La arqueología de un futuro distante, “desenterrando a mi propio yo” (esp-eng)
Abrasoles amigos usuarios de @holos-lotus.
Una interrogante que seguramente también tienes es la siguiente: “¿cómo seremos recordados en un futuro distante?”
Dentro del futuro distante, imaginando que han transcurrido más de cien años, me pregunto ¿qué cosas se dirán de mi persona? Quizás expresarán diversos puntos antes mis actos y pensamientos y de la manera que tuve de mirar la vida; quizás algunos reirán analizando mi paso por las redes sociales, unas que de seguro al igual que yo no existirán más que información en la red digital.
Por otro lado, mis gustos personales podrían ser analizados, comidas, vestuario, música y películas. Mis propios sucesores, hijos de los hijos de los hijos de mis hijos hablando de aquella mujer extraña que vivió a su modo, bajo su convicción, quizás me vean valiente o cobarde y es que cada apreciación a mi memoria será válida y debatida, del mismo modo como hoy muchos de nosotros lo hacemos con quienes ya no están en este mundo.
Aca no habrán legados de objetos valiosos, un vestido de novia que pudiera heredar, menos espejos de manos o alguna joya que guarde un recuerdo, los objetos son solo eso, nos transportan a una instancia una vivencia, los legados importantes no es lo material, lo que realmente importa es lo emocional, las enseñanzas de vida que puedan inspirar y alentar y ¿por qué no? También copiar.
Pensando e imaginando este suceso futuro, es que me pregunto a misma “¿estoy entregando mi mejor versión?” y siento que cada día me proyecto más a la realización de aquella pregunta interna y silenciosa.
Aquellos años rotos, que viví sumida en la nube oscura de tristeza y pesimismo se desvanecieron con la potente salida del sol por el horizonte. Un regalo de valentía que llegó en la compañía de personas que se volvieron parte de mi propio motor interno de valor y resiliencia.
Me gustaría dejar pasajes de esta vida mía en las que se reflejen qué caer es válido y levantarse es el acto de valor más sublime que podamos tener, párrafos de una vida dura, cuesta arriba, llena de curvas, sin embargo demostrar que a pesar de que todo se pueda ver oscuro, los grises emergen dando lugar a los tonos azules, verdes y al color más hermoso, uno que se llama amor.
Y en medio de una lectura donde cada línea es un clamor a no rendirse y aceptarse tal cual uno mismo, reflejar también qué la amistad recíproca es verdadera y quien está para ti una vez lo estará siempre ya que la ayuda va de una parte y regresa por la otra como una cadena de eternos favores, no por compromiso, sino que son nacientes de la amistad y el cariño que se nutre a cada día.
Y al final cuando aquellos futuros descendientes qué analicen no vivir, lean el prólogo de este libro que aprendí a vivir a puro dolor y esperanza.
Llora cuando debas hacerlo, no es cobardía soltar las penurias como el agua del mar, recuerda que las tormentas acaban y dejan ver en el vasto cielo un arcoiris de bellos colores gritando que un nuevo comienzo es posible si así tu lo quieres.
En resumen, quiero ser recordada en los años por quienes sientan curiosidad de mi persona en base a aquellos que me querrán y me guarden en sus recuerdos, no por ser déspota y gritar por hacer su santa voluntad, quiero que mi vida sea el ejemplo que a pesar de vivir innumerables pruebas difíciles la convicción y el valor por buscar la felicidad dan hermosos frutos.
Qué me vean como aquella que no se rinde y que ríe aunque llore, como aquella que se cae y levanta las veces que hagan falta y de cómo está mujer aprendió a conocerse de tal manera que sabía perfectamente cuándo pedir ayuda si hacía falta.
Y espero que los arqueólogos investigadores de mi yo en el futuro, no de esos que buscan momias o tesoros, claro que no, si no de aquellos que digan “recuerdas que la tatarabuela no se rindió y fue feliz”.
Y en esos venideros y lejanos años ser el recuerdo de quienes se nieguen a olvidarme y vivir en los cuentos e historias que de mi nombre se inspiren.
¿Cómo te gustaría ser recordado dentro de los años?
English
Abrasoles dear friends and users of @holos-lotus.
A question you probably also have is the following: "How will we be remembered in the distant future?"
In the distant future, imagining that more than a hundred years have passed, I wonder what will be said about me. Perhaps they will express different points of view about my actions and thoughts and the way I looked at life; perhaps some will laugh as they analyse my presence on social media, which, like me, will surely exist only as information on the digital network.
On the other hand, my personal tastes could be analysed: food, clothing, music and films. My own successors, the children of my children's children, talking about that strange woman who lived her own way, according to her convictions, may see me as brave or cowardly, and every assessment of my memory will be valid and debated, just as many of us do today with those who are no longer in this world.
There will be no legacies of valuable objects here, no wedding dress to inherit, no hand mirrors or jewellery to hold a memory. Objects are just that, they transport us to a moment, an experience. Important legacies are not material things, what really matters is the emotional, the life lessons that can inspire and encourage and, why not, be copied.
Thinking and imagining this future event, I ask myself, "Am I giving my best?" and I feel that every day I am moving closer to the answer to that silent, internal question.
Those broken years, which I lived immersed in a dark cloud of sadness and pessimism, faded away with the powerful sunrise on the horizon. A gift of courage that came in the company of people who became part of my own internal engine of courage and resilience.
I would like to leave passages from my life that reflect how falling is valid and getting up is the most sublime act of courage we can have, paragraphs from a hard life, uphill, full of curves, yet showing that even though everything may look dark, the greys emerge, giving way to shades of blue, green and the most beautiful colour, one called love.
And in the midst of a reading where every line is a cry not to give up and to accept oneself as one is, also reflecting that mutual friendship is true and that those who are there for you once will always be there, since help goes from one side and returns from the other like a chain of eternal favours, not out of obligation, but because they spring from friendship and affection that is nurtured every day.
And in the end, when those future descendants who analyse not living read the prologue to this book, I learned to live through pure pain and hope.
Cry when you need to; it is not cowardice to let your sorrows flow like the water of the sea. Remember that storms end and reveal a rainbow of beautiful colours in the vast sky, shouting that a new beginning is possible if you want it to be.
In short, I want to be remembered over the years by those who are curious about me, based on those who will love me and keep me in their memories, not for being a despot and shouting to do their holy will. I want my life to be an example that, despite living through countless difficult trials, conviction and the courage to seek happiness bear beautiful fruit.
I want them to see me as someone who does not give up and who laughs even when she cries, as someone who falls down and gets up as many times as necessary, and as someone who learned to know herself so well that she knew exactly when to ask for help if she needed it.
And I hope that the archaeologists who research my life in the future, not those who search for mummies or treasures, of course not, but those who say, "Remember that your great-great-grandmother did not give up and was happy."
And in those distant years to come, I hope to be remembered by those who refuse to forget me and live on in the stories and tales inspired by my name.
How would you like to be remembered in years to come?
Las imágenes usadas fueron creadas en gemini.
El texto fue traducido en deepl versión free.
