Hábitos atómicos: ser un 1% mejor cada día

Entre las maneras en la cual el ser humano puede lograr un crecimiento personal tenemos que tener en cuenta esa fuente de conocimiento teórico-práctico que nos dan los libros, claro está que algunos son más teóricos, otro más prácticos, y cada uno también se aplica a un ámbito específico de la vida y experiencia humana. Últimamente he querido ponerme al día en la lectura de libros enfocados en el crecimiento personal, entre estos hoy quiero resaltar "Hábitos Atómicos" de James Clear, ya que si me piden poner un ejemplo de un libro que combine muy bien lo que es la teoría y la puesta en práctica de la misma, entre estos no puede faltar esta joya literaria y, al mismo tiempo, científica, pues los argumentos científicos para fundamentar sus propuestas son abundantes, al igual que las citas bibliográficas de los mismos.

Pero no solo se contenta el libro de mostrarnos ejemplos basado en los resultados de estudios científicos sino también aquellos que parten de la misma experiencia, incluso de la naturaleza, como por ejemplo el bambú, el cual puede llegar a medir más de dos metros de altura pero que durante sus primeros 5 años no se ve nada, porque está bajo tierra echando raíces para sostener una planta de semejante altura. De igual manera es el pensamiento esencial de este libro, porque los hábitos antes de manifestarse en todo su esplendor tienen un proceso de incubación donde a través de pequeños pasos uno va perfeccionando esa cualidad o capacidad que quiere adquirir en mayor o mejor grado.

Esta es la razón por la cual ser mejor 1% cada día es la clave que tenemos para el crecimiento personal pues como afirma el libro "los hábitos son el interés compuesto de la superación de las personas", en efecto, desde la capitalización de una conducta adquirida es de donde debemos partir para adquirir las demás, de esta manera nunca partimos de cero sino que siempre hay una base de la cual no construimos y vamos desarrollando esas actitudes que queremos se correspondan con nuestra identidad.

Lo que queremos ser o aquello que pensamos de nosotros es otro concepto fundamental que aprendemos en este libro, ya que nunca nos vamos a sentir impulsados a crear un hábito si sentimos que no corresponde a nuestra identidad, esto es a esa definición que tenemos de nosotros, ya sea referente a nuestro "yo del presente" o nuestro "yo del futuro", que es esa persona a la cual aspiramos ser mediante la consecución de nuestras metas.

Por ello es que en los hábitos lo primero que hay que interiorizar no son los resultados que queremos lograr sino los principios y valores que conforman nuestra personalidad, por ejemplo, no tendría ningún sentido aprender a tocar un instrumento si yo no aspiro a ser un músico. En cambio, si mi aspiración es ser el próximo Dudamel, sin lugar a dudas voy a querer aprender y se me hará más fácil el tocar instrumentos, pues son cosas que están en línea con lo que yo aspiro. Así pues, podemos concluir que la construcción de los hábitos es a la vez una invitación al autoconocimiento y a la sinceridad con nosotros mismos.

Esto me parece fundamental porque, como no me gusta tomar nada literalmente, al final tampoco se trata de que tengamos que mejorar 1% día a día, sino de tener ese enfoque, en efecto, por poner un caso, con que mejoremos 1% al menos cada semana, al finalizar cada año seremos más de la mitad de mejores que el anterior. Por ello, lo importante no es que seamos perfectos sino que nos encontremos en ese camino y que aunque sean pocos y pequeños los logros que en el transcurrir del mismo alcancemos, que sean estos esas pequeñas palmaditas que nos alientan a seguir adelante.

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