Disfrutemos de la vida en Cristo. || Let us enjoy life in Christ.
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There are those moments when we align ourselves with God's will; today we are in tune with His word when we experience complete satisfaction.
I said in my heart, “Come now, I will test you with pleasure, and you shall enjoy good things.” But behold, this also was vanity. 2 I said of laughter, “You are madness!” and of pleasure, “What good is it?” 3 I purposed in my heart to indulge my flesh with wine, and to walk in wisdom, by retaining folly, until I saw what was good for the sons of men to do under heaven all the days of their lives. 4 I undertook great works; I built houses for myself, I planted vineyards for myself; 5 I made gardens and gardens, and planted in them trees of all kinds of fruit. 6 I made pools of water for myself, to water the grove where the trees grew. 7 I bought male and female servants, and I had servants born in my house; I also had a large herd of cattle and flocks, more than all who were before me in Jerusalem. 8 I amassed for myself silver and gold, and the treasures of kings and provinces; I acquired male and female singers, the delights of humankind, and all kinds of musical instruments.
9 I became greater and more numerous than all who were before me in Jerusalem; moreover, I retained my wisdom. 10 I denied my eyes nothing they desired, nor did I withhold my heart from any pleasure, for my heart rejoiced in all my labor; and this was my reward for all my toil. 11 Then I considered all that my hands had done and the toil I had expended in doing it, and behold, all was vanity and a striving after wind, and there was nothing to be gained under the sun. 12 Afterward I looked again to see wisdom, and madness, and folly; For what can the man who comes after the king do? Nothing, but what has already been done. 13 And I saw that wisdom surpasses folly as light surpasses darkness. 14 The wise man has his eyes in his head, but the fool walks in darkness; yet I also perceived that the same fate befalls them both. 15 Then I said in my heart, “What happens to the fool will happen to me also. Why then have I labored so long to become wiser?” And I said in my heart, “This also is vanity.” 16 For neither the wise nor the fool will be remembered forever; in the days to come all will be forgotten, and the wise man will die just like the fool. 17 So I hated life, because the work that is done under the sun was wearisome to me; for all is vanity and a striving after wind. 18 I also hated all my toil that I had done under the sun, because I must leave it to someone who will come after me. 19 And who knows whether he will be wise or foolish, yet he will have authority over all my toil in which I have labored and used my wisdom under the sun? This also is meaningless. 20 So my heart melted again over all the toil in which I had labored and used my wisdom under the sun. 21 Let a man labor with wisdom, knowledge, and skill, and then leave his possessions to someone who has not labored for them! This also is meaningless and a great evil. 22 For what does a person gain from all his labor and the effort of his heart with which he toils under the sun? 23 For all his days are pain, and his work is sorrow; even at night his heart finds no rest. This also is meaningless.
We have an example of wisdom and wealth: King Solomon was not only blessed with all of this, but he also had the privilege of building God's temple. Imagine having everything in life, and therefore we would believe he experienced the greatest contentment a person can experience.
Even so, Solomon lived in a constant search for satisfaction, which is why he pursued various occupations. In this text, we can understand that he indulged in many of the pleasures the world offered, even engaging in activities he himself categorized as folly, hoping to discover something that would give him complete satisfaction or something of greater value. But even so, that complete satisfaction never came, leading him to understand that everything lacked meaning for him.
At one point, King Solomon built everything his mind could imagine. In his quest for pleasure, he constructed gardens, houses, parks, and many other things perhaps unimaginable. He did it all to enjoy life, but he concluded that everything he had accomplished was mere vanity. King Solomon not only gained wisdom but also all the resources available to him to do whatever he imagined. Yet, none of it brought him lasting satisfaction, and he reached the conclusion that he could find fulfillment in obedience to God. He thus understood that genuine and lasting joy comes when we align our lives with God's will.
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Existen esos momentos en cuanto nos alineamos a la voluntad de Dios hoy estamos en sintonía con su palabra cuando vivimos satisfacción plena.
Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era vanidad. 2 A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto? 3 Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría, con retención de la necedad, hasta ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida. 4 Engrandecí mis obras, edifiqué para mí casas, planté para mí viñas; 5 me hice huertos y jardines, y planté en ellos árboles de todo fruto. 6 Me hice estanques de aguas, para regar de ellos el bosque donde crecían los árboles. 7 Compré siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa; también tuve posesión grande de vacas y de ovejas, más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén. 8 Me amontoné también plata y oro, y tesoros preciados de reyes y de provincias; me hice de cantores y cantoras, de los deleites de los hijos de los hombres, y de toda clase de instrumentos de música.
9 Y fui engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; a más de esto, conservé conmigo mi sabiduría. 10 No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue mi parte de toda mi faena. 11 Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol. 12 Después volví yo a mirar para ver la sabiduría y los desvaríos y la necedad; porque ¿qué podrá hacer el hombre que venga después del rey? Nada, sino lo que ya ha sido hecho. 13 Y he visto que la sabiduría sobrepasa a la necedad, como la luz a las tinieblas. 14 El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas; pero también entendí yo que un mismo suceso acontecerá al uno como al otro. 15 Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad. 16 Porque ni del sabio ni del necio habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el sabio como el necio. 17 Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu.
18 Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí. 19 Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad. 20 Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría. 21 ¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande. 22 Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol? 23 Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.
Tenemos un ejemplo de sabiduría y riqueza, el rey Salomón no solamente fue bendecido con todo esto también tuvo el privilegio de ser quien construyó el templo de Dios, imaginemos que tenía todo en la vida y por ello también creeríamos que ha experimentado el mayor de los contentamientos que una persona puede experimentar en la vida.
Aún así Salomón vivía una búsqueda constante de satisfacción y por eso que llevó a cabo diferentes ocupaciones, en este texto podemos comprender que se involucró en muchos de los placeres que ofrecía el mundo, aún en diversas actividades que el mismo categoriza como locura esperando así descubrir algo que le diese satisfacción plena o que sea de mayor valor. Pero aún así siempre esa satisfacción plena no llegaba entendiendo así que todo carecía de sentido para el.
En un momento el rey Salomón construye todo lo que su mente podía imaginar, en un afán de sentir complacencia edificó jardines, casas, parques y muchas cosas quizás inimaginables, lo hizo todo para disfrutar de la vida, pero así concluyó que todo lo que había realizado en la vida era simple vanidad. El rey Salomón obtuvo no solamente sabiduría, obtuvo también todos los recursos disponibles para hacer lo que se le imaginaste, aún así nada de todo eso le satisfizo de forma duradera y la conclusión a la que llegó era poder satisfacer su vida en obediencia a Dios. Entendiendo así que un gozo genuino y duradero es cuando alineamos nuestra vida con la voluntad de Dios.
Muchas Gracias por compartir esta lectura, deseo que el Espíritu Santo de Dios traiga revelación de su palabra a nuestras vidas.
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