Tarjeta de activos digitales de VooPay
A medida que el panorama financiero global continúa evolucionando, la interacción entre el mercado de criptomonedas y los sistemas financieros tradicionales se entrelaza cada vez más. Las tarjetas de pago con criptomonedas, que sirven como puente fundamental entre ambos, están emergiendo como una nueva fuerza en el sector de pagos. Según un informe de The Brainy Insights, el mercado global de tarjetas de crédito con criptomonedas se valoró en 25 000 millones de dólares en 2023 y se proyecta que supere los 400 000 millones de dólares para 2033, lo que muestra un asombroso potencial de crecimiento. Detrás de este rápido desarrollo se encuentra el incansable esfuerzo de los proveedores de pagos por acortar la distancia entre las criptomonedas y los métodos de pago tradicionales, buscando satisfacer las diversas necesidades de pago de los usuarios.
Actualmente, las tarjetas de pago con criptomonedas están proliferando y ya se han integrado con métodos de pago convencionales como Google Pay, Apple Pay y Alipay, mejorando considerablemente su usabilidad. Productos como la tarjeta Visa Crypto.com, la tarjeta Binance, la tarjeta Bybit y la tarjeta Bitget, lanzados principalmente por las principales plataformas de intercambio de criptomonedas, tienen una influencia significativa en el mercado. En términos de innovación tecnológica, algunos emisores de tarjetas incluso han integrado protocolos DeFi como Ethena, Morpho y USUAL, ofreciendo servicios de apreciación de activos a los usuarios y construyendo con éxito un ecosistema integral de servicios financieros que abarca desde los pagos hasta la gestión patrimonial. Esto amplía aún más el alcance de aplicación y el valor de las tarjetas de pago con criptomonedas.
A pesar de las ventajas únicas de los pagos con criptomonedas en términos de velocidad (el 46 % de los usuarios las elige), rentabilidad transfronteriza (el 37 % valora las bajas comisiones) y autonomía financiera (el 32 % busca la descentralización), una encuesta de Bitget Wallet revela que su escala de aplicación real aún está muy por detrás de los sistemas de pago tradicionales. El mercado de pagos tradicional, con un valor de billones de dólares, abarca la gran mayoría de las transacciones diarias a nivel mundial, mientras que los pagos con criptomonedas ocupan solo una pequeña parte, concentrándose principalmente en nichos específicos como las remesas transfronterizas y las transacciones con activos digitales. La preferencia de los usuarios por los métodos de pago tradicionales se debe principalmente a la preocupación por la confianza y la seguridad. Los riesgos de seguridad de los pagos con criptomonedas (por ejemplo, piratería informática y fraude) generan aprensión en los usuarios, mientras que los pagos tradicionales, respaldados por sistemas bancarios consolidados, protecciones legales y mecanismos de resolución de disputas, reducen significativamente los riesgos de las transacciones. Además, la volatilidad de los precios de las criptomonedas las hace inadecuadas como medios de transacción estables, mientras que la estabilidad de las monedas fiduciarias tradicionales se adapta mejor a las necesidades diarias de los consumidores. Los pagos tradicionales también logran una cobertura fluida a través de una amplia gama de terminales TPV e integraciones en línea, mientras que la limitada aceptación de los pagos con criptomonedas por parte de los comerciantes limita su practicidad. Asimismo, las bajas barreras operativas de las herramientas de pago tradicionales y el uso habitual adquirido a lo largo del tiempo, junto con la complejidad y las barreras técnicas de las billeteras de criptomonedas, plantean desafíos para la adopción generalizada de los pagos con criptomonedas.
En este contexto de mercado, la tarjeta de activos digitales VooPay destaca por sus ventajas clave, como la integración de tecnología multicadena, marcos de cumplimiento global e innovaciones en pagos en tiempo real, que redefinen la experiencia de pago con criptomonedas.