El Destino que sorprende

Y Ole!

Hola comunidad de Hive, este post me sienta un poco melancólico y es de una ciudad que conocí la cual en su momento era imposible ir a conocer no estaba en mis planes, y tampoco estaba en los planes de nadie. Fue una casualidad, un regalo del destino para que yo esté ahí. Porque evidentemente tenía que estar ahí, y esa ciudad es Madrid. Ahora les voy a explicar porque.

Resulta que mi vida iba normal sin sobresaltos y sin ninguna intención de ir a ningún lado, porque tenía la cabeza muy abocada a mi trabajo y a seguir creciendo profesionalmente y me estaba olvidando de vivir. Un dia llendo a casa de mis padres habían vuelto recién del supermercado y mientras los ayudaba con ordenar las compras saca de una bolsa una cantidad de cupones ridícula entonces me dice esto me lo dieron por la compra de hoy es por un concurso a Madrid, toma llénate algunos a ver si te lo ganas, llenemos los en partes iguales.
Yo muy descreído de los sorteos les dije que no lo iba a hacer y que los llenaran ellos que se lo merecían. Entonces mi mama me dice que me los iba a llenar ella a nombre mio pero que yo los iba a tener que llevar para meterlos en el buzón del sorteo y mientras tomábamos unos mates y hablábamos se puso a llenar todos los cupones, que eran como 30. Pasaron unos días y los llevé.

A los 30 días mis viejos vuelven al supermercado para hacer las compras mensuales que solían hacer y se pasan por una parte de administración del super cuando mi viejo ve que había un cartel muy llamativo en donde figuraban los ganadores del sorteo y le dice a mi vieja que esperara que se quería fijar, sin pensar que podía ser posible, cuando de pronto pegó un grito de gol jajaja todo el supermercado se dio vuelta y era porque había ganado. En el cartel figuraba mi nombre y el de 3 personas más que se habían ganado un viaje a Madrid.

Este fue el lugar que me recibió en un principio. La Puerta del Sol es una de las plazas más conocidas de la ciudad. Cuando llegué ahí la convergencia de gente era increíble. Entraban y salían montones de personas. Es un lugar que se usa mucho como punto de encuentro por lo que pude ver pero también muchos van a comer o tomar algo ahí, sinceramente es muy hermoso una gran plaza rodeada de edificios de época y dentro poder encontrar todo tipo de esculturas

Ese reloj que se ve ahí, es el reloj de la casa de correos, también hay un lugar que le dicen punto cero y es desde donde se construyeron todas las rutas y caminos de España y hay una estatua de un oso y un árbol muy conocidas. Cuando llegué a esta plaza era de mañana y el clima no era el más cálido de todos, así que me senté en un bar y pedí un chocolate con churros de lo más rico que comí. Tuve la dicha de pegar buena onda con el grupo de personas con quien hicimos el viaje y la mayor parte de los lugares que conocí siempre estaba acompañado de alguno de ellos.

La verdad es que me la pase comiendo. Madrid es un lugar que no podes dejar de comer cosas ricas y calculo que así debe ser toda España. Y eso fue básicamente lo que fui a hacer. Más que visitar lugares, que por cierto lo hice, me la pase de bar en bar, tomando cañitas como ellos suelen decirle a la cerveza y comiendo sus cazuelas para picar y probar todo lo que exista que ellos hagan. Y lo bien que hice porque cada platillo era un manjar increíble.

El Mercado de San Miguel, era un lugar a donde un amante de la comida no podía dejar de ir y cuando llegué allí fue como estar en Disney. La cantidad de lugares que tenía ese mercado, cada paso que daba era un olor que tomaba posesión de mi cuerpo. Para quienes nunca fueron, este lugar es un mercado en donde uno puede conseguir comida fresca, frutas, verduras y carnes o pescados de todo tipo. Y además la oferta gastronómica es infinita e incansable. Hay de todo tipo de propuestas. Pinchos, marisquerías, lugares donde podías sentarte y tomar una cañita y comer unos jamones ibéricos de la hostia, para comer cosas dulces miles también, pero yo soy fan de lo salado así que nos metimos en cuanto lugar pudimos comer.

Uno que me llamó mucho la atención fue este de venta de embutidos, para ser más preciso eran salchichas de todos los tipos. Aparentemente los tipos eran expertos en eso y por lo que pudimos probar siendo que no probamos ninguno otra, hacían justicia a lo que parecen.

Después de comer tanta cantidad de salchichas, necesitábamos bajar esto asique nos fuimos por unas cervezas y como toda caña venía con su cazuela, pues tuvimos que seguir comiendo. (Y ya me sale hablarles como españo, coño, joder) La primera fue una tortilla clasica española. Totalmente distinta en sabor pero con los mismos ingredientes. Debe ser la forma en que la hacen, sino otra explicación no hay. y Después la otra fue ya con un salame y algo más de picada clásica argentina. Mientras miraba en el mapa para ver donde estábamos y para dónde podíamos ir.

Así fue que después de esa última pinta nos fuimos a un lugar que me habían dicho que tenía que pasar si o si. La cocina de San Antón. Un lugar muy simple y bonito donde comí mil carajos. La comida ahí tenía unos sabores que no se podían explicar. Muy pocas veces fui a comer a lugares en donde los platos se dejaban sentir cada ingrediente y al mismo tiempo podrás tenerlos todos juntos y apreciar la combinación, eso fue algo que me flipo la cabeza. La cocina española tiene la particularidad de ser en varios puntos, similar a la nuestra pero al mismo tiempo cocinan muy distinto a nosotros.

Y el último lugar que visité pero no menos importante fue El Madroño. Es un bar clásico y de renombre español, en donde todo es comida de bodegón, cafés cortos pero intensos, servidos en vasos cortos de agua. Mesas de madera todo muy simple y clásico pero sin perder la elegancia de un bar notable y antiguo de una ciudad tan bella y decorosa como Madrid. Los pinchos ahí son una locura, probe pulpo, centolla, mejillones, rabas, tortilla infaltable, chipirones, probe de todo. La cerveza está bien fría pero no tanto como en Brasil, entonces podes sentir su sabor. Por cierto la cerveza europea es mucho más sabrosa y tiene otro espesor, no es como la nuestra que es más ligera en comparación con la de ellos.

Y este fue mi no muy extenso, pero ajetreado y bien comido viaje por Madrid. Viaje que no esperaba, viaje que no busque, pero me encontro y me sirvió para darme cuenta que vivir es más importante que cualquier otra cosa, por más que uno ame lo que hace la vida es una sola y hay que disfrutarla porque cuando te diste cuenta que pasó el tiempo ya es tarde y no tenes retorno.

Espero les haya gustado el post tanto como a este tío enamorado de Madrid.

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