Tejer vínculos y despertar sentimientos/ “Los hilos eternos entre la tierra y el cielo” (esp-eng)

Abrasoles queridos usuarios.

Un nuevo tema a la palestra en @holos-lotus llega, esta vez de la mano de @finec en su rol de columnista por un día nos invita a reflexionar sobre Tejer vínculos y despertar sentimientos y sin duda alguna, en más de una ocasión los hemos desarrollado.

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Somos seres en base más emocional que racional, tendemos a seguir el corazón antes que a la mente y por esto se suele decir que existe una batalla ancestral en cada cuerpo. El corazón lucha contra la mente, ya que la “razón” de la cabeza insiste en gritar al corazón que no se deje llevar tan rápido por los “sentimientos” nacientes.

Y es que si lo vemos desde otro punto, podríamos decir que los sentimientos son los brotes que alguien más sembró en nuestra tierra (cuerpo) con amor u odio, ya que el amor no es siempre el sentimiento predominante en nuestro ser.
No somos seres perfectos y poseemos la dualidad de emociones existentes y podemos deambular de una a otra en tan solo escasos segundos.

Pero dejando de lado esta parte, analicemos un poco más profundo, así que aquí abro la cortina de mi propia emocionalidad para escribir como dicen los poetas “con el corazón en la mano”.

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Desde pequeña fui una niña que vivía con la mente de una persona mayor, o como se dice coloquialmente “una vieja chica”, en este punto y habiendo vivido en un entorno de bullying escolar constante, me había autoprotegido apagando mi propia emocionalidad. Mis emociones de cierto modo “anuladas” me permitían “convivir” con pares de mi edad, más no generar “vínculos emocionales” es decir “vínculos de amistad”.

Este método de “supervivencia” provocó que mi carácter fuera más retraído generando que pasara por alto muchas etapas de mi crecimiento, sobre todo en la adolescencia ya que al estar en una “burbuja de protección” jamás salía de casa y las veces que lo hacía era solo para ir a la escuela.

Una niña solitaria que creó una adolescente solitaria, la cual sufrió dolores lapidarios en esa etapa de vida. La pérdida de mi hermana, como había hablado en otras ocasiones, provocó que mi carácter se cerrará aún más. Aquel episodio de dolor garrafal hizo que mi carácter se volviera aún más duro y tomará responsabilidades que no me correspondian, sin embargo era algo que debía hacer y así a mis catorce años me convertí en la madre de mi madre y de mis hermanos, con un padre que me consultaba los puntos importantes de la casa y así empecé a llenar mi mochila de un peso autoimpuesto y delegado.

Esta parte en mi, provocó que me cerrará más a lo externo, aún tenía en mi el miedo a las palabras que había sufrido por años, las marcas evidentes en mis piernas y brazo eran la señal de una vergüenza que hasta mis propios padres habían ingresado a mi cabeza desde los cuatro años de edad, cargue la culpa de mi accidente cuando este no era mi culpa y las marcas eran la señal del descuido de los adultos.

Luego vinieron palabras provenientes de mi familia, para ellos mis marcas de quemadura serían el impedimento a formar una familia y por ende conocer el amor y como dijeron en más de una instancia, debería conformarme con ser la “tía” y nada más.

Sin embargo, con el paso de los años y llegando la tecnología a mi hogar, se abrió una ventana donde mi rostro y marcas no se veían y mis palabras convertidas en letras hablaban por mi.
Así conocí en la red social Facebook, en el año 2010 a un muchacho de Argentina, conectamos muy rápido, nos hicimos muy amigos a la distancia, mensajes a diario compartiendo links de videos, imagenes de anime y libros, dieron paso sin darnos cuenta a generar “sentimientos”, era la primera vez que abría la puerta de mi barrera dejando entrar a alguien.

El amor nació entre ambos, decidió venir a Chile, país en el que vivo, nuestro primer encuentro reafirmó el sentimiento y por primera vez había creado un “vínculo sentimental” el cual era mutuo. Este muchacho decidió venir a mi país a vivir y así tener una relación juntos, se mudo a mi casa, mis padres lo querían como un hijo. La verdad, ambos nos sanamos mutuamente ya que los dos teníamos cargas del pasado.

Tuvimos una relación de tres años, de esos fue casi un año de relación física, es decir en persona. Lo que yo no sabía es que él tenía cáncer testicular y su salud comenzó a deteriorarse. Pasamos por su hospitalización y cirugía, luego su recuperación nunca llegó y luego de quince días de luchar por su vida se fue.
Recuerdo que el día anterior a su muerte, en la visita diaria que tenía, él luchaba por no dormir, el enfermero me pidió que me acercara y allí me dije que todo estaba mal ya que no dejaban que los familiares nos acercáramos por ser una zona limpia.

Allí, susurrando a su oído, conteniendo las lágrimas le dije “descansa amor, es hora de descansar” mientras le acariciaba la mano, se durmió tranquilo y al día siguiente falleció. Con él, parte de mí también se iba, me cerré una vez más, dolía tanto que me ahogaba y la puerta abierta fue cerrada y lance la llave sin querer encontrarla nunca más.

Pero los tiempos de Dios son sabios, y el sentimiento una vez más llegó, del mismo modo que el anterior, nuevamente fueron la letras las que hablaron, un nuevo vínculo se formó, pero esta vez había algo más, estaba el terror a perder a quien amas, y es que ese dolor es tan fuerte que te quema el corazón y lo vuelve cenizas.
Aquel vínculo que se forjó primeramente en la amistad, se inundó de risas, de palabras de apoyo, de horas de escuchar mis historias, mis lágrimas, y es que las letras se convirtieron en palabras reales y luego fueron imágenes. Momentos frente a la pantalla, hablando rostro a rostro, viendo gestos y riendo, conociendo de un modo distinto.

Así nació nuevamente el sentimiento de amor en medio del dolor que se disipaba, luego un sentimiento de curiosidad por azares del destino, ya que esté nuevo vínculo venía del mismo país y ciudad qué mi ex novio fallecido.
Entre cada cosa que me decía mi amigo, posterior novio y hoy esposo, me dejaba con la boca abierta, y es que no solo estaban esas similitudes, sino que también estaba el signo zodiacal y gustó artístico, ambos músicos y ambos de piscis.

El vínculo que creé junto a mi esposo se volvió tan fuerte que me regaló confianza, fuerza, amor, determinación, amistad, valor, carácter y amor por la vida. El sentimiento que nació primeramente de la amistad se convirtió en un amor tan fuerte que siento puede romper cualquier obstáculo que nazca en el camino. Hemos atravesado grandes pruebas, donde, juntos, firmes, con fe y esperanza, hemos salido adelante cuidando de nuestra pequeña y hermosa familia.

Y aquella, la que “solo sería tía” hoy es madre de dos bellas niñas y feliz esposa de un hombre que la ama, la valora y alienta en cada cosa que se me ocurre.

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Tejí un vínculo con un ángel, uno que estiró tanto sus hilos qué llegaron al cielo, sin embargo, esos hilos rotos en la tierra, viajaron buscando a quien los uniera, así, unidos y reforzados, comencé la faena de tejer y tejer, puntos dobles y altos, con relieves en algunas partes, pero ese tejido, de hilos, hoy firmes y en variedad de colores brillantes y vibrantes, me enseñan que forme vínculos hermosos donde los sentimientos nacientes son tan variados como la fruta dulce que llega en verano.

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English

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Abrasoles dear users.

A new topic comes to the fore at @holos-lotus, this time from @finec in his role as columnist for a day, inviting us to reflect on Forging bonds and awakening feelings, and without a doubt, we have developed them on more than one occasion.

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We are beings who are more emotional than rational; we tend to follow our hearts rather than our minds, which is why it is often said that there is an ancestral battle within each of us. The heart fights against the mind, as the "reason" of the head insists on shouting at the heart not to be so quickly carried away by nascent "feelings."

And if we look at it from another point of view, we could say that feelings are the seeds that someone else sowed in our soil (body) with love or hate, since love is not always the predominant feeling in our being.
We are not perfect beings and we possess the duality of existing emotions and can wander from one to the other in just a few seconds.

But leaving that aside, let's analyze a little more deeply, so here I open the curtain of my own emotionality to write, as the poets say, "with my heart in my hand."

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Since I was little, I was a girl who lived with the mind of an older person, or as they say colloquially, "an old girl." At this point, having lived in an environment of constant school bullying, I had protected myself by shutting down my own emotions. My emotions, in a way "nullified," allowed me to "coexist" with peers my age, but not to form "emotional bonds," that is, "friendships."

This method of "survival" caused my character to become more withdrawn, causing me to overlook many stages of my growth, especially in adolescence, since being in a "protective bubble," I never left the house, and the times I did were only to go to school.

A lonely child created a lonely teenager, who suffered terrible pain during that stage of her life. The loss of my sister, as I have mentioned on other occasions, caused my personality to close off even more. That episode of terrible pain made my character even harder and I took on responsibilities that were not mine, but it was something I had to do and so, at the age of fourteen, I became the mother of my mother and my siblings, with a father who consulted me on important matters in the house, and so I began to fill my backpack with a self-imposed and delegated burden.

This part of me caused me to close myself off even more to the outside world. I still had within me the fear of the words I had suffered for years. The obvious marks on my legs and arm were a sign of shame that even my own parents had instilled in me since I was four years old. I carried the guilt of my accident when it was not my fault, and the marks were a sign of the adults' negligence.

Then came words from my family. For them, my burn marks would be an impediment to forming a family and therefore knowing love. As they said on more than one occasion, I should be content with being the "aunt" and nothing more.

However, as the years passed and technology came into my home, a window opened where my face and scars were not seen, and my words, converted into letters, spoke for me.
That's how I met a guy from Argentina on Facebook in 2010. We connected very quickly and became close friends despite the distance. We exchanged daily messages, sharing links to videos, anime images, and books, which, without us realizing it, gave way to "feelings." It was the first time I had opened the door of my barrier and let someone in.

Love blossomed between us, and he decided to come to Chile, where I live. Our first meeting reaffirmed our feelings, and for the first time, we had created a mutual "emotional bond." This young man decided to come to my country to live and be in a relationship together. He moved into my house, and my parents loved him like a son. The truth is that we healed each other, as we both had burdens from the past.

We had a relationship for three years, of which almost a year was a physical relationship, that is, in person. What I didn't know was that he had testicular cancer and his health began to deteriorate. We went through his hospitalization and surgery, but he never recovered, and after fifteen days of fighting for his life, he passed away.
I remember that the day before he died, during my daily visit, he was struggling to stay awake. The nurse asked me to come closer, and I realized that something was wrong because they wouldn't let family members get close to him since it was a clean zone.

There, whispering in his ear, holding back tears, I said, "Rest, my love, it's time to rest," as I stroked his hand. He fell asleep peacefully and passed away the next day. With him, part of me also left. I closed myself off once again. It hurt so much that I was suffocating, and the open door was closed, and I threw away the key, never wanting to find it again.

But God's timing is wise, and the feeling came once again, just like before. Once again, it was the letters that spoke, and a new bond was formed, but this time there was something else: the terror of losing the one you love. That pain is so strong that it burns your heart and turns it to ashes.
That bond, which was first forged in friendship, was flooded with laughter, words of support, hours of listening to my stories, my tears, and the letters became real words and then images. Moments in front of the screen, talking face to face, seeing gestures and laughing, getting to know each other in a different way.

Thus, the feeling of love was reborn amid the dissipating pain, followed by a feeling of curiosity about the vagaries of fate, since this new bond came from the same country and city as my deceased ex-boyfriend.
Everything my friend, later boyfriend, and now husband said to me left me speechless, because not only were there these similarities, but also the same zodiac sign and artistic taste; both musicians and both Pisces.

The bond I created with my husband became so strong that it gave me confidence, strength, love, determination, friendship, courage, character, and a love for life. The feeling that was born first from friendship turned into a love so strong that I feel it can break down any obstacle that comes our way. We have gone through great trials, where, together, steadfast, with faith and hope, we have moved forward, taking care of our small and beautiful family.

And she, who "would only be an aunt," is now the mother of two beautiful girls and the happy wife of a man who loves her, values her, and encourages her in everything I can think of.

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I wove a bond with an angel, one that stretched its threads so far that they reached the sky. However, those broken threads on earth traveled in search of someone to unite them. Thus, united and reinforced, I began the task of weaving and weaving, double and high stitches, with reliefs in some parts. but that weaving, made of threads, now firm and in a variety of bright and vibrant colors, teaches me to form beautiful bonds where nascent feelings are as varied as the sweet fruit that arrives in summer.

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Invitó a los amigos @amigoponc, @giocondina, @graciadegenios a unirse a esta nueva iniciativa.

He invited his friends @amigoponc, @giocondina, and @graciadegenios to join this new initiative.

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Las imágenes usadas fueron creadas en canva con recursos gratuitos.

La fotografía pertenece a mi galería personal y tiene restricción de uso de terceros.

El texto fue traducido en deepl versión free.

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