Punto de control activo. Inventario emocional listo y trabajando (esp-eng)

Abrasoles amigos usuarios.

Cuando leí la invitación por parte de la amiga @iriswrite, a su iniciativa Mi inventario emocional, me dije a mi misma que sería algo sencillo de hacer. Digo esto, porque por largo tiempo me tocó realizar inventarios en mi lugar de trabajo, pero una cosa es contar y ordenar objetos y otra distinta ordenar y clasificar mis emociones.

Por cierto, felicidades por ser elegida como columnista por un día en la comunidad @holos-lotus.

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Realizar un inventario emocional, es una medida consciente de saber cómo nos sentimos en los diversos momentos y así mismo nuestro sentir con aquellas personas que conocemos y por obvias razones interactuamos.
Por otro lado si lo llevamos al plano de un inventario físico podríamos anotar los siguientes aspectos:

• Aceptación
• Adaptabilidad
• Autoconciencia
• Empatía
• Trabajo en equipo
• Manejo de conflictos y frustración
• Automotivación
• Autocontrol

Si analizamos cada uno de estos parámetros podríamos realizar nuestro inventario de mejor manera, y así saber en qué aspectos estamos teniendo un déficit y así poder paliar esas pérdidas inyectando más recursos.

Si nos damos cuenta, la aceptación, es la base de este inventario, esta parte fundamental en nuestro registro genera un impacto potente en nuestro radar emocional, el cual nos permite desarrollarnos de una manera más fluida, confiada y certera.

Ahora , si seguimos desglosando nuestro inventario llegamos a la adaptabilidad, este no solo se refiere a entornos físicos, sino también a emocionales en cuanto a la interacción de terceros.
Adaptarnos a las distintas instancias que nos toque vivir es un arma poderosa en nuestro inventario personal y será las que nos ayude en muchas circunstancias del diario vivir.

No obstante, la autoconciencia será la guía que una al resto de partes de este inventario interno y personal, ya que esté punto nos mantendrá alerta para saber si estamos actuando bien o mal ante los eventos que vayan naciendo.

Por otro lado, en nuestro inventario siempre debe haber un toque de empatía, ponernos en el lugar de quienes conocemos para así poder brindar una ayuda certera, de ese modo adquirirlos más humanidad y nos volvemos mejores personas.

Y avanzando en estos puntos del inventario personal hallamos este punto que en ocasiones cuesta mucho reflejar, tendemos a querer solucionar todo por nosotros mismos olvidando el trabajo en equipo y no es solo el ámbito laboral, sino que también incluyó al ámbito familiar, el realizar las tareas y trabajos en equipo genera un grado mayor de confianza y a la vez relajación mental, esto se debe a que la carga de tareas al ser compartida deja de ser un peso emocional.

Además el manejo de conflictos y la frustración al estar inventariada e impulsada, genera que actuemos de manera empática, relajada y educada, es decir, al tener este aspecto con varios refuerzos podemos manejar de buena manera aquella instancia de discusiones y así no perder la compostura y el control.

Por otro lado la automotivación es un factor imprescindible en nuestro inventario emocional, ya que esta parte es la que nos da ese empujón interno a continuar y levantarnos la veces que haga falta.

Y finalizando la lista de inventario hallamos el autocontrol aquel que nos detiene ante cosas que serán perjudiciales ya sean moralmente o físicamente, es ese alto a decirnos que debemos pensar y analizar y no actuar de manera imprudente ante la vida ya que todo acto irresponsable acarrea consecuencias.

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A lo largo de mi vida, cuarenta y tres años ya, he realizado inventarios internos tratando de obtener lo mejor y sacar todo aquello que con el paso del tiempo ha caducado.

En algunas instancias pensé erróneamente que debería seguir un patrón de carácter similar al de mis padres, sin embargo, aquel pensar era erróneo, no podía copiar o imprimir en mi mente un carácter qué no es el mio ya que mi esencia se desvanecerá creando un ser que no existe.
Analizando y tratando de obtener las cosas positivas, me di cuenta de que estas no eran del todo buenas y que tras la fachada de bondad había egoísmo y falsa preocupación.

Con este pensamiento interno, empecé a empacar en cajas de cartón todo aquello que no servía, es decir, todo aquello que me haría una mujer envidiosa o maliciosa y empecé a llenar mis estantes con cosas nuevas que aprendía en el camino.

Así fue como mis estantes empezaron a llenarse con lo antes mencionado en esa lista de inventario.
No obstante, algunos estantes guardan caos, temor, culpas pasadas, escenarios de temor entre otros, pero, poco a poco, estos espacios se van volviendo cada vez más pequeños.

Sin embargo, algunas debilidades siguen ocultas en las partes altas de esta bodega llamada “cerebro” y aunque hoy no son tan notorias, se que existen y conviven conmigo, pero a pesar de esto, el saber distinguir mis emociones, me permite actuar a tiempo y hacer uso de algún punto de esta lista que contrarreste a esa debilidad qué busca emerger poderosa.

De este modo aprendí a enfrentar la vida con otros ojos, otro carácter y temperamento, con más resiliencia y empatía y además con un autocontrol que a mi misma me asombra, aprendí a defenderme de una manera que no agrede, sin embargo si deja ver su carácter y día a día fortalezco más estos aspectos de mi vida.

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Realizar un inventario interno es una tarea de analizarse a diario, de reconocer nuestras fortalezas y debilidades y así trabajarlas para que algún día esté inventario esté listo para ser heredado a generaciones futuras.

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Para finalizar, muchas veces imagino a mi cabeza como un punto de control del almacén, osea "mi cuerpo", donde cada parte trabaja en pro de la estabilidad y de ese modo obtener los mejores resultados a diario con eficiencia y tranquilidad.

De ese modo cada emoción, al igual que en la película intensamente esta alerta para actuar en la organización de este inventario emocional. Así logró una estabilidad diaria en cuanto a mis emociones y reacciones ayudando significativamente a mi salud mental.

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English

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Hello, fellow users.

When I read the invitation from my friend @iriswrite to participate in her initiative My Emotional Inventory, I told myself it would be easy to do. I say this because for a long time I had to take inventory at my workplace, but it's one thing to count and organize objects and quite another to organize and classify my emotions.

By the way, congratulations on being chosen as a columnist for a day in the @holos-lotus community.

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Taking an emotional inventory is a conscious effort to understand how we feel at different times and how we feel about the people we know and interact with for obvious reasons.
On the other hand, if we take it to the level of a physical inventory, we could note the following aspects:

• Acceptance
• Adaptability
• Self-awareness
• Empathy
• Teamwork
• Conflict and frustration management
• Self-motivation
• Self-control

If we analyze each of these parameters, we could take our inventory in a better way, and thus know in which aspects we are having a deficit and thus be able to mitigate those losses by injecting more resources.

If we think about it, acceptance is the basis of this inventory. This fundamental part of our record has a powerful impact on our emotional radar, which allows us to develop in a more fluid, confident, and accurate way.

Now, if we continue to break down our inventory, we come to adaptability, which refers not only to physical environments, but also to emotional ones in terms of interaction with third parties.
Adapting to the different situations we encounter is a powerful weapon in our personal inventory and will help us in many circumstances of daily life.

However, self-awareness will be the guide that unites the rest of the parts of this internal and personal inventory, as this point will keep us alert to know if we are acting right or wrong in the face of events that arise.

On the other hand, our inventory should always include a touch of empathy, putting ourselves in the shoes of those we know so that we can offer accurate help, thereby acquiring more humanity and becoming better people.

Moving forward with these points in our personal inventory, we find this point that is sometimes difficult to reflect on. We tend to want to solve everything ourselves, forgetting about teamwork, and not only in the workplace, but also in the family environment. Performing tasks and working as a team generates a greater degree of confidence and, at the same time, mental relaxation. This is because when the burden of tasks is shared, it ceases to be an emotional weight.

In addition, conflict management and frustration, when inventoried and addressed, cause us to act in an empathetic, relaxed, and polite manner. In other words, by having this aspect reinforced in various ways, we can handle arguments well and thus not lose our composure and control.

On the other hand, self-motivation is an essential factor in our emotional inventory, as it is this part that gives us the internal push to continue and get back up as many times as necessary.

And at the end of the inventory list, we find self-control, which stops us from doing things that will be harmful, whether morally or physically. It is that pause that tells us to think and analyze and not act recklessly in life, since every irresponsible act has consequences.

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Throughout my life, forty-three years now, I have taken stock of myself, trying to get the best out of myself and get rid of everything that has become obsolete over time.

In some instances, I mistakenly thought that I should follow a pattern similar to that of my parents. However, I realized that this way of thinking was wrong. I couldn't copy or imprint on my mind a character that is not mine, because my essence would vanish, creating a being that does not exist.
Analyzing and trying to obtain the positive things, I realized that they were not entirely good and that behind the facade of kindness there was selfishness and false concern.

With this internal thought, I began to pack everything that was useless into cardboard boxes, that is, everything that would make me an envious or malicious woman, and I began to fill my shelves with new things that I learned along the way.

That's how my shelves began to fill up with the items mentioned in that inventory list.
However, some shelves still hold chaos, fear, past guilt, frightening scenarios, among other things, but little by little, these spaces are becoming smaller and smaller.

Nevertheless, some weaknesses remain hidden in the upper parts of this warehouse called the "brain," and although they are not so noticeable today, I know they exist and coexist with me. Despite this, knowing how to distinguish my emotions allows me to act in time and make use of something on this list to counteract that weakness that seeks to emerge powerfully.

In this way, I learned to face life with different eyes, a different character and temperament, with more resilience and empathy, and also with a self-control that amazes me. I learned to defend myself in a way that is not aggressive, but still shows my character, and every day I strengthen these aspects of my life.

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Taking stock of ourselves is a daily task of analyzing ourselves, recognizing our strengths and weaknesses, and working on them so that one day this inventory will be ready to be passed on to future generations.

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Finally, I often imagine my head as a control point for the warehouse, that is, "my body," where each part works toward stability and thus obtains the best results on a daily basis with efficiency and tranquility.

In this way, every emotion, just like in the movie Intensely, is alert to act in the organization of this emotional inventory. This has achieved daily stability in my emotions and reactions, significantly helping my mental health.

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La portada fue creada en canva con recursos gratuitos.

La fotografía pertenece a mi galería personal.

El texto fue traducido con deepl versión free.

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