English Version

Cuba has always been much more than a tropical island. For those of us who live here and for those who visit us from afar, the sea is not just a beautiful landscape, it is part of our identity. Tourism both national and foreign, finds in our coasts the ideal place to spend a nice holiday, beautiful sandy beaches, warm and calm waters and a warm climate with sunny days almost all year round.

For Cubans the summer season is inconceivable without at least one trip to the beach. Even if the sun is hot, spending a day with friends, family and waves is worth it.

That is why I want to share with you the experience of my visit to this beach in the town of Santa Fe, which belongs to the municipality of Playa. I really like the landscape and the feeling of peace that I always feel when I am by the sea. There is something magical in that moment when you sit and contemplate that wide horizon where water and sky seem to join together.

And although it may seem curious, what I enjoy most about the beach is not going into the water. If I do, it's only for a moment, just to cool off and then I get out. I find it much more relaxing to stay outside in the shade contemplating the surroundings. I love to watch the children play, to see how the waves break gently on the shore, to walk barefoot on the wet sand and to see how the sun goes down little by little until dusk arrives. That hour when its light rests on the sea and seems to give off little sparks.

Also of silence. There is a kind of silence that is specific to the sea. Voices and ambient noise are transformed and diluted in the breeze. Everything seems to become murmurs in the distance. It is a silence with a life of its own where everything is slower and full of calm, the swaying of the waves, the noise of the birds, or the murmur of the wind in the palm trees.

That is why I prefer the afternoon to visit the beach, for me it is the time of the day when it is most calm and serene.

So much for my visit. I hope that like me, you have enjoyed the charm of the landscape and that my publication has managed to transmit a little of the magic and harmony that you feel when you are by the sea.

Cuba siempre ha sido mucho más que una isla tropical. Para quienes vivimos aquí y para quienes nos visitan desde lejos, el mar no es solo un paisaje bonito, es parte de nuestra identidad. El turismo tanto nacional como extranjero, encuentra en nuestras costas el sitio ideal para pasar unas bonitas vacaciones, hermosas playas de arena, aguas cálidas y tranquilas un clima cálido con días soleados casi todo el año.

Para los cubanos no se concibe la temporada de Verano sin al menos una escapada a la playa. Aunque el sol apriete, pasar un día entre amigos, familia y olas del mar, vale la pena.

Es por eso que les quiero compartir la experiencia de mi visita a esta playa en el poblado de Santa Fe, que pertenece al municipio Playa. Me gusta mucho el paisaje y la sensación de paz que siento siempre al estar junto al mar. Hay algo mágico en ese momento en el que uno se sienta a contemplar ese amplio horizonte donde agua y cielo parecen unirse.

Y aunque parezca curioso lo que más disfruto de la playa no es meterme al agua. Si lo hago es solo por un momento, apenas para refrescarme y enseguida salgo. Me relaja mucho más quedarme fuera bajo la sombra contemplando el entorno. Me encanta observar a los niños jugar, ver cómo las olas rompen suavemente en la orilla, caminar descalza sobre la arena mojada y ver cómo el sol va bajando poco a poco hasta llegar el atardecer. Esa hora en la que su luz se posa sobre el mar y parece desprender pequeñas chispas.

También del silencio. Hay un tipo de silencio que es propio del mar. Las voces y el ruido ambiental se transforman, y se diluyen en la brisa. Todo parece convertirse en murmullos en la lejanía. Es un silencio con vida propia donde todo es más lento y lleno de calma, el vaivén de las olas, el ruido de los pájaros, o el murmullo del viento en las palmeras.

Es por eso que prefiero el horario de la tarde para visitar la playa, para mi es el horario de más calma y serenidad.

Hasta aquí llega mi visita. Espero que al igual que yo, hayan disfrutado el encanto del paisaje y que mi publicación haya logrado transmitir un poco de la magia y la armonía que se siente al estar junto al mar.