Anotaciones sobre León Estrada y la memoria.

El día de ayer me propuse a mí mismo el reto de sumarme a una iniciativa que creó un amigo. El desafío se trata de leer cada domingo un libro de poesía, ya que tienden a ser breves y son una manera de amenizar las últimas horas del fin de semana. Algo que me pasa con la poesía es que si leo un libro completo en un sólo día termino drenado emocionalmente (sí, soy muy sensible a las palabras). Aún así me animé y escogí un libro que mi querida Mailín (@maylink) me prestó hace poco.

Desnudo de memoria es un cuaderno corto escrito por León Estrada. León es un escritor consagrado al que he tenido la oportunidad de conocer, pero jamás me había enfrentado a su literatura. Confieso que el primer impacto fue algo fuerte, ya que noto que en su estilo usa muchos símbolos de su día a día, lo que en ocasiones dificultaba el entendimiento de los poemas. Si bien hay quien defiende que la poesía es para sentirla y no para entenderla, yo pienso que es necesario abrir paso a la claridad para llegar a un contact más íntimo, tanto con el lector como con uno mismo como escritor.

Continué leyendo y comencé a notar ciertos contrastes. Si bien, como dije anteriormente, usa períodos muy obscuros, los contrasta con otros tan directos que genera una atmósfera densa, parecida a un campo de batalla, en la que cualquier palabra en falso puede detonar tus emociones.

La nostalgia es algo que se mantiene hilando todos los poemas. La cotidianidad que expresa está empapada de ese sentimiento de extrañar algo que jamás volverá. Esto queda completamente claro en el poema "Memoria y sentido" cuando dice:

En el centro del patio barre el fantasma.
Logra montañas de hojarasca.
Se da alegría y duerme.
Ha de tener familia. Ha de tener edades pero las olvidó.

¡Qué belleza! Creo que fue de los momentos que más me llegaron en este cuaderno, pero sin dudas mi poema favorito fue "No quiero que escampe pero no llueve y me confundo". Para que lo disfruten, aquí se los dejo.

Algo que me llamó mucho la atención fue que en un poema usa la reiteración de mi nombre, Claudio, para generar un discurso que parece casi un regaño. Es hasta gracioso, pues mi padre y él se conocían en ese tiempo, aunque yo no nací hasta el 2006.

Me parece lícito comentar que, a pesar de estar "Desnudo de memoria", León Estrada escribe con la agonía de quien ha vivido mucho y que solo «espera un tren que se demora para hacerlo infeliz». Para mi este libro fue un 8.5/10, y en algún momento me gustaría releerlo, cuando pase un tiempo.

Espero que este post les haya gustado. Espero que también quieran acercarse a la obra de otros poetas santiagueros, y cubanos de manera general. Por ahora me despido. ¡Hasta la próxima!

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