Nuestras palabras pueden edificar o destruir, nosotros elegimos. -- Our words can build or destroy, we choose.
Today, God speaks to us about a truth we often overlook. The words that come out of our mouths are not just noises. We can say our words are seeds, bricks, or even a deadly weapon.
Every word that comes out of our mouths has the power to lift someone up or bring them down. We live in a world filled with constant criticism, complaints, and claims. In the midst of this, God invites us to be different, to speak differently.
We're not talking about NOT telling the truth; the things we say must be said with love. It's not that we should be silent; we should speak when appropriate and do so with the intention of building up. Let us remember that when our words are filled with grace, they have a positive impact on those who receive them, generating transformation and life.
29 Let no corrupt word come out of your mouths, but only what is good for building up what is needed, that it may give grace to the hearers.
Ephesians 4:29
God bless you today and always!!!
Hoy Dios nos habla de una verdad que frecuentemente pasamos por alto. Las palabras que salen de nuestra boca no son solo ruidos, podemos decir que nuestras palabras son semillas, ladrillos o directamente puede ser un arma mortal.
Cada palabra que sale de nuestra boca tiene el poder de levantar a alguien a lo mas alto o bien dejarla por el suelo, vivimos en un mundo que en el que se critica, quejas y reclamos todo el tiempo, en medio de esto Dios nos invita a ser diferentes, hablar diferente.
No hablamos de NO decir la verdad, las cosas que decimos debemos decirlas con amor, no es que debemos callar, debemos hablar cuando es adecuado y hacerlo con la intención de edificar. Recordemos que cuando nuestras palabras estan cargadas de gracia genera un impacto positivo en quien la recibe, genera transformación y vida.
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Efesios 4:29