Hoy era el día en que me levanté tan pronto como sonó el despertador porque sabía que, si no lo hacía, llegaría tarde a mi agenda matutina. Tenía una reunión programada a las 9 a. m. con un cliente, así que a las 7:20 a. m. ya estaba en el gimnasio haciendo ejercicio, y a las 8:20 a. m. había terminado mi entrenamiento y luego fui a la panadería a tomar una empanada y un pequeño marrón para desayunar porque sabía que no tenía mucho tiempo. Punto importante: la panadería está en la misma calle que el gimnasio 😆

Por suerte, el gimnasio está cerca de donde vivo y pude llegar 5 minutos antes de la reunión. Uf, sentí mucha adrenalina con el tiempo. La reunión con el cliente fue relativamente corta, unos 15 minutos. Fue agradable hablar de algunos puntos de un trabajo que voy a hacer para él.

Y bueno, aquí hay algunas fotos que tomé mientras tomaba un desayuno rápido pero bien aprovechado. Es como cuando haces una animación, cada fotograma le da vida.