Árbol Neem, la farmacia del pueblo.

Saludos, mis queridos hiveamigos, hace poco me reencontré con un árbol magnífico y por supuesto, quiero compartir sus secretos con ustedes.

Les presento al árbol Neem, o como lo conocen popularmente en Cuba: árbol del Nim. Una especie que une lo útil a lo agradable. Vayamos por parte, no quiero que se pierdan nada.

Del Neem lo agradable reside en la bella majestuosidad de su altura, una copa redondeada, ancha y frondosa, formada por hojas verde oscuro. Tupidos racimos de pequeñas flores en forma de estrellas que despiden un aroma dulce alrededor.

Pero les comenté que además de hermoso era muy útil, y vaya si lo es. A este árbol se le conoce como "farmacia del pueblo" debido a su utilidad para combatir una amplia variedad de enfermedades, plagas y dolencias.

Aunque proviene de la India, se adaptó con éxito a este clima, así que se le puede encontrar prácticamente en cualquier paisaje de la isla. Nuestros campesinos, hábiles practicantes de la medicina tradicional, han descubierto poco a poco sus bondades y ayudan en su proliferación.

El Neem puede ser una opción nutritiva y fresca en nuestras mesas. Sus hojas tiernas se preparan en forma de ensaladas, sopas y guisos, salteadas con otras verduras, en batidos o jugos verdes, incluso como infusión, si gustan de los sabores fuertes.

Estuve leyendo acerca del tema y resulta que consumirlo con cierta regularidad ayuda a combatir las inflamaciones y los radicales libres, así como propicia la digestión, la desintoxicación de la sangre y el hígado, regula la producción de glucosa y estimula el sistema inmunológico.

No sé si mi abuelita conocía todas esas propiedades, pero la recuerdo nombrando al Nim como cura obligada ante infecciones de parásitos intestinales y pediculosis; también para emplastos o lavados contra eczemas y heridas infectadas. Sabia como nadie, recomendaba el té de las flores para calmar los nervios y recuperar energías.

Mi abuelo tenía una pequeña parcela donde sembraba hortalizas, vegetales y especias. Buscaba ramas de Nim y estrujaba sus hojas para regarlas entre los canteros. Aseguraba que servía para espantar a "los bichos".

Resulta que ambos tenían razón.
Por ejemplo, la estrategia de mi abuelo la he visto aplicada a mayor escala en un organopónico. Y ni siquiera hay que estrujar las hojas. Se siembra un árbol Neem cerca de las tierras de cultivo, eso es suficiente.

El compuesto bioactivo azadiractina es tan fuerte en este árbol que funciona como un pesticida natural. Dificulta la alimentación, desarrollo y reproducción de algunos insectos nocivos como la mosca de la fruta, mosca común, mosquitos, pulgones, ácaros y gorgojos. No es una maravilla!?

Al mismo tiempo que mantiene libres los cultivos de visitantes indeseados, atrae insectos beneficiosos que actúan como depredadores naturales de las plagas, así como polinizadores tan necesarios en cualquier plantación.

A veces buscamos soluciones complicadas y productos químicos que, a la larga, tienen un impacto negativo en los ecosistemas, cuando la creación nos ofrece todo lo que necesitamos.

Hechas las presentaciones adecuadas me retiro para que puedan conocer mejor y por ustedes mismos a este nuevo amigo, el árbol Neem. Seguramente nos volveremos a ver por los caminos de #ecency.

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