Una palanca de mando para el amor/A joystick for love (Es-En)

Saludos, y estoy de vuelta, vaya que resulta difícil mantenerse por mucho tiempo alejado de esta comunidad y de esta dinámica de dailyprompt

Una sola imagen me invadió cuando leí la premisa de hoy "palanca de mando", me reí sola porque no es la más convencional, debía tener esa palabra otras asociaciones, pero esta ganó a todas inmediatamente, tal vez por lo que significa para mí.

Nunca he disfrutado de videojuegos, en mi vida he manipulado una palanca de mando excepto por trabajo, pues por un tiempo me desempeñé como instructora en una sala informática en la que se incluía alguno que otro de estos aparatos.

Increíblemente, sin embargo, es mi papá a quien recuerdo ahora mismo, inmerso en infinitos torneos con sus sobrinos pequeños.

---

---

Mi papá tan serio y responsable, oficial de academia, con cargos de confianza en el gobierno cuando se retiró de la vida militar. El hombre con el seño siempre hermosamente fruncido, que inspiraba respeto y admiración instantáneos, se volvió un campeón de los juegos de mando para aliviar el dolor de un par de niños.

La mamá de los pequeños era mi prima, sobrina de papi, había emigrado y dejado los niños a cargo de mi tía Iris, hermana de mi papá. La tarea resultó demasiado pesada para ella sola y terminaron viviendo los tres con mi padre.

Los días eran tristes, los niños no se adaptaban a la ausencia de la madre y para paliar su pérdida les mandó un Atari, como se llamaban en aquel momento. Pero el pequeño no conseguía aprender, el mayor no tenía paciencia para enseñar y no era divertido jugar solo. Ahí entró papi en escena.

Empezó por aprender él mismo acerca de aquel aparato que también veía como una novedad, jugaba con el mayor de los sobrinos y el muchachito estaba encantado, pero papi lucía esparadrapos en todos los dedos a causa del mando.

Después se dio a la tarea de enseñar al menor, sentado en sus rodillas, con sus manitos en los mandos y guiado por papi fue creando habilidades, hasta que fue capaz de jugar por sí solo.

Estratega por don de nacimiento y por formación, les daba consejos útiles durante las partidas, para ellos no era solo un juego, era un campo de batalla fantástico donde, además, podían impresionar a su tío.

Los gritos de ánimo y júbilo resonaban en todo el departamento, las victorias a menudo terminaban celebrándose con guerras de almohadones.

Poco a poco, discretamente, papi se fue retirando del escenario. Los niños ya eran capaces de divertirse por su cuenta, los días eran más alegres, la separación más llevadera.

Mi papá, grande siempre, se hizo cargo de la situación, transformó la realidad para unos niños amados, con una palanca de mando.

Agradezco su presencia en mis memorias. Es mucho más grato recordar junto a ustedes que hacerlo sola. Y les dejo un abrazo.

Esta publicación se escribió sin usar IA. La imagen es mía y los banners se crearon en Canva

---

---

Greetings, and I'm back. Boy, it's hard to stay away from this community and this dailyprompt dynamic for long.

A single image came to mind when I read today's premise"joystick". I laughed to myself because it's not the most conventional. That word must have had other associations, but this one immediately won them all, perhaps because of what it means to me.

I've never enjoyed video games. I've never in my life touched a joystick except for work, as for a time I worked as an instructor in a computer room that included one or two of these devices.

Incredibly, however, it's my dad I'm remembering right now, immersed in endless tournaments with his young nephews.

---

---

My father, so serious and responsible, an academy officer, held positions of trust in the government when he retired from military life. The man with the always beautifully furrowed brow, who inspired instant respect and admiration, became a champion of command games to ease the pain of a couple of children.

The little ones' mother was my cousin, Daddy's niece. She had emigrated and left the children in the care of my Aunt Iris, my dad's sister. The task proved too much for her alone, and the three of them ended up living with my father.

The days were sad; the children didn't adapt to their mother's absence, and to commemorate her loss, she sent them an Atari, as it was called at the time. But the little one couldn't learn, the older one lacked the patience to teach, and playing alone wasn't fun. That's when Daddy came into the picture.

He began by learning about the device himself, which he also saw as a novelty. He played with his oldest nephew and the boy was delighted, but Dad had tape on all his fingers because of the remote control.

Then he took on the task of to teach the youngest, sitting on his knees, his hands on the controllers, and guided by Daddy, he developed skills until he was able to play on his own.

A strategist by birth and by training, he gave them useful advice during the games. For them, it wasn't just a game; it was a fantastic battlefield where they could also impress their uncle.

Shouts of encouragement and joy echoed throughout the apartment; victories often ended in celebration with pillow fights.

Little by little, discreetly, Daddy gradually withdrew from the scene. The children were now able to have fun on their own, the days were happier, and the separation was more bearable.

My dad, always a great man, took charge of the situation, transforming reality for his beloved children with the power of a joystick.

I appreciate your presence in my memories. It's much more pleasant to remember with you than to do it alone. And I send you a hug.

This post was written without the use of AI. The image belong to me, and the banners were created in Canva

---

---

---