VERSIÓN EN ESPAÑOL

Desde la teología la historicidad de Cristo es un tema muy importante, base de hecho para dar fundamento a la fe de los cristianos. En este sentido, la práctica del rezo del Santo Viacrucis que se propone de manera especial en el tiempo de cuaresma me lleva pensar de manera especial en esto, pues, allí reflexionamos y contemplamos la realidad del sufrimiento de Jesús a través de la pasión, su condena, caídas bajo el peso de la cruz, encuentros que en el camino tuvo, incluso su resurrección, pues, al final esta es el coronamiento de lo que a una simple vista es un fracaso, el fracaso de la cruz.

Para las personas de fe, es todo lo contrario, porque la entrega del Señor es semejante a la que acontece entre la madre y el Hijo, o la semilla que debe morir para que nazca un árbol y este de fruto. Internalizar la verdad de estos acontecimientos tan cruentos es un reto, ya que es una llamada a trascender todo ese dolor del nazareno a la intención que los mismos recogen: abrir a la humanidad ese camino de acceso a un Dios tan humano que ha llegado hasta el extremo de dar la vida como manifestación plena de su amor.

Este año, en mi parroquia hemos querido ayudarnos de manera especial a la profundización de este misterio, por eso, en vez de hacer un solo viacrucis hemos planificado hacer varios en diferentes sectores de la comunidad, tal como reflejan algunas de las fotos que en este post comparto.

ENGLISH VERSION

From the theological point of view, the historicity of Christ is a very important theme, a basis for the foundation of the faith of Christians. In this sense, the practice of the prayer of the Holy Stations of the Cross, which is proposed in a special way during Lent, makes me think about this in a special way, because there we reflect and contemplate the reality of the suffering of Jesus through the passion, his condemnation, falls under the weight of the cross, encounters that he had along the way, even his resurrection, because, in the end, this is the crowning of what at first sight is a failure, the failure of the cross.

For people of faith, it is the opposite, because the Lord's surrender is similar to what happens between the mother and the Son, or the seed that must die for a tree to grow and bear fruit. To internalize the truth of these bloody events is a challenge, since it is a call to transcend all the pain of the Nazarene to the intention that they contain: to open to humanity the path of access to a God so human that he has gone to the extreme of giving his life as a full manifestation of his love.

This year, in my parish we wanted to help us in a special way to deepen this mystery, so instead of making a single Stations of the Cross we have planned to make several in different sectors of the community, as reflected in some of the photos that I share in this post.

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