riding Hood and others that are lost from my memory.

I remember that I carried the book with me everywhere, it was undoubtedly a good friend of my childhood, it lived with me during recess, homework, sleepovers, parks, birthday parties, family visits, but the most incredible thing is that I never visited its pages for many years.

I remember that I carried the book with me everywhere, it was undoubtedly a good friend of my childhood, it lived with me during recess, homework, sleepovers, parks, birthday parties, family visits, but the most incredible thing is that I never visited its pages for many years.

I proudly and happily carried a book that I had never opened, read or walked through its pages. Maybe that little girl, who was six years old when she received the book, was afraid of not finishing what she was about to start, maybe for a little girl of that age seeing a book of 400 pages may seem enormous and impossible to finish, but what she did not know was that by reading a page every day she could advance and finish it sooner than she thought.

Years later, when my nine-year-old girl stopped to open the book, it was as if time and air stopped so that she could enjoy the incomparable aroma of ink on paper and slowly run her finger through the millions of words hidden in that friend who was waiting so long to be read.

Then when that magic happened, I decided not to be afraid of how big and heavy the book could be, I was determined to read it all, so as my mom would say "slowly and well written" I decided not to read it all at once, I thought that later my eyes might hurt, so I decided to schedule a daily appointment of half an hour, only half an hour and so I could stay constant and sure that I would finish that book as soon as possible.

When I managed to read that book I never again allowed a literary work to come into my life without consuming it and I always used the same formula: small steps that led me to achieve my goal, so I managed to pile up a large number of texts read since my childhood, until today.

I bring this story here, because sometimes it is very difficult to finish a book. You devour the first few pages as if there were no tomorrow, but then the book wanders around your night table, goes on a trip to the living room cabinet, takes a break on the kitchen shelf and even acts as a vase on top of the washing machine, and so you spend days, months and even years to finish reading it.

And just as it happened to my six year old girl, who was paralyzed in front of something she thought she would not be able to achieve, sometimes you are afraid to face new challenges because you think you will not be able to cope with them, but you don't need to think much more about it because it is not about breaking the fear and wanting to assume the commitment 100%, what if you do it little by little, until without realizing you have already taken on the challenge completely.

The great secret of life does not exist, it is only about being constant and disciplined with what you decided to do.

Las fotos y contenido aquí compartido con ustedes son de mi autoría. Las fotos fueron tomadas con mi teléfono Redmi Xiaomi 9. Y la traducción al inglés fue realizada con DeepL

The photos and content here shared with you are my authorship. The photos were taken with my Redmi Xiaomi 9 phone. And the English translation was done with DeepL.