“Si no me das el teléfono…”

Es difícil competir con las pantallas ya que estas están criando a nuestros hijos antes que nosotros lo hagamos.

El mundo digital, además de que está en todas partes, se lo ponemos a nuestros hijos en bandeja de plata desde edades muy tempranas; y ya sabemos que la conexión digital está en todos los lugares, por lo que ellos pueden ver informaciones que ni te imaginas que existen.

Las recomendaciones pediátricas actualizadas, y en concreto voy a poner el ejemplo de la Asociación Española de Pediatría AEP, de este año, son las siguientes:

De 0 a 6 años se evitan las pantallas, a excepción, tal vez, de las videollamadas que pueden recibir si tienen familiares lejanos.

De 7 a los 12 años se recomienda una hora al día, incluyendo el uso de las mismas para deberes escolares, evitando sueño y alimentación.

Y de 13 a 16 años, un máximo 2 horas al día como recomendación para el uso de dispositivos electrónicos.

¿Te parece eso difícil o utópico?

Pues se puede.

Yo me imagino que lo vemos muy alejado de la realidad porque a los 11 años ya nuestros hijos tienen un teléfono celular inteligente que, además defiende de la vista de sus padres a capa y espada.

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Aprender sin investigar, sentir sin razonar

Sucede que los niños están aprendiendo directamente de las redes y de la información que consiguen en cualquier parte; y nosotros, por tolerantes, estamos permitiendo que ellos aprendan sin investigar.

Igual que la felicidad y los estímulos de bienestar que estos niños están recibiendo, que son rápidos e inmediatos ante las situaciones que viven, por lo que, también estamos enseñando que la felicidad se obtiene en un dos por tres, y no, que esta se construye.

Igualmente les enseñamos con demasiada tolerancia y, como ejemplo, estoy seguro de que quienes leyeron que las recomendaciones para los adolescentes de 13 a 16 años son solo 2 horas de internet y de dispositivos electrónicos al día, se habrán sorprendido como yo lo hice, porque a los 10 años ya le damos el primer teléfono celular a nuestros hijos.

A esas edades se les debería hablar claro y con firmeza, se les dan tareas para el hogar que, por cierto, la misma página de psicologíaymente.com refiere que son beneficiosas, según se ha demostrado por estudios científicos.

Así, los niños que reciben tareas en el hogar y que las realizan, obtienen mejores resultados académicos, habilidades sociales sólidas y una mayor satisfacción en la vida.

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Propiciar un liderazgo sano y respetuoso

El artículo de hoy es para reflexionar; aquí no estamos danto las indicaciones perfectas para criar a nuestros hijos.

Estamos pensando en la necesidad de un liderazgo parental que clarifique la realidad existente ante demasiados problemas que se viven en cuanto a la exposición a peligros y al daño social.

Para que pueda producirse un desarrollo óptimo a nivel emocional, cognitivo y social, la crianza es esencial y necesita de marcos teóricos y prácticos sólidos para que los hijos desarrollen sus habilidades en el tiempo en que pueden desarrollarlas.

Regular el autocontrol y la empatía, lo logra un individuo en la medida en que desarrolla sus áreas cerebrales.

Pero, aunque también es cierto que no podemos imponerlo desde el miedo, sí podemos hacerlo desde el razonamiento.

Debemos ser formadores sanos y respetuosos; sí, claro que sí, no teniendo al hijo de amigo, sino como lo que es, un ser humano del cual tú eres responsable en cuanto a su protección, su desarrollo y crecimiento.

Recuerda que la conexión padres e hijos es esencial, pero debe haber fortaleza y, figuras de autoridad y respeto, para que ellos puedan desarrollarse y decidir con información valiosa.

“If you don't give me the phone...”

It's difficult to compete with screens, as they are raising our children before we do.

The digital world is not only everywhere, but we also give it to our children on a silver platter from a very early age. And we know that digital connectivity is everywhere, so they can see information that you can't even imagine exists.

The updated pediatric recommendations, and specifically I'm going to give the example of the Spanish Pediatric Association (AEP) from this year, are as follows:

From 0 to 6 years old, screens should be avoided, with the exception, perhaps, of video calls they may receive if they have distant relatives.

From 7 to 12 years old, one hour per day is recommended, including the use of screens for schoolwork, avoiding sleep and eating.

And from 13 to 16 years old, a maximum of 2 hours per day is recommended for the use of electronic devices.

Does that seem difficult or utopian to you?

Well, it can be done.

I imagine that we see it as far removed from reality because by the age of 11, our children already have a smartphone, which they defend tooth and nail from their parents' view.

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Learning without researching, feeling without reasoning

Children are learning directly from social media and information they find anywhere, and we, being tolerant, are allowing them to learn without researching.

Just like the happiness and stimuli of well-being that these children are receiving, which are quick and immediate in the situations they experience, we are also teaching them that happiness is obtained in a flash, and not that it is built.

We also teach them with too much tolerance, and as an example, I am sure that those who read that the recommendations for adolescents aged 13 to 16 are only two hours of internet and electronic devices per day will have been surprised, as I was, because at age 10 we already give our children their first cell phone.

At that age, we should speak to them clearly and firmly, and give them chores to do at home, which, incidentally, the website psicologíaymente.com says are beneficial, as has been demonstrated by scientific studies.

Children who are given chores to do at home and who do them achieve better academic results, develop strong social skills, and have greater satisfaction in life.

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Promoting healthy and respectful leadership

Today's article is intended to provoke reflection; we are not providing perfect guidelines for raising our children.

We are considering the need for parental leadership that clarifies the current reality in light of the many problems that arise from exposure to danger and social harm.

For optimal emotional, cognitive, and social development to occur, parenting is essential and requires solid theoretical and practical frameworks so that children can develop their skills at the right time.

Regulating self-control and empathy is achieved by an individual as they develop their brain areas.

But, although it is also true that we cannot impose this through fear, we can do so through reasoning.

We must be healthy and respectful educators; yes, of course, not treating our children as friends, but as what they are, human beings for whose protection, development, and growth we are responsible.

Remember that the parent-child connection is essential, but there must be strength, authority figures, and respect so that they can develop and make decisions based on valuable information.

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