A la Hora de tomar decisiones||When it comes to decision marking

“Hola mujeres, después de pasar más de un mes metiendo currículo en todos lados, hoy después que me llaman de la empresa del Metro de Santiago para que firme mañana contrato, he recibido 2 Dos llamadas de otros trabajos 🤯 deshojo la margarita 🌼”

Quien no se ha encontrado en una situación similar, literalmente, deshojando la margarita, porque así es la vida, constantemente nos presente opciones, por lo que vivimos tomando decisiones en lo personal, laboral, familiar… Unas son sencillas, entran en la cotidianidad de nuestro hacer y posiblemente la respuesta sea inmediata y si nos equivocamos el daño sea fácil de reparar y seguir adelante.

Otras son más importantes porque con ellas estamos dándole rumbo a nuestra vida o a nuestro emprendimiento y la decisión puede traernos consecuencias negativas, que si bien nos dejan un aprendizaje, la ida en principio es no errar.

En el ejemplo que coloco, el planteamiento lo hace una de mis hermanas e inmediatamente recibió dos respuestas, las transcribo brevemente:

Respuesta Nº1.- Qué bueno hermana, acuéstate esta noche y mañana que te levantes con que Diosito te diga cuál es el que más te conviene, cuál es el mejor para ti.

Respuesta Nº2.- (la mía). Ja,ja,ja, que cosa con la vida que nos coloca en la encrucijada… será que te sientes con calma, papel y lápiz y te pongas a sacar qué ventaja y desventajas le ves a cada uno y después de eso ver que es lo que más me conviene.: por tu salud, por la cercanía, pues trabajar cerca de donde se vive, eso es un valor agregado. Luego te sugeriría que tomes en cuenta lo que te pueda dar más estabilidad, aquella que representa un mejor convenio… esa es mi guía para ayudarte…

Es interesante observar como una situación tiene distintas respuestas para abordarlas: En la primera dejamos la decisión en manos de Dios, que no está mal, sin embargo, ¿No será que Dios te está colocando el tablero para que tú decidas?, no voy a entrar en esta reflexión porque es un espacio muy subjetivo y nos saca del contexto, detengámonos en el espacio “objetivo” de lo que significa asumir la responsabilidad de tomar decisiones de una manera consciente que nos ayuden a encaminar nuestros proyectos hacia dónde queremos.

La literatura es amplia en ofrecernos métodos para tomar decisiones acertadas. Yo, cuando me he encontrado en estas situaciones donde una decisión implica un cambio de rumbo que marca un antes y un después aplico las técnicas que le sugerí a mi hermana, técnicas que es amoldable, pudiéndose utilizar, ante cualquier coyuntura, A continuación describo los pasos:

1.- Doy por hecho que las opciones que tienes para decidir, son analizables e importante para ti porque responden a tu proyecto de vida. De entrada son resultado de un objetivo que quieres alcanzar, por lo tanto, han surgido de aquello que te gusta, que le da sentido a tu vida y que en ella hay algo más que un interés económico y que el asunto merece tu atención porque cualquier decisión que tomes al respecto va encaminado al avance y fortalecimiento de tus metas.

2.- Toma tus opciones y escribe las ventajas y desventajas que le observas a cada una. Es importante que en ellas profundices yendo más allá de ti, es decir, también piensa en el otro; una pregunta que te puede ayudar con esto es: ¿Cómo afecta cada opción a mis hijos, familia, relación de pareja?

3.- Decanta y solo quédate con dos opciones, aquellas que te ofrezcan mayores y mejores ventajas. Tómalas por separado y proyéctate en ellas. Plantéate, las consecuencias positivas y negativas que cada una conlleva. En el caso de un emprendimiento, por ejemplo, será conveniente preguntarse: ¿A dónde me conduce cada opción?; ¿Cuál tiene mayores oportunidades de escalabilidad?

4.- Si aún se te dificulta tomar la decisión, consulta a alguien de tu confianza que consideres te pueda orientar. Ojo, no para que te confirme la opción que tú deseas, sino para que juntos vean los pros y contras de cada una, teniendo presente que serás tú quien tenga la última palabra.

5.- Finalmente, una vez que la razón ha jugado su importante papel y si la indecisión sigue presente, te recomendaría dejar reposar las ideas, que las dos deben ser muy buenas porque aún sigues dándole vueltas, entonces, ábrele espacio a la intuición, a Dios o a lo más profundo que diga tu sentir, allí debe estar la respuesta más conveniente, pues la has dado todos los insumos para guiarte a la mejor decisión.