Los arbolitos. Poema de mi autoría.

Los arbolitos.

En la quietud de diciembre, cuando el frío susurra,
los arbolitos despiertan en hogares humildes y grandiosos.
Pequeños guardianes de sueños y risas,
ramas cargadas de bolas y cintas rojas,

Arbolitos que cuentan historias antiguas,
de amor que nace en la noche fría,
envuelven regalos con aroma a pino,
y hacen eterna la alegría de la familia.

Sus ramas verdes, como brazos abiertos al cielo,
se visten de rojo, un manto de pasión y misterio.
Los arbolitos, guardianes de sueños infantiles,
pintan la noche con fuego suave y tierno.

Bajo su sombra roja, la familia se reúne,
risas que rebotan como campanas en la brisa.
Regalos envueltos en papel de igual color,
esperan ser abiertos, liberando promesas.

Los arbolitos cantan con su silencio adornado,
un himno de paz en tonos de rojo pasión.
Hojas de pino que huelen a bosque nevado,
y en cada adorno, un latido de corazón.

Al final de la noche, cuando el alba asoma,
los arbolitos rojos siguen velando el hogar.
Símbolo de vida que no se apaga ni se marchita,
eterna Navidad en su abrazo colorido y leal.