I'm not afraid, I'm a mother - initiative #35 / No soy miedosa, soy una madre - iniciativa #35 (eng-esp)
Hello, friends of Holos & Lotus.
Today I'm here to participate in @charjaim's #35 initiative on overcoming phobias.
I've never considered myself a fearful woman. So far, I've never discovered I have a phobia. I've faced sudden changes, made difficult decisions, and even slept alone in a dark house without flinching.
But since my children came into my life, something changed. Suddenly, the world became filled with dangers I hadn't even registered or understood as a danger to me until then: like downpours, thunder, walking down the street at night, etc.
Now, a heavy downpour isn't just rain, it's the possibility of slipping; crossing the street isn't just a step, it's a latent risk; a thunderstorm is no longer a spectacle of nature, but a perennial threat hanging over them.
It's not that I didn't know before that life has risks. Now, the dangers don't just affect me, but my children as well.
I realized that motherhood had turned me into a different person—not fearful, but fearful, cautious (sometimes excessively so).
Now, during a storm, I run to check three times that the windows were closed, even though my children were sleeping peacefully. When I dropped them off at school, I would stay outside for five extra minutes "just in case." When they were babies, at night I would monitor their breathing.
At first, I believed fear was a sign of unhealthy love. Over time, I understood that, in excess, it could become a cage. I didn't want to raise them in cotton wool, suffocated by my overprotection. I've always wanted them to grow up free, safe, and, above all, capable of facing the world without my fear weighing them down.
My intention is to prepare them for the future, not to protect them or prevent them from the future.
Instead of obsessing over eliminating all dangers, I decided to prepare them. We talk openly about what to do in case of storms (stay away from windows and trees, etc.), how to cross the street, or who to call in an emergency. I explain the whys and wherefores instead of imposing rules out of fear. This way, instead of instilling anxiety in them, I give them tools for life.
I also encourage them to think for themselves.
One day, my oldest son said to me, Mom, I know the kitchen isn't for playing. It was my reminder that they aren't helpless.
I began to give them small, age-appropriate freedoms, like going to the grocery store and using scissors under supervision, and I saw their confidence grow as they felt capable of doing the same things I did.
It's not a phobia, but it is a fear that will never go away. I have had and will have to learn to master it instead of allowing it to dominate me and hurt us. I can't pass on my fears to them, whether they're well-founded or not.
I still peek into their room at night. I still pray silently when they go to school alone or go out at night. I don't sleep until they're back by my side. But I no longer let fear dictate how I experience my motherhood. Because I've understood that protecting them doesn't mean avoiding every fall, but rather teaching them how to get back up.
I'm not afraid... but I am a mother. And in that "but" lies all the fears and also all the strategies to overcome them.
In the end, the greatest act of love is not wrapping them in bubbles, but raising them with the certainty that, even if the world is sometimes frightening, they will have the resources to navigate it.
And I, even if it's difficult, have the serenity to let them try.
Versión en español
Hola, amigos de Holos & Lotus.
Hoy vengo a ustedes para participar en la iniciativa #35 de @charjaim sobre la superación de las fobias.
Nunca me he considerado una mujer temerosa. De momento, nunca he descubierto tener alguna fobia. He enfrentado cambios bruscos, tomado decisiones difíciles y hasta he dormido a oscuras en una casa sola sin pestañear.
Pero desde que mis hijos llegaron a mi vida, algo cambió. De pronto, el mundo se llenó de peligros hasta ese momento, ni registraba o no las entendía como un peligro para mí: como los aguaceros, los truenos, andar de noche por la calle, etc.
Ahora, un aguacero fuerte no es solo lluvia, es la posibilidad de que se resbalen; un cruce de calle no es solo un paso, es un riesgo latente; una tormenta eléctrica ya no es un espectáculo de la naturaleza, sino una amenaza perenne sobre ellos.
No es que antes no supiera que la vida tiene riesgos. Es que ahora los peligros no solo me afectan a mí, sino a mis niños.
Me di cuenta de que la maternidad me había convertido en otra persona, no miedosa, sino temerosa, precavida (en ocasiones en exceso).
Ahora, durante una tormenta, corro a revisar tres veces que las ventanas estuvieran cerradas, aunque mis hijos dormían plácidamente. Cuando, después de dejarles en el colegio, me quedaba afuera durante cinco minutos más "por si acaso". Cuando bebitos, de noche les vigilaba la respiración.
Al principio, creí que el miedo era señal de amor ni sano. Con el tiempo entendí que, en exceso, podía convertirse en una jaula. No quería criarlos entre algodones, asfixiados por mi sobreprotección. Siempre he querido que crezcan libres, seguros y, sobre todo, capaces de enfrentar el mundo sin que mi temor les pesara.
Es mi intención prepararlos para el futuro, no protegerlos ni evitarles el futuro.
En lugar de obsesionarme con eliminar todos los peligros, decidí prepararlos. Hablamos abiertamente de qué hacer en caso de tormentas (alejarse de ventanas y árboles, etc), cómo cruzar la calle o a quién llamar en una emergencia. Les explico los porqués en lugar de imponer reglas por miedo. Así, en lugar de transmitirles ansiedad, les doy herramientas para la vida.
También los animo a pensar por ellos mismos.
Un día, mi hijo mayor me dijo: Mamá, ya sé que la cocina no es para jugar. Fue mi recordatorio de que ellos no son indefensos.
Empecé a darles pequeñas libertades acordes a su edad como ir al mercado, usar tijeras bajo supervisión y vi cómo su seguridad crecía al sentirse capaces de hacer lo mismo que yo.
No es una fobia, pero sí un miedo que nunca desaparecerá, pero he tenido y tendré que aprender a dominar en lugar de permitir que me domine y nos haga daño. No puedo transmitirles mis temores, con fundamentos o no.
Sigo asomándome a su cuarto por las noches. Todavía rezo en silencio cuando se se van solos a la escuela o salen de noche. No duermo hasta que regresan a mi lado. Pero ya no dejo que el miedo dicte cómo vivo mi maternidad. Porque entendí que protegerlos no significa evitar toda caída, sino enseñarles a levantarse.
No soy miedosa… pero soy madre. Y en ese "pero" caben todos los temores y también todas las estrategias para vencerlos.
Al final, el mayor acto de amor no es envolverlos en burbujas, sino criarlos con la certeza de que, aunque el mundo a veces asuste, ellos tendrán los recursos para navegarlo.
Y yo, aunque me cueste, la serenidad para dejarlos intentarlo.
Estoy plenamente de acuerdo con usted, la maternidad y la paternidad (que los patrones patriarcales nos mueven a veces a asumir roles que representen o les transmitan total seguridad en sí mismos) conllevan la necesaria precaución, no es miedo, es cuidado y protección. Como bien usted dice cuando ya pueden comprender es hablarles de los peligros que la edad por percepción baja de los riesgos no les permite ver. Si son muy pequeños es bien difícil que comprendan los peligros y es necesario que no noten nuestros cuidados o que no los perciban como mensajes de ansiedad porque cuando son bien pequeños captan sólo la ansiedad por ejemplo si están en lugares muy abiertos o aglomeraciones, cómo la edad no les permite comprender el peligro esos mensajes de ansiedad se pueden quedar en el subconsciente y después de adultos es lo que las personas que han desarrollado trastornos de ansiedad o neurosis te describen como la sensación de que le van a dar una mala noticia de que va a ocurrir algo malo sobre todo en los espacios abiertos o en las aglomeraciones porque lo que quedó en la mente fue el aprendizaje de que "algo" pueden pasar en lugares abiertos (por poner un ejemplo) o cuando cae un rayo aunque estén bajo techo y bien guarecidos. Lo que quedaron fueron los mensajes de ansiedad sin tener conciencia de la causa y es una ansiedad indefinida que es lo que la diferencia de la precaución comprensible. Lo importante es ir dando las explicaciones en función de la edad y de la comprensión que puedan tener, porque la ansiedad es irracional o inexplicable cuando el modelo educativo fue apartarlos del peligro sin explicarle de qué se trata el peligro. No sé si logré hacerme entender pero lo cierto es que los trastornos neuróticos tienen que ver con los modelos educativos sobreprotectores pero por supuesto hay que enseñar a nuestros hijos a cuidarse y a no "permitir que experimenten por cabeza propia", hay que desmontar ese mito, si se enseña de forma tal que no se tenga que sufrir un peligro o las consecuencias de una baja percepción de los riesgos por inexperiencia. Resumiendo, cuando alguien diga que 'nadie experimenta por cabeza ajena' dígale sin dudarlo que no es cierto, que por supuesto no hay que hacerle todo a nuestros hijos, hay que dejar que adquieran habilidades para resolver las diferentes situaciones que se van a encontrar en la vida pero no al extremo de dejar que se expongan a peligros que pueden tener consecuencias lamentables y muy peligrosas. No es lo mismo dejarlos que aprendan a explicar por ellos mismos por ejemplo la razón por la que no hicieron una tarea escolar que no enseñarles como protegerse de una tormenta, o una inundación o no dejar que les coja demasiado tarde en la calle. El miedo de que les pueda pasar algo como madres y padres es inevitable, por supuesto hay maneras de enfrentar ese miedo como bien usted ha explicado. Se basa en prepararlos para la vida, con argumentos y razones.
Delegate your Hive Power to Ecency and earn
100% daily curation rewards in $Hive!
Tú has transmitido un mensaje de valentía y empoderamiento al enfrentar tus miedos. Es inspirador ver cómo has tomado el control de tus emociones y te has decidido a no dejar que el miedo te defina. Te abrazo fuerte.
You have conveyed a message of courage and empowerment by facing your fears. It is inspiring to see how you have taken control of your emotions and decided not to let fear define you. I send you a big hug.
Muchas gracias 😊.
Sí. Tenemos que superar nuestros miedos. Es eso o sucumbir ante ellos.
Dominarlos en lugar de permitir que nos dominen.
!LADY