A sublime Sunday with the symphony orchestra / Un domingo sublime con la orquesta sinfónica (eng-esp)

Hello, friends.
As I told you last week, I'm a concert guitarist.
Not just for guitarists, but for any accomplished musician, playing accompanied by their country's Symphony Orchestra is one of the most sublime moments there is. Even more so if you're a soloist, as it was for me.

This Sunday was a wonderful night. Without a doubt, the #SublimeSunday of the year so far.
There are very few works for guitar and orchestra. The best known of all is Concierto de Aranjuez, by Joaquín Rodrigo.
This Sunday I performed the arrangement of A November Day by Maestro Leo Brouwer for guitar and orchestra. Arranged by Maestro Roberto Valera.

Just playing with the Las Tunas Symphony Orchestra was something sublime in itself. Imagine my surprise when, at the end of the concert, they called me up on stage to honor me again for my 30 years of artistic career and my participation in the 42nd Concert Day.

However, none of this would be worth it if, when I got to the dressing room, I couldn't hug my children, my husband... my family.
Without them, nothing would be the same.

Sundays like this are the ones that stay in your memory and are remembered forever. That's why I decided to share this experience here in the #community and show that Sunday is, without a doubt, the most sublime day of the week.

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Versión en español

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Hola, amigos.
Como les dije la semana pasada soy guitarrista concertista.
No solo para los guitarristas, sino para cualquier músico consagrado, tocar acompañado por la Orquesta Sinfónica de su país, es uno de los momentos más sublimes que hay. Mucho más, si lo hace de solista, como lo fue en mi caso.

Fue una noche maravillosa la de este domingo. Sin duda alguna, el #DomingoSublime del año, hasta el momento.
Hay muy pocas obras para guitarra y orquesta. El más conocido de todas las obras es el Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo.
Este domingo interpreté el arreglo de Un día de noviembre, del Maestro Leo Brouwer, para guitarra y orquesta. Arreglo del Maestro Roberto Valera.

Es solo hecho de tocar junto la Orquesta Sinfónica de Las Tunas, ya fue algo sublime en sí. Imagínense la sorpresa para mí que, al terminar el concierto, me llaman a escenario para realizarme otro reconocimiento por mis 30 años de vida artística y la participación en la 42 Jornada de concierto.

Sin embargo nada de esto valiera la pena si al llegar a camerino no pudiera abrazar a mis hijos, a mi esposo... a mi familia.
Sin ellos nada sería igual.

Domingos como este son los que quedan en la memoria y se recuerdan para siempre. Por eso decidí compartir esta experiencia aquí en la #comunidad y demostrar que el domingo es, sin duda alguna, el día más sublime de la semana.