✨ Iniciativa - Esa vida nuestra N° 38: Nuestro insólito universo [ES/EN]

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¡Hola amigos de está increíble comunidad de Holos & Lotus! Espero que se encuentren todos muy bien. Hoy me paso por acá para participar de la nueva iniciativa de @charjaim en su sección de Esa vida nuestra, donde nos invita a compartir un hecho insólito que hayamos presenciado o protagonizado y que pusiera a prueba lo que somos capaces de hacer en determinadas situaciones.

Me gustaría empezar diciendo que soy una persona de aura tranquila y relajada, es difícil verme alterada o siendo la protagonista de algo porque lo que menos me gusta es llamar la atención. La cuestión es que a veces terminamos protagonizando sucesos que por ahí nos exceden y allí nos damos cuenta de esa fuerza interna que poseemos.

Me acuerdo de una vez, cuando era una niña de unos 5 años y estaba en un festival escolar, habíamos preparado una coreografía artística para hacer con mi grupo, entre otras actuaciones que se presentarían ese día. Estaba muy entusiasmada, había practicado mucho esa coreografía y quería dar lo mejor de mí. Además, había muchísima gente y yo quería que todo saliera perfecto. Cuando llegó el momento de nuestra actuación, en uno de los giros y saltos, se ve que apoyé mal un pie y sentí un dolor agudo en la pierna. Creo que cualquier otro niño se hubiera tirado a llorar, pero yo estaba empecinada en que quería que todo saliera bien, así que seguí con la coreografía como si no pasara nada a pesar de que me dolía apoyar esa pierna y hasta llegue a cojear un poco. Sin embargo, pude terminar la actuación y salió genial, estaba tan contenta que fui corriendo como pude con mi madre y la abrace, a todo esto, nunca le dije que me dolía la pierna y ella se ve que no se dio cuenta del percance. Pero después de eso fuimos a sentarnos y a comer algo, y seguía tan extasiada que ni me acordé del dolor, incluso no lo volví a sentir más, es como si se curara por arte de magia. Fue increíble. Con esto también descubrí que soy tan terca y determinada como se lo estarán imaginando.

_Fuente

Después tengo otro hecho de hace unos años donde trabajaba en un pet shop, una tienda de mascotas. Vino un cliente a traer a su perra para que la bañemos y le hagamos un corte de pelo. No estaba muy convencido de dejarla porque la perra no estaba acostumbrada a estar en lugares ajenos y podría intentar escapar, pero al final mi jefa lo convenció y nos la dejo. Efectivamente, cuando la perra vio que su humano se iba sin ella quiso ir detrás de él, encima era una labradora, una perra con un porte y una fuerza importante. De todos modos procedimos a bañarla. En una de esas entra otro cliente a comprar y deja la puerta abierta, el lugar era chico y aunque la sostenía con fuerza ella era muchísimo más fuerte, así que cuando vio su oportunidad me dio un tirón, se soltó de la cuerda y se escapó. De la desesperación salí atrás de ella sin ponerme a pensar.

Gente, no les miento si les digo que la corrí casi por una hora sin parar, no quería perderla de vista, otras personas intentaban pararme para ver qué me ocurría, incluso se ofrecieron a llevarme en auto, pero a pesar de todo no iba a subirme al auto de un desconocido. Así que no les prestaba atención y seguía atrás de la perra, hasta que esta se cansó después de lo que pareció una eternidad y se tiró al costado de una calle super exhausta de tanto correr, llegué junto a ella e hice lo mismo. Me tiré al piso a su lado, le puse la correa y nos quedamos ahí tiradas porque ninguna daba más del cansancio. Cabe destacar que nunca fui una persona que hiciera ejercicio, así que sentía que me iba a morir de todo lo que corrí, pero mientras estaba en esta misión no sentí el cansancio, solo quería intentar alcanzar a la perra porque si la perdía de vista no me lo iba a perdonar. No sé de dónde saqué esa fuerza, pero ahí estaba. A todo esto, ninguna de las dos podíamos caminar. Un vecino nos ofreció agua a las dos y pude avisar a mi familia para que viniera a buscarnos. Así sucedió, le devolví la perra a su humano, este ya estaba avisado de lo que había pasado, por suerte hubo un final feliz.

La verdad es que hay cierto instinto que se nos activa en momentos raros de nuestra vida que nos hacen hacer cosas de las que no somos conscientes hasta que sucede y nos quedamos impactados, pero es genial saber que tenemos esa otra fuerza interior que se activa cuando más la necesitamos, aunque también estaría bueno saberla controlar por si suceden casos extremos donde uno emplea esa fuerza en un ataque de ira que puede hacer daño. Pero estoy segura que todos poseemos algo de esto y estaría bueno saberlo reconocer para actuar en consecuencia.

Bueno amigos, hasta acá mi participación acerca de este tema. Espero que les haya gustado e invito a todos los que me lean a participar.
Gracias por llegar hasta acá y apoyar mi contenido.
¡Hasta la próxima!

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Hello, friends of this incredible Holos & Lotus community! I hope you are all doing well. Today, I am stopping by to participate in @charjaim's new initiative in his section “Esa vida nuestra”, where he invites us to share an unusual event that we have witnessed or experienced and that tested what we are capable of doing in certain situations.

I would like to start by saying that I am a calm and relaxed person. It is difficult to see me upset or being the center of attention because what I dislike most is drawing attention to myself. The thing is, sometimes we end up being involved in events that are beyond our control, and that is when we realize the inner strength we possess.

I remember once, when I was a girl of about 5 years old and I was at a school festival, we had prepared an artistic choreography to perform with my group, among other performances that would be presented that day. I was very excited, I had practiced that choreography a lot and I wanted to give it my best. Besides, there were a lot of people and I wanted everything to go perfectly. When it was time for our performance, during one of the turns and jumps, I landed badly on my foot and felt a sharp pain in my leg. I think any other child would have burst into tears, but I was determined that everything should go well, so I continued with the choreography as if nothing had happened, even though it hurt to put weight on that leg and I was even limping a little. However, I was able to finish the performance and it went great. I was so happy that I ran as fast as I could to my mother and hugged her. I never told her that my leg hurt, and she didn't seem to notice the mishap. But after that, we went to sit down and eat something, and I was still so ecstatic that I didn't even remember the pain. In fact, I didn't feel it anymore. It was as if it had been magically healed. It was incredible. This also made me realize that I am as stubborn and determined as you might imagine.

_Source

Then there's another incident from a few years ago when I was working at a pet shop. A customer came in to bring his dog in for a bath and haircut. He wasn't very keen on leaving her because she wasn't used to being in unfamiliar places and might try to escape, but in the end my boss convinced him and he left her with us. Sure enough, when the dog saw her owner leaving without her, she wanted to go after him. She was a Labrador, a dog with considerable size and strength. Anyway, we proceeded to bathe her. Just then, another customer came in to make a purchase and left the door open. The place was small, and even though I was holding her tightly, she was much stronger, so when she saw her chance, she gave me a tug, broke free from the rope, and ran away. In desperation, I ran after her without thinking.

Guys, I'm not lying when I say I ran after her for almost an hour without stopping. I didn't want to lose sight of her. Other people tried to stop me to see what was wrong, and even offered me a ride, but despite everything, I wasn't going to get into a stranger's car. So I ignored them and kept following the dog until she finally got tired after what seemed like forever and collapsed on the side of the road, exhausted from running. I got to her and did the same thing. I lay down on the ground next to her, put her on a leash, and we stayed there because we were both too tired to move. It should be noted that I was never a person who exercised, so I felt like I was going to die from all the running, but while I was on this mission, I didn't feel the exhaustion. I just wanted to try to catch up with the dog because if I lost sight of her, I would never forgive myself. I don't know where I got that strength, but there it was. At this point, neither of us could walk. A neighbor offered us both water, and I was able to call my family to come and pick us up. That's what happened. I returned the dog to its owner, who had already been notified of what had happened. Luckily, there was a happy ending.

The truth is that there is a certain instinct that is activated in rare moments of our lives that makes us do things we are not aware of until it happens and we are shocked, but it's great to know that we have that other inner strength that is activated when we need it most, although it would also be good to know how to control it in case of extreme situations where one uses that strength in a fit of rage that can cause harm. But I'm sure we all have some of this, and it would be good to know how to recognize it so we can act accordingly.

Well, friends, that's all I have to say on this topic. I hope you enjoyed it and I invite everyone who reads this to participate.
Thank you for reading and supporting my content.
See you next time!