Jugar al detective | Playing detective

En mi zona tenemos un problema crónico de cortes de electricidad. Es raro cuando pasa un día completo sin que se interrumpa el servicio, y como es de esperar cada interrupción genera un sinnúmero de contratiempos.

Pero como quiera que esos cortes estén completamente fuera de nuestro control, lo mejor es buscar alguna actividad que nos ayude a sobrellevar lo desagradable del momento.

En estas noches mi esposa y yo aprovechamos una de esas interrupciones para echarle un vistazo a un juego que una sobrina había dejado en nuestra casa. Al juego lo conocíamos con otro nombre, Sospecha, y era muy querido por nuestros hijos en sus tiempos de adolescencia. Ellos y sus amigos pasaban largas horas resolviendo los diferentes casos que se proponían en el juego.

La versión de mi sobrina tiene el nombre de Clue, es un juego muy bonito con piezas bastante elaboradas.

Tanto esta versión como la que conocíamos se inspiran en la misma fuente, las clásicas novelas de misterio, donde personajes como Miss Maple, Hércules Poirot o Sherlock Holmes resolvían a fuerza de ingenio casos de misterio que muchas veces implicaban extraños asesinatos.

De esas novelas el juego conserva tres elementos esenciales, el lugar donde se ha cometido un crimen, el arma homicida y el personaje que lo cometió.

La invitación entonces es a ponernos en la piel del detective, actuar como tal, y mediante un proceso de descarte poder descifrar los tres enigmas que se proponen en cada partida.

La partida se desarrolla en un tablero donde se van recorriendo diferentes escenarios en los que se van colocando las armas sospechosas. Cada jugador está representado por un pequeño cono de colores.

Como ni mi esposa ni yo somos expertos hicimos algunos ajustes para realizar nuestra partida.

El primero de ellos fue lanzar los dados para decidir quién comenzaba la partida, asignando el comienzo al que sacara el número más alto luego de lanzar los dados.

Antes de comenzar la partida se organizan las cartas en paquetes distintos, una para los lugares, otra para las armas y otra para los personajes. Luego se escoge, sin ver, una carta de cada mazo y se introduce en el sobre del caso. Y allí está el objetivo del juego, descubrir cuáles son esas cartas en las que está el asesino, el arma y el lugar del crimen.

Como la partida la estábamos haciendo mí esposa y yo, repartimos el resto de las cartas entre nosotros dos.

A continuación cada uno lanzaba los dados hasta lograr entrar a alguno de los ambientes. Para esto hay algunas reglas, solo se puede avanzar en línea recta, además, se pueden utilizar los atajos que hay en algunas habitaciones para trasladarse a otra.

Una vez llegado a un ambiente se puede hacer una suposición. Señalando un posible sospechoso, un lugar y un arma homicida. Si alguno de los jugadores tiene una carta que niegue la suposición la muestra y el juego continúa.

Cada vez que alguien lanza una suposición cada jugador va tomando notas en su libreta para ir descartando las posibilidades. De ese modo va afinando la posibilidad de resolver el caso.

Cuando un jugador cree que ha resuelto el caso espera su turno y lo declara, pero si alguien logra mostrar una carta que lo niegue ese jugador pierde el juego, aunque no se retira para seguir mostrando las cartas que nieguen las suposiciones de los demás.

En dos oportunidades yo me aventuré, más que todo por adivinar, a lanzar mi solución, y en ambos casos perdí el juego. Como estábamos solo dos era obvio que mi esposa había sido la ganadora, aunque no hubiese resuelto el caso.

Lo ideal es que en el juego participen por lo menos cuatro personas, esto le da mucho dinamismo porque aumentan las posibilidades de descartar armas, personajes y lugares, y de ese modo se facilita la solución del caso.

Pero si no hay otra opción se juegan con dos o tres; de todos modos el juego se vuelve bastante entretenido y es una gran opción para ocupar el tiempo en esos momentos de cortes de electricidad.

Jugar al detective puede ser una buena opción para una noche oscura y silenciosa, así dejamos de pensar por un rato en todo lo que dejamos de hacer contra nuestra voluntad.

Gracias por tu tiempo.

In my area we have a chronic problem with power outages. It's rare when a full day goes by without a power outage, and as you might expect each outage generates a myriad of mishaps.

But however these outages are completely out of our control, the best thing to do is to find some activity to help us cope with the unpleasantness of the moment.

On these nights my wife and I took advantage of one of those interruptions to take a look at a game a niece had left at our house. The game was known to us by another name, Suspicion, and was much loved by our children in their teenage days. They and their friends would spend long hours solving the various cases that were proposed in the game.

My niece's version has the name Clue, it is a very nice game with quite elaborate pieces.

Both this version and the one we knew were inspired by the same source, the classic mystery novels, where characters like Miss Maple, Hercule Poirot or Sherlock Holmes solved mystery cases that often involved strange murders.

The game retains three essential elements from these novels: the place where a crime has been committed, the murder weapon and the character who committed it.

The invitation then is to put ourselves in the shoes of the detective, act as such, and through a process of discarding to decipher the three enigmas that are proposed in each game.

The game is played on a board where different scenarios are played, where the suspicious weapons are placed. Each player is represented by a small colored cone.
As neither my wife nor I are experts we made some adjustments to make our game.

The first was to roll the dice to decide who would start the game, assigning the start to the one who rolled the highest number after rolling the dice.

Before starting the game, the cards are organized into separate packs, one for the locations, one for the weapons and one for the characters. Then you choose, without seeing, one card from each deck and put it in the case envelope. And therein lies the object of the game, to find out which are those cards in which is the murderer, the weapon and the place of the crime.

Since the game was being played by my wife and I, we split the rest of the cards between the two of us.

Then we each rolled the dice until we got into one of the environments. For this there are some rules, you can only move in a straight line, you can also use the shortcuts that are in some rooms to move to another.

Once you have reached an environment you can make a guess. Pointing out a possible suspect, a place and a murder weapon. If any of the players has a card that negates the guess, they show it and the game continues.

Each time someone makes a guess, each player takes notes in his notebook to discard the possibilities. In this way the player refines the possibility of solving the case.

When a player thinks he has solved the case, he waits his turn and declares it, but if someone manages to show a card that denies it, that player loses the game, although he does not retire to continue showing the cards that deny the assumptions of the others.

On two occasions I ventured, mostly for the sake of guessing, to throw my solution, and in both cases I lost the game. Since there were only two of us, it was obvious that my wife was the winner, even if she had not solved the case.

Ideally, at least four people should participate in the game, this gives it a lot of dynamism because it increases the possibilities of discarding weapons, characters and places, and thus facilitates the solution of the case.

But if there is no other option, play with two or three; anyway the game becomes quite entertaining and is a great option to occupy the time in those moments of power outages.

Playing detective can be a good option for a dark and silent night, so we stop thinking for a while about all the things we stopped doing against our will.

Thanks for your time.

Translated with DeepL.com (free version).

Todos tus comentarios son bienvenidos en este sitio. Los leeré con gusto y dedicación.
Hasta una próxima entrega. Gracias.



Las fotos, la edición digital y los Gifs son de mi autoría.

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