Art goes straight to the heart / El arte va directo al corazón (eng-esp)

Hello, friends of Holos & Lotus.

The expression for the love of art has been given many meanings over the years. I myself have used it in several different contexts. However, there is one common denominator in my life, and that is my love for art.

They have always existed, but lately I have discovered that, in a world that often seeks to silence uncomfortable voices, art has become my most intimate and powerful trench. Not the trench of the shot, but the trench of the seed. Our apostle, José Martí, said that art is the shortest way to reach the truth and imprint it so that it endures in minds and hearts.
And, as always, he is right.

In the face of the harshness of statistics, a verse, a note played, can drive the truth into the soul. In the face of the oppressive discourse of the market that seeks to homogenize thought, the presentation of a guitar orchestra explodes in a thousand colors to show the diversity that shapes us.
With my guitar, when I play, I don't seek to distill anguish and sorrow. I seek to transform them into a message that transcends noise and fear. It's my act of resistance: taking pain, rage, or memory, and turning them into something beautiful, something so overwhelmingly beautiful that it can't be ignored.

But it's also my deepest act of hope for a better world. Because when I create, I appeal to that essential communicative function of art. I don't play the guitar just out of vocation or love of art; I do it so that someone, somewhere, can feel that their loneliness is less lonely, that their problems are fewer: and smile.
When I play, I seek to move people in the best way I know how: through art.
Each note is a faith placed in the future, in the belief that someone will feel it and understand the coded message of resistance and beauty.

By putting my truth into an artistic form, I free it from the ephemeral. A decree can be repealed, a piece of news forgotten, but music is repeated, a poem is memorized, an image is seared into the collective memory.
Thus, art becomes (I turn it) a vehicle of permanence. It's my way of saying: This happened. This is what I felt. This is my truth. And in doing so, I not only resist all the hardships we suffer every day, not only in Latin America but around the world, but I also sow a seed of comfort and strength for whoever finds it tomorrow.

So, #hive friends, live in art, from art, and for art. Use it as a cloak, armor, shield, and sword to make your days better.
Use it to help yourself, but also to help others, as @charjaim is now seeking to do with her friend @santamorillo with her initiative; I wish them all the help they can get and that they find refuge in art.
In my case, I do it with the guitar, with my music. Music is the shortest path I know. Yes: because it goes straight to the heart and without asking permission.

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Versión en español

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Hola, amigos de Holos & Lotus.

A la expresión por amor al arte se le ha otorgado muchísimos significados a lo largo de los años. Yo misma la he utilizado en distintos contextos diferentes. Sin embargo, hay un denominador común en mi vida y ese es mi amor por el arte.

Siempre han existido, pero últimamente he descubierto que, en un mundo en el que a menudo se busca silenciar las voces incómodas, el arte se ha convertido en mi trinchera más íntima y poderosa. No la trinchera del disparo, sino la de la semilla. Nuestro apóstol, José Martí, decía que el arte era el modo más corto de llegar a la verdad y ponerla, de manera que perdure en las mentes y en los corazones.
Y, como siempre, tiene razón.

Frente a la crudeza de las estadísticas, un verso, una nota que toque, puede clavar la verdad en el alma. Ante el discurso opresor del mercado que busca homogenizar el pensamiento, la presentación de una orquesta de guitarra estalla en mil colores para mostrar la diversidad que nos conforma.
Con mi guitarra, cuando toco no busco destilar las angustias, los pesares. Busco transformarlos en un mensaje que trascienda el ruido y el miedo. Es mi acto de resistencia: tomar el dolor, la rabia o la memoria, y convertirlos en algo bello, algo tan contundentemente hermoso que no pueda ser ignorado.

Pero es también mi acto de esperanza más profundo por un mundo mejor. Porque al crear, apelo a esa función comunicativa esencial del arte. No toco la guitarra solo por vocación o amor al arte; lo hago para que alguien, en algún lugar, sienta que su soledad es menos solitaria, que sus problemas son menores: y sonría.
Cuando toco busco emocionar a las personas de la mejor manera que conozco: el arte.
Cada nota es una fe puesta en el futuro, en la creencia de que alguien la sentirá y entenderá el mensaje cifrado de resistencia y belleza.

Al poner mi verdad en una forma artística, la libero de lo efímero. Un decreto puede ser derogado, una noticia olvidada, pero la música se repite, un poema se memoriza, una imagen se graba a fuego en la memoria colectiva.
Así, el arte se convierte (lo convierto) en un vehículo de permanencia. Es mi manera de decir: Esto sucedió. Esto sentí. Esta es mi verdad. Y al hacerlo, no solo resisto a todas las dificultades que sufrimos cada día, no solo en latinoamérica, sino, en todo el mundo, sino que siembro una semilla de consuelo y fortaleza para quien la encuentren mañana.

Así que, amigos de #hive, vivan en el arte, del arte y por el arte. Utilícenlo como capa, armadura, escudo y espada para hacer mejores sus días.
Úsenlo para ayudarse, pero también para ayudar a los demás, como ahora @charjaim busca hacerlo con la amiga @santamorillo con su iniciativa; para las que les deseo toda la ayuda posible y que se refugie en el arte.
En mi caso, lo hago con la guitarra, con mi música. La música es el camino más corto que conozco. Sí: porque va directo al corazón y sin pedir permiso.