The best for me, I choose it / Lo mejor para mí, lo elijo yo LOH COMMUNITY CONTEST 239

Hello, #hive ladies

I'm sure we've all been through what this week's contest invites us to talk about.

This is a very complicated topic. If I had listened to everyone who told me don't do this, it's not good for you or you should do this... or that, my life would be different right now. I wouldn't have the wonderful children I have now, or my career, or my husband.

In conclusion, I wouldn't have my life: I would be living the life that others have thought or think for me.

I've always been one of those who advocates thinking about what I want to do, what makes me happy. I always think very carefully about every decision I make in my life. It doesn't matter which ones, whether they're small or big. Regardless of whether I'm debating whether to buy bread or not, or change jobs or not.
I always think carefully so I don't regret it later. There are few things that bother me more than the feeling of regret.
I can make mistakes, of course, but I'll live with the peace of mind that I thought things through, and even if things didn't turn out the way I wanted, it won't keep me up at night.
That doesn't mean I won't listen to advice. I have several friends I turn to for their opinions. For the most important things, I have my husband. Although in this case, he serves two functions: friend and husband. I must count on him.
However, counting on him is one thing, and doing what he or someone else tells me is quite another.

For many years, I did what others wanted, out of respect for my elders. However, once I became pregnant, that maternal instinct and the courage and valor that motherhood brings, I decided that the best thing for me and my children was to leave the province.
Imagine that when I told my closest friends the decision I had made, none of them understood me. How are you going to change the capital, the city, for a province, for the countryside?
No one understood that what I was changing was my current situation, for a better life for my children. And it was the best thing I ever did.
Even after separating from my children's father, I decided to stay in the province and not return to the capital, contrary to what everyone told me was the best thing for me.
Today, my children have grown up in a stable family environment, studying classical guitar at the Art School.
And I'm not the only one in this situation. My husband, @abelarte, came to teach a literature course and stayed here with me. He's another who left the capital for love, contrary to what many told him and still tell him, or think.
He decided his future is here with me.

Likewise, we'll always have the capital when we want to return. Home, after all, is wherever your loved ones are.

It's also a matter of statistics (if we want to look at it from a cold and calculated perspective).
Think about yourself, about what will make you happy, and stop living by what others think is best. It's impossible for someone to know more about your life than you do, so it's impossible for them to give better life advice with less than 1% of the information.

Abel says, however, that you have to listen to your friends. True friends. He believes that a true friend doesn't judge you or tell you what to do. A friend supports you and helps you with whatever you need to be happy. A friend always respects your decision, even if they don't share it.

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Versión en Español

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Hola, chicas de #hive

Estoy segura que todas hemos pasado por lo que el concurso de esta semana nos convida a hablar.
Este es un tema muy complicado. Si hubiera hecho caso en cada ocasión en que me han dicho no hagas esto, que no te conviene o deberías hacer esto... o lo otro, ahora mismo mi vida fuera otra. No tuviera a los magníficos hijos que ahora tengo, ni mi carrera, ni a mi esposo.
Conclusiones, no tuviera mi vida: estuviera viviendo la vida que los demás han pensado o piensan por mí.

Siempre he sido de las que abogan por pensar en lo que yo quiero hacer, en lo que me hace feliz. Siempre me pienso muy bien todas las decisiones a tomar en mi vida. No importa cuáles, ni si son pequeñas o grandes. Independientemente de si me debato entre comprar pan o no, o cambiar de trabajo o no.
Siempre lo pienso bien para no arrepentirme luego. Hay pocas cosas que me molesten más que el sentimiento de arrepentimiento.
Puedo equivocarme, claro, pero viviré tranquila de que lo pensé bien y aunque las cosas no salieron como quise, tampoco será algo que me quite el sueño.
Eso no quiere decir que no escuche consejos. Tengo varias amistades a las que acercarme a escuchar su opinión. Para las cosas más importantes tengo a mi esposo. Aunque en este caso, cumple dos funciones: amigo y esposo. Debo contar con él.
No obstante, contar con él es una cosa y hacer lo que él u otra persona me diga, es otra cosa bien diferente.

Durante muchos años estuve haciendo lo que otros querían, por una cuestión de respeto a mis mayores. Sin embargo, una vez que salí embarazada, ese instinto materno y el coraje y valor que da la maternidad, decidí que lo mejor para mí y mis hijos, era irme de la provincia.
Imagínense que, cuando les dije a mis amigos más cercanos la decisión que había tomado, ninguno me entendió. ¿Cómo vas a cambiar la capital, la ciudad por una provincia, por el campo?.
Nadie entendió que yo lo que cambiaba era mi situación de entonces, por una mejor vida para mis hijos. Y fue lo mejor que hice en mi vida.
Incluso, después de separarme del padre de mis hijos, decidí permanecer en la provincia y no regresar en la capital, contrario a lo que todos me decían que era lo mejor para mí.
Hoy en día, mis hijos han crecido en un ambiente familiar estable, estudian guitarra clásica en la Escuela de Arte.
Y no soy la única en esta situación. Mi esposo, @abelarte vino a impartir un curso de literatura y se quedó aquí conmigo. Es otro que cambió la capital por el amor, contrario a lo que muchos le decían y aún le dicen, o lo piensan.
Él decidió que su futuro es aquí conmigo.
De igual modo, siempre tendremos la capital para cuando queramos regresar. El hogar, al fin y al cabo, es donde sea que estén tus seres queridos.

También es una cuestión de estadística (si lo queremos mirar de una forma fría y calculada).
Piensa en ti, en lo que te hará feliz y deja de vivir por lo que otros crean que es lo mejor. Es imposible que alguien sepa más de tu vida que tú misma, así que, es imposible que den un mejor consejo de vida con menos del 1% de la información.

Dice Abel que, sin embargo, hay que escuchar a los amigos. Amigos de verdad. Él es del criterio que el verdadero amigo no te juzga ni te dice lo que tienes que hacer. El amigo te apoya y te ayuda en lo que necesites para ser feliz. El amigo respeta siempre tu decisión, aunque no la comparta.