Nido de perseverancia

_{Imagen propiedad de @lanzjoseg}

Cada vez que veo un nido de pájaro me hace preguntarme cuanto tiempo le habrá tomado al ave realizarlo, cuantas veces tuvo que ir y venir desde el lugar escogido para poder agrupar y entrelazar la suficiente cantidad de materiales para obtener un buen tamaño, por supersto que esto vendría siendo proporcional al tamaño del ave, los huevos y el tiempo que tardaran sus crías en alcanzar la madurez suficiente para dejar el nido.

Hace un tiempo vi por primera vez a unos colibríes anidar en una arbusto en el patio de mi casa, era un nido muy pequeño pero considerando el tamaño de estos estaba bien, era suficiente para albergar dos huevos, después que nacieron los pequeños colibríes pasó un tiempo para que desarrollaran sus plumas pero los padres siempre estaban vigilantes cada vez que nos acercábamos al arbusto observar, luego de que estos se marcharan de allí, la lluvia y el viento había hecho mucho daño al pobre nido, pero los colibríes reutilizaron el nido, los restauraron y pusieron nuevamente dos huevos, no se si se traba de la misma pareja de colibríes o incluso si era alguno de sus hijos que había vuelto para tener sus crías en el mismo nido, pero me hizo pensar en que como unas aves tan pequeñas podrían tener tal instinto y tanta habilidad innata para elaborar un nido tan hermoso.

Por supuesto que no todas las aves son iguales, en algunos casos unas especies hacen unos nidos muy descuidados o incluso aprovechan cualquier cornisa para poner sus huevos allí sin importarle mucho los riesgos, no obstante las aves que hacen nidos elaborados parecieran enseñarnos tantas lecciones con su ejemplo, la naturaleza puede ser cruel, el viento y la lluvia puede deshacer en cuestión de segundos el trabajo que tanto le ha costado a un ave, pueden perder la descendencia sin que nade siquiera se de cuenta, pero aun así el ave no deja de intentarlo, no se queda llorando sobre el nido destruido, sigue adelante o busca nuevamente un lugar, puede reutilizar los materiales o quizá algunas aprovechan incluso los nidos abandonados por otras ave y lo reconstruyen, pero ninguna deja de hacerlo a pesar de las adversidades, pueden tener un cerebro muy pequeño pero pareciera que pueden entender el concepto de perseverancia más que los humanos, por eso observar los nidos me trae un sentimiento de melancolía y a la vez esperanza, pienso en las aves que luchan bajo entorno hostiles y siguen reproduciéndose y resguardando sus huevos en nidos hechos con tanto esfuerzo y sacrificio.

Esta es mi entrada al Concurso Observa Piensa Escribe

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