La caprichosa (SPA-ENG)

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Como el título de esta nota, así menciona al balón de fútbol un ex gran jugador que luego se convirtió en periodista y conduce un programa en una de las principales cadenas televisivas dedicadas al deporte, me refiero a Enrique "Quique" Wolff que jugó en Racing Club de Avelleda, tuvo un paso por River Plate para luego emigrar a España donde jugó primero en Las Palmas y luego en el Real Madrid. Fue jugador de la selección nacional y disputó el mundial de 1974 en Alemania.

Quique Wolff construyó un lindo y emotivo programa al que denominó "Simplemente fútbol", que lleva muchos años emitiéndose ininterrumpidamente. En su ciclo, abundan las notas técnicas y el análisis de encuentros y jugadores, pero también toca el lado humano de quienes lo practican; en todo momento muestra el amor por un deporte que lleva en la sangre. Desde siempre llamó a la pelota "la caprichosa", si lo sabrá él que fue un eximio defensor de grandes equipos y también de la selección nacional argentina.

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Hablando de la pelota de fútbol, el tiempo ha pasado desde aquella confeccionada en cuero y tientos que se utilizó durante muchísimos años y que provocó no pocas lesiones en la cabeza al cabecear. He leído sobre un excelente delantero uruguayo que vistió la camiseta de Boca Juniors en un gran equipo que ganó los torneos de 1943 y 1944, se llamaba Severino Varela y jugaba con una boina blanca, decía que era para proteger su testa en cada ocasión en que debía cabecear ese duro balón de cuero.

Yo mismo he jugado con una pelota de esas que se utilizó con muy pocos cambios hasta 1970. La tecnología de aquellos balones estaba basada en la utilización de cuero y vejiga de animal. Según cuentan por aquí, la falta de un reglamento claro sobre sus características, peso, circunferencia y otras cuestiones que tenían una incidencia directa en el juego provocó que Argentina perdiera con Uruguay el primer mundial de fútbol en 1930, se dice que el árbitro falló salomónicamente y la final de aquel primer mundial se jugó en el primer tiempo con pelota argentina y el segundo con la uruguaya que era muy diferente, el primer tiempo finalizó favorable a nuestra selección pero en el segundo Uruguay dio vuelta el resultado adjudicándose de esa manera su primera estrella.

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Los cambios más importantes desde esos primeros balones hasta el mundial de 1970 fueron una lenta transición hacia la introducción de una válvula para su inflado, la eliminación de los tientos y la costura invisible. Para el primer mundial disputado en México, la firma Adidas presentó una pelota totalmente diferente y revolucionó el mercado, en aquel torneo debutó el balón denominado Telstar, seguía siendo de cuero pero con 32 gajos de colores blanco y negro. Para Alemania 1974, donde jugó Wolff, se presentó el Telstar Durlast, una evolución del anterior que consolidó la marca y la tendencia que se confirmó totalmente con la Tango Durlast en Argentina 1978. Ese diseño perduró hasta el mundial disputado en Francia en 1998; la tecnología varió poco, pero se adaptó cada balón a una estética que acompañó y homenajeó a cada país anfitrión. En el corazón de nuestro país también hay lugar para la Azteca de México 1986 y la Etrusca de Italia 1990.

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La tercera gran versión de la pelota de fútbol se desarrolló para Corea-Japón 2002, allí se presentó el balón denominado Fevernova con una construcción de 3 capas tejidas, un real cambio de paradigma que consolidó una alta precisión en la trayectoria, aunque eso al DT Marcelo Bielsa y la selección argentina de aquel momento les evoque recuerdos amargos.

A partir del mundial siguiente, la continuidad en el diseño se quebró definitivamente, cada nueva competencia mundialista trajo una estética renovada y avances tecnológicos destacables en el balón a utilizar. En Alemania 2006 el balón denominado Teamgeist presentó 14 paneles sellados eliminando definitivamente las costuras y los 32 gajos con la figura de pentágonos, la resistencia al viento bajó dramáticamente y con ello aumentó la velocidad de vuelo, ese mundial presentó además la novedad de balones personalizados para cada juego.

Continuando con la simpática idea de bautizar cada nuevo balón con un nombre, en Sudáfrica 2010 se presentó la Jabulani, menos recordada que la vuvuzela, la ruidosa corneta que en principio nos pareció simpática aunque luego odiamos profundamente por su sonido molesto y penetrante. El diseño de ese balón redujo la cantidad de gajos a 8, haciéndolo más veloz aún que el anterior, aunque hubo muchas críticas de jugadores y entrenadores por su vuelo imprevisible. Se dijo que era el balón más esférico presentado hasta el momento, aunque la mayoría dudó de esa supuesta perfección.

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La Brazuca en 2014 redujo la cantidad de paneles a 6, aunque su distribución benefició el control de vuelo, la dirección y la velocidad. No sé si la selección brasileña de aquel mundial coincida con esto. En 2018, en el mundial de Rusia volvió el nombre Telstar con el agregado del número 18, pero del balón con aquella denominación solo quedaba el nombre, la tecnología alcanzó para incorporarle un chip interior que proporcionó información de posición y cercanía, principalmente en ambas líneas demarcatorias de la meta, para de esa forma evitar los "goles fantasmas".

Y llegamos al último mundial disputado hasta el presente, Qatar 2022, donde la Al Rihla, absolutamente amada por todos los argentinos, volvió a una senda que se creía olvidada: el diseño de 20 paneles fue desarrollado para optimizar precisión y estabilidad. Messi y los suyos agradecidos, el segundo gol a Francia en esa final es para guardarlo en un cuadro resaltando la exactitud de reloj suizo en cada toque hasta el empujón final de Di María.

Estamos a poco de un nuevo torneo ecuménico, a mediados de 2026 se desarrollará el Mundial de México-Estados Unidos-Canadá, por vez primera 3 paises estarán encargados de la organización y también por primera vez un país tendrá su tercer mundial. En este contexto acaba de ser presentado el balón que acompañará todos los juegos programados, se llama Trionda y está inspirado en la celebración a los tres países de América del Norte encargados de la organización. Volviendo a una moda de quitar gajos, esta solo contiene 4 paneles y, según dicen sus creadores, ha sido diseñada para el alto rendimiento con una geometría ágil que replica las ondas de su nombre. Cada panel posee un color representativo de cada país organizador, conectándose en el centro en forma de triángulo y simbolizando las 3 naciones que se juntan para recibir al torneo por primera vez. En cada panel se ha incorporado un símbolo distintivo de cada nación, así tenemos la hoja de arce representando a Canadá, una estrella a los Estados Unidos y un águila para simbolizar a México. En un refulgente dorado se representa la copa del mundo, el trofeo más deseado por todas las selecciones de fútbol del mundo.

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Desde el punto de vista tecnológico, posee un chip de última generación que se conecta directamente con la telemetría disponible para los encargados del VAR ofreciendo datos relevantes para la toma de decisiones. También incorpora inteligencia artificial para aplicar a la posición de los jugadores y determinar las posiciones adelantadas, por último, colaborar con los toques de balón con la mano en posibles penales.

La caprichosa está cada vez más tecnificada y del nombre asignado por Quique Wolff prontamente quedará poco y nada, la tecnología avanza y sus movimientos están cada vez más controlados. Solo espero que esto no termine por matar al deporte, tan bello como el que más.




The capricious one

Like the title of this article, this is how a former great soccer player who later became a journalist and hosted a program on one of the leading sports television networks refers to the soccer ball. I'm referring to Enrique "Quique" Wolff, who played for Racing Club de Avelleda, had a stint with River Plate, and then emigrated to Spain, where he played first for Las Palmas and then for Real Madrid. He was a player for the national team and played in the 1974 World Cup in Germany.

Quique Wolff created a beautiful and emotional program he called "Simplemente Fútbol," which has been broadcast uninterruptedly for many years. His program is full of technical notes and analysis of matches and players, but he also touches on the human side of those who play it; at all times, he shows the love for a sport that runs in his blood. He always called the ball "la capriciosa," as if he knew, having been an outstanding defender for great teams and also for the Argentine national team.

Speaking of soccer balls, time has passed since the leather and leather-trimmed ball that was used for many years, and caused numerous head injuries when heading the ball. I read about an excellent Uruguayan striker who wore the Boca Juniors jersey on a great team that won the 1943 and 1944 tournaments. His name was Severino Varela, and he played with a white beret. He said it was to protect his head every time he had to head that hard leather ball.

I myself have played with one of those balls, which was used with very few changes until 1970. The technology of those balls was based on the use of leather and animal bladders. According to local accounts, the lack of clear regulations regarding its characteristics, weight, circumference, and other issues that directly impacted the game led Argentina to lose the first World Cup to Uruguay in 1930. It is said that the referee made a Solomon-like decision, and the final of that first World Cup was played with an Argentine ball in the first half and a Uruguayan ball in the second, which was very different. The first half ended in favor of our team, but in the second, Uruguay turned the score around, thus earning its first star.

The most important changes from those first balls until the 1970 World Cup were a slow transition toward the introduction of a valve for inflation, the elimination of the laces, and the invisible seam. For the first World Cup held in Mexico, Adidas introduced a completely different ball, revolutionizing the market. The ball called Telstar debuted at that tournament. It was still made of leather but with 32 segments in black and white. In Germany in 1974, where Wolff played, the Telstar Durlast was introduced, an evolution of the previous ball that consolidated the brand and the trend that was fully confirmed with the Tango Durlast at the Argentina 1978. This design lasted until the 1998 World Cup in France; the technology changed little, but each ball was adapted to an aesthetic that accompanied and honored each host country. In the heart of our country, there is also a place for the Azteca from Mexico 1986 and the Etrusca from Italy 1990.

The third major version of the soccer ball was developed for the Korea-Japan 2002, where the ball called Fevernova was introduced with a 3-layer woven construction, a true paradigm shift that consolidated high precision in trajectory, although this evokes bitter memories for coach Marcelo Bielsa and the Argentine national team at the time.

Starting with the following World Cup, the design continuity was definitively broken. Each new competition brought a renewed aesthetic and notable technological advances in the ball used. At Germany 2006, the ball, dubbed Teamgeist, featured 14 sealed panels, permanently eliminating seams, and the 32 pentagon-shaped segments. Wind resistance dramatically decreased, thus increasing flight speed. This World Cup also introduced the novelty of personalized balls for each game.

Continuing with the fun idea of ​​naming each new ball, at South Africa 2010, the Jabulani was introduced. It is less remembered than the vuvuzela, the noisy horn that we initially found endearing but later deeply hated for its annoying and penetrating sound. The design of this ball reduced the number of segments to eight, making it even faster than the previous one, although it was criticized by players and coaches for its unpredictable flight. It was said to be the most spherical ball ever presented, although most doubted this supposed perfection.

In 2014, Brazuca reduced the number of panels to six, although their distribution benefited flight control, direction, and speed. I don't know if the Brazilian national team at that World Cup agreed with this. In 2018, at the World Cup in Russia, the Telstar name returned with the addition of the number 18, but only the name remained of the ball with that name. Technology was enough to incorporate an internal chip that provided position and proximity information, primarily on both goal lines, thus avoiding "ghost goals."

And we come to the last World Cup played to date, Qatar 2022, where Al Rihla, absolutely beloved by all Argentinians, returned to a path thought to be forgotten: the 20-panel design was developed to optimize precision and stability. Messi and his team are grateful; the second goal against France in that final is one to be recorded in a frame, highlighting the Swiss-watch-like precision of every touch until Di María's final push.

We are soon on the cusp of a new ecumenical tournament. The Mexico-United States-Canada World Cup will take place in mid-2026. For the first time, three countries will be in charge of organizing the tournament, and for the first time, a country will host its third World Cup. In this context, the ball that will accompany all scheduled games has just been unveiled. It's called the Trionda, inspired by the celebration of the three North American countries in charge of hosting the tournament. Returning to a trend of cutting out segments, it only contains four panels and, according to its creators, has been designed for high performance with a streamlined geometry that replicates the waves of its name. Each panel features a color representative of each host country, connecting in the center in the shape of a triangle and symbolizing the three nations coming together to host the tournament for the first time. Each panel incorporates a distinctive symbol of each nation; thus, we have the maple leaf representing Canada, a star for the United States, and an eagle to symbolize Mexico. The World Cup, the most coveted trophy by all the world's national soccer teams, is represented in gleaming gold.

From a technological standpoint, it has a cutting-edge chip that connects directly to the telemetry available to VAR managers, providing relevant data for decision-making. It also incorporates artificial intelligence to apply to player positioning and determine offside positions. Finally, it can assist with handball touches in potential penalties.

The Capricciosa is becoming increasingly technologically advanced, and the name assigned to it by Quique Wolff will soon be little left. Technology advances, and its movements are increasingly controlled. I only hope this doesn't end up killing the sport, as beautiful as any other.




Héctor Gugliermo
@hosgug



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En un mundo tan moderno, con balones que tienen radares, chips para detectar la mano, y otros sensores, soy más de lo añejo, prefiero una y mil veces esos balones que hicieron nacer el amor al fútbol, y con el que jugaron grandes estrellas del pasado, entre ellos el gran Alfredo Di Stefano en sus inicios. Saludos y excelente trabajo como siempre amigo @hosgug

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Coincidimos totalmente, quizás porque aún queremos ese romanticismo de antaño.

Saludos @sadiel0102

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Hermoso e increíble programa "Simplemente Futbol" desde muy joven lo disfrutaba ver, una gran riqueza narrativa en cada edición. Saludos.

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La evolución de la "caprichosa" ha tenido mucho que ver con la evolución del juego porque la calidad del balón con que se juegue determina, en muchas ocasiones, la calidad del partido.

Que bueno que haya tenido, como siempre, el acierto de traer este contenido a la comunidad, para seguir aprendiendo de dónde vienen muchas de las cosas que hoy disfrutamos. Feliz fin de semana.
Salud y saludos.

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Gracias @tonyes por aquí con una refacción en casa, la segunda en pocos meses. Pero ahora la casa está quedando como nueva, bueno, todo lo nuevo que puede tener una propiedad que está a punto de cumplir 100 años de construida.

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Wao, 100 años.
Ahí está escrita la historia de su familia, un tesoro invaluable y muy hermoso.
Feliz jornada estimado @hosgug.
Salud y saludos.

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Por ahora solo conserva la historia de mi propia familia, la adquirí en el año 1990 y desde ese momento hemos vivido mi esposa y mis dos hijos hasta que ellos hicieron su vida y volaron del nido, ahora estamos Adriana y yo, una casa enorme solo para dos pero le tenemos tanto cariño que no queremos desprendernos de ella, les quedará a mis hijos en el futuro y no se que haran con ella.

Esta casa forma parte de un barrio construido en la década de 1930 por un emprendimiento de la entonces municipalidad de Buenos Aires. Son casas que originalmente eran muy parecidas, con el paso del tiempo muchos nuevos compradores las han refaccionado y la mayoría ya no tiene la misma impronta de sus inicios. Hay 4 barrios iguales en la ciudad.

Saludos @tonyes

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Pensé que la casa había sido de su familia desde siempre. Pero, igualmente tiene un gran simbolismo. Al final, las cosas no son tan valiosas por el tiempo que duran, sino, por las huellas que dejan.
Feliz jornada estimado @hosgug.
Salud y salud.

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