Ciruela de Fraile

Saludos, comunidad amiga, paso a dejarles un saludo y algunas curiosidades que encontré de un arbusto muy peculiar.

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La Ciruela de Fraile, Bunchosia armeniaca, también se conoce como "cansaboca" al parecer debido a la dificultad de extraer la pulpa de sus dos semillas en los frutos maduros. Aunque la verdad no creo que se justifique muy bien ese nombre, ya que la pulpa es muy suave y fácil de desprender. Mucho más fácil que la de nuestros anoncillos, por ejemplo.

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Como sea, este arbusto es originario del Perú y la región andina en general. Existen registros de su uso por los nativos desde el año 7000 a.c, es decir que cuando la comemos nos unimos a una larga tradición junto a todos los habitantes prehispánicos del Perú, desde los recolectores-cazadores hasta los Incas. Es emocionante.

Su distribucion geográfica se ha extendido gracias a la acción del hombre, y ahora se le encuentra en casi todas las latitudes que presenten características apropiadas para su reproducción, es decir climas cálidos y húmedos, con suelos preferiblemente arenosos y altitudes entre 1500 y 2400 msnm.

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Nosotros la sembramos, sin más ceremonias, en el patio de la casa. Su copa se abre como una sombrilla y sus hojas grandes en forma de corazón disponen un bonito follaje donde refugiarse del calor sofocante del sol.

También sus racimos de flores amarillas resultan muy atractivos a la vista. Aunque su época de mayor productividad es el otoño se le puede ver florecida y con frutos casi todo el año, a excepción del invierno.

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El arbusto llegó a casa por sugerencia y gestión de una amiga de mi mamá, quien había descubierto algunas de sus bondades. Pero vamos por partes.

El fruto de la Ciruela de fraile crece en racimos. Tiene forma ovalada con una ligera hendidura en medio, apenas una marca, que señala la presencia de dos semillas grandes en su interior.

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El color varía desde el verde olivo, pasando por el naranja hasta el rojo muy intenso del fruto maduro.

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Su pulpa, guardada por una cáscara muy fina, es densa, roja y dulce. Lo que la hace ideal para la preparación de refrescos y mermeladas. Sin embargo confieso que en casa solo la utilizábamos en la confección de una Vita Nuova deliciosa.

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Esta vez me arriesgué y preparé un refresco con solo cinco o seis frutos. El sabor no está mal, y el color es hermosísimo y apetitoso. Me pregunto cómo quedaría de base para un cóctel de frutas. Habrá que probarlo.

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Curiosamente recordé que la semilla tostada, pelada y molida se usa, sobre todo en los campos cubanos, como un extensor del café criollo, con cuyo polvo se mezcla para añadir un matiz muy interesante al paladar.

Lo que no sabíamos era que, al consumirla, estábamos incorporando a nuestra dieta cantidades importantes de calcio, fósforo y vitamina C.

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Asimismo se ha comprobado su eficacia en el uso externo como cataplasma para desinfectar heridas, gracias a sus propiedades antibióticas especialmente en presencia de pseudomonas, estafilococos y la Escherichia coli. Mientras su capacidad antinflamatoria es aliada en casos de contusiones, moretones e irritación capilar.

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Sigo, que hay más. Su consumo regular previene la formación de coágulos y trombos en el torrente sanguíneo, mejora la absorción de nutrientes y el tránsito intestinal.

Por otra parte si se maceran las hojas frescas de esta planta junto a hojas de llantén resultan una gran alivio en casos de dolores musculares y articulares.

No solo los humanos nos beneficiamos de sus frutos. He visto aves, murciélagos de la fruta y hormigas aprovechando su dulzor.

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Investigando sobre esta planta he aprendido un par de cosas:
1- La Bunchosia armeniaca es una bonita y útil caja de sorpresas botánicas.
2- Soy muy afortunada de tenerla en mi patio.

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Espero que también les haya resultado útil y agradable conocer un poco más sobre ella.

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Esta publicación se escribió sin usar IA. Las imágenes son mías y los banners se crearon en Canva