Quitemos el peso de nuestras espaldas. -- Let's take the weight off our shoulders.
FUENTE
It's interesting that after reading Hebrews 11, where it shows us the gallery of those heroes of faith, it now tells us: They ran and arrived, now it's our turn...
It refers to the heroes of faith as a cloud of witnesses, understanding that their lives are a living testimony that we can live by faith, just like them. It's not about being perfect, with our humanity, doubts, and sins, but having full confidence and assurance that God will help us at all times.
This is like a race, and in any race, you run with the lightest weight possible. The weight referred to there isn't just sin, it's any of those things that can slow us down, like distractions, disengagement, or simply worry. Sin is what makes you stumble, and everything else is a great weight that tires us even more and slows us down.
Speaking of the race, we need to run with patience. This implies endurance and perseverance. Some may run faster than others, but the important thing is to reach the finish line. Each person has their own purpose, their own journey. We cannot compare ourselves to others; we are responsible for our own path, so let us run with patience.
Our Christian life is not a simple walk; it is an endurance race. To run it properly, we must rid ourselves of everything that hinders us and focus on Jesus Christ, moving forward with perseverance and determination. It's not about sporadic emotions; it's about discipline and daily perseverance.
Therefore, since we are surrounded by so great a cloud of witnesses, let us lay aside every weight, and the sin that so easily entangles. And let us run with patience the race that is set before us.
Hebrews 12:1
God bless you today and always!!!
Es interesante que después de leer hebreos 11 donde nos muestra la galería de aquellos héroes de fe, ahora nos dice: ellos corrieron y llegaron, ahora nos toca a nosotros...
Se refiere a los héroes de la fe como una nube de testigos, entendiendo que sus vidas son un testimonio vivo de que podemos así como ellos vivir por fe, no se trata de ser perfectos, con nuestra humanidad acuesta, dudas y pecados pero teniendo plena confianza y seguridad en que Dios ayudará en todo momento.
Esto es como una carrera y en cualquier carrera se corre con el menor peso posible, el peso que se refiere ahí no es solamente pecado, es cualquiera de aquellas cosas que nos pueden frenar como las distracciones, apeos o simplemente las preocupaciones, el pecado es lo que te hace tropezar y lo demás es un gran peso que nos cansa mucho más y frena nuestra carrera.
Hablando de carrera, es necesario que corramos con paciencia, esto implica resistencia y constancia, algunos pueden correr más rápidos que otros pero lo importante es llegar hasta el final, cada persona tiene su propósito, su proceso, no podemos compararnos a otros, nosotros somos responsables de nuestro camino, así que: corramos con paciencia.
Nuestra vida cristiana no es un simple paseo, es una carrera de resistencia y para correrla como corresponde debemos despojarnos de todo aquello que nos estorba y debemos enfocarnos en Jesucristo avanzar con constancia y firmeza, no se trata de las emociones esporádica, se trata de disciplina y perseverancia diaria.
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante
Hebreos 12:1