I hope you enjoyed it!

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Ir a India es algo que para nosotros sudamericanos no es muy familiar como decir que vamos a Uruguay o Brasil o hasta incluso Europa o Estados Unidos. India en nuestro registro, aunque lo conocemos y sabemos donde queda puede que no sea un destino muy tenido en cuenta por muchos factores. En particular en los mios primero porque no tenía mucho conocimiento o hasta casi nada de este país. Sabía que la comida es deliciosa porque cocino vivo de la cocina y tiene mucho que ver la comida india con la cultura culinaria. Por otro lado, sabía el nombre de su capital Nueva Delhi y algunas costumbres/ tradiciones como que no se comen a las vacas y demás cosas.

Lo cierto es que llegue allí por una casualidad o causalidad como le dicen muchos. Mi hermana se hizo practicante de yoga hace varios años y en un momento se le ocurrió organizar viajes allí para todos aquellos enamorados de la filosofía del yoga, que sean entusiastas del budismo, de su práctica y de obviamente toda la cultura india en general. La primera vez que lo hizo le fue muy bien y tuvo re buena repercusión entonces al año siguiente lo volvió a hacer, y mi madre se iba a sumar al viaje pero al ultimo momento se tuvo que bajar y mi hermana me preguntó si quería aprovecharlo para no perder la oportunidad, asique puse la diferencia para cambiar el pasaje y me fui con ella en aquel año.

Lo primero que sentí cuando llegué a la India fue percibir el olor que hay. Es tan intenso, tan fuerte y tan feo que te dan ganas de vomitar al principio y te cuesta acostumbrar. La calle es realmente caótica porque está superpoblada la capital y la densidad por habitantes debe ser ridícula, allá se usan mucho las motos y no sabria bien como explicarlo porque yo tampoco lo pude entender, pero sin un solo semáforo, es la ciudad del mundo con menos accidentes de tránsito y encima si ven la manera en que manejan es demencial, yo nunca vi algo similar. Como mis rasgos son muy ajenos a los de ellos se nota mucho que somos turistas entonces están todo el tiempo cuando vas por algún mercado caminando ofreciendo mil cosas de todo tipo muy insistentemente para que les compres.

Pero una vez que te acostumbras a todo eso, y sobrepasas ese límite, conectas con su cultura de una forma hermosa, fui a un montón de templos hermosos que ya les mostraré en próximos posteos. Comi comidas riquísimas que no recuerdo los nombres pero una delicia, cante el HARE-HARE, llore por ver tanta pobreza y me bañe el río Ganges en donde tienen la cultura de quemar a los muertos y tirarlos al agua.

Realmente como ellos ven la vida es completamente diferente a la nuestra y fue un viaje trascendental el cual no tuve nunca en mente y si ahora me preguntan si volvería, les diría que sí, sin pensarlo y lo disfrutaría aún más que la vez anterior.

¿Te gustaría ir a la India?

¡Espero lo hayan disfrutado!