¡Hola, hola, papis y mamis de esta hermosa casa! Ya no recuerdo cuando fue mi última visita por estas latitudes, ciertamente mi tiempo libre cada vez es menos, y el inicio de año escolar de Mathias ha estado un poco atropellado, les cuento que, en vacaciones, y debido a que Mathias había culminado el año escolar con excelentes calificaciones, tanto en la escuela regular, como en la de música, luego de un mes de nivelación escolar, y un plan vacacional musical, le di riendas sueltas a sus antojos de ver televisión, que incluían algunos canales de YouTube, y la posibilidad de jugar en mi computador, y su tableta, después de todo, había pasado un año bastante restringido en este aspecto; definitivamente, fui bastante ingenua al darle tal libertad.



Hace un par de semanas Mathias llego a casa, comentándome que no había podido culminar una evaluación, debido a que estuvo hablando durante la misma (al menos fue sincero), debo admitir que no le di mucha importancia, pensé que había dejado de responder al menos un par de preguntas, ni sorpresa la semana pasada, fue que, no había hecho absolutamente nada en la evaluación, se podrán imaginar mi reacción, después de que en años anteriores, sus calificaciones siempre habían sido sobresalientes, un par de días más tarde me comento que en otra evaluación no había podido terminar, y ese mismo día por la tarde, el profesor de contrabajo, luego de meses de elogios hacia Mathias, me comentaba que tenía un par de semanas en las que no había avanzado nada en clases, pues su comportamiento era totalmente diferente al que siempre había tenido, y debía ponerse al día, pues tiene su primera presentación en puerta.



Mi reacción inmediata fue de ira, me transforme de un instante al otro en un ogro y para que mentirles, le grite un par de veces, antes de retirarme a mi habitación para enfriarme un poco y de esta manera, manejar mejor la situación, unos minutos más tarde el mismo Mathias me pidió conversar en privado, una actitud bastante madura de su parte, me dio mil excusas del porqué de su distracción, una de ellas la tenía más que clara, y era ese deseo incontrolable de estar pegado a los juegos y al YouTube, aunado a que su cumpleaños estaba a la vuelta de la esquina, y literal, soñaba con ese día, y con las cosas que añoraba que le regalaran.



Y, como bien le he dicho a Mathias desde pequeño, más que preocuparnos, debemos ocuparnos y tomar las medidas correctivas pertinentes, ya que el daño estaba hecho, por lo que tocó aplicar un par de castigos: evidentemente, el YouTube y los videojuegos están totalmente prohibidos, y sus amados Legos están en el ojo del huracán. Debo decir que son medidas drásticas, pero necesarias. Hasta el momento, los cambios han surtido efecto, ciertamente, Mathias ha ido madurando mucho con la edad, sin embargo, de vez en cuando se le sale una rueda a la carreta y suceden este tipo de situaciones, estoy segura de que no solo me pasa a mí, por aquí continuaremos tratando de encaminar este cuarto grado, y con seguridad, todo saldrá bien al final del año escolar.

_{Imágenes de mi propiedad, tomadas con la cámara de mi teléfono Redmi Note 14, editadas con Snapseed.}

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