☀️ ¿Realmente son las verdades incómodas?

La vida de cada uno de nosotros está compuesta y aderezada con un gran cúmulo de aspectos que pueden que la hagan interesante y placentera, como monótona y desventurada. Son aspectos que engloban una amplia variedad de matices y a los que cada quien le va a dar el valor que considere el adecuado según su propia percepción. Las creencias se encuentran entre los más importantes e influyentes e incluso, pueden hacer una gran diferencia en cómo será nuestra vida.

Emilio nos presenta cinco verdades que considera incómodas y las cuales, como él mismo plantea, le parece importante trabajar a fin de tener una vida más plena. En lo particular y esto fue lo primero que me pregunté cuando me encontré con el título de su post: ¿Realmente son las verdades incómodas?

La interrogante me nace debido a que creo que la verdad siempre será, de alguna manera, buena, positiva y liberadora. Esto me lleva a pensar que una verdad será incómoda, cuando esta pone al descubierto una mentira. Y si en algo somos buenos los seres humanos, es en mentirnos a nosotros mismos.

Mientras pienso en esas cinco verdades que el autor desglosa en su publicación, me doy cuenta de que, en mi caso particular, no creo en las verdades ajenas. Y esto tiene sentido por el hecho de que, en primer lugar, lo que será una verdad para mí, seguramente no lo será para otros. Además, siento que al otorgar ese poder de verdad a ciertas afirmaciones que presentan otras personas, de algún modo permito que influyan en mi propia percepción y valoración de lo que, para mi propia vida, podrían significar.

Y para mantener el ritmo de este post en lo que la iniciativa nos motiva, pienso en algunas de esas verdades en las que creo y que quizás pueden que sean incómodas para los demás o incluso, ni siquiera, sean verdades para ellos. Y se me ocurren entonces estas.