REMEDIOS PARA EL ALMA (21)

Recuerda:

"Esta vida es tuya y de nadie más. Solo tú tienes el poder de hacer lo que quieras con ella, pero debes en verdad asumirlo y hacerlo bien, convencido totalmente. Si vas a amar, hazlo honesta y sinceramente.

Toma las riendas de tu vida y vívela felizmente. Si logras apasionarte por algo, sumérgete y sé parte de ello. Tienes trabajo, tienes que hacer. Hay algo que te hiere por dentro, busca cómo calmar el dolor. Tienes una vida de la cual te sientes satisfecho, sé inmensamente feliz y compártela.

Si estás en búsqueda de, así sea un minuto de paz, no la busques en cosas materiales ni en los demás. Escarba dentro de ti, en tu alma, y hazla brotar hacia afuera. Así pintas con acuarelas, arcoíris en tus días tormentosos.

Tal vez te preguntes cuál es tu fin en la vida. Y si tienes un sueño vivo en tu mente, hazlo nacer, no lo ocultes, compártelo. Que son esos los tesoros que hacen a este un mundo un poco mejor.

Ora, ruega por poseer la fortaleza para poder continuar, la sagrada paciencia para intentarlo una y otra vez, la sabiduría de encontrar la flor en un bosque tapado de espinas que todos esquivan, y la valentía de ir y volver con ella.

Ten fe en ti mismo, pero no abuses. A nadie le gustan los ególatras. Más bien, recuerda humildemente que siempre se puede ser mejor. Es importante mantenerse como un fruto verde pendiendo en el árbol, no creerse que uno se lo sabe todo, o sea, ser un fruto maduro que se desprendió y es comido en el suelo por los gusanos.

Si recibes amor y cariño, estate dispuesto a dar más. Se grato. Intenta ayudar y proteger al prójimo, y a ti no te faltará. Siente alegría por ser la increíble persona en la que te vas convirtiendo.

No te olvides que cada ser humano lleva oculto en su corazón la semilla de un sueño especial y sin par. Es hacerlo crecer, asía su mayor plenitud. Es tu sueño una empresa solitaria, pero así sea secreto o lo compartas, es una fuerza brutal que jamás debería desperdiciarse.

Ve y sé todo lo mejor que puedas ser. Adquiere el derecho de ser tú mismo. Sigue fielmente tu propia estrella, o sea, "vive tu propia vida".