ENGLISH

Hello to all coffee lovers, good morning. Today I am joining The Coffee Shop Prompt | Week 139: Oct 23 - 29, thanks to the invitation from my friend @brujita18. This is my response to the question posed in the initiative:

You are in a coffee shop, and as you sit there with your cup warming your hands, think about how many quiet decisions have shaped your day so far—the small, unseen ones. What tiny choices brought you to that moment, and how might one more simple act, in that moment, ripple further than you imagine?

Before answering this question, I would like to start by saying that moments spent enjoying coffee, whether at home, at a friend's or relative's house, or at a café, are always immersed in special situations, mostly positive ones. The most common situation in the case of a café is the moments that follow a shopping trip, a walk, or running errands.

The photos I am going to share are from a café near my home, and the context is very nice in relation to the question posed. A week ago, I visited Guayoyo Coffee, located on La Paz Avenue in Guanipa in the Los Tejados Shopping Center, right next to the neighborhood where I live.

The situation unfolded as follows: I had to inject myself with some medication prescribed by my doctor, and the lady who works at the pharmacy in the shopping center is the one who always gives me the injections, but since she was busy, I decided to wait in the coffee shop next to the pharmacy.

I went in and ordered a small espresso because I wasn't going to be there long. Of course, the name Guayoyo Coffee had always caught my attention, but for some strange reason, I had never visited it. I remember going there once with my son to buy firewood, since they sell many other things there, and I already knew that the coffee was from a machine. On that occasion, I took a photo of the place, nothing more.

Sitting there, enjoying my coffee, I was thinking about many things at once. Mainly that one: why had I never visited before, given that I live nearby? Then I remembered that they only open in the afternoon, and that I had never planned a trip there because I usually visit cafés when I'm out doing something else, and that's almost always in the morning.

In fact, I visited this week because I went out to run an errand right next door. The place is small and has a good atmosphere. It's a brewery and they sell snacks, both savory and sweet. As I looked around the place, I also thought about how uncomfortable it was to come every day for my injections, but at least this one was worth it.

One thought led to another: the treatment, the effect of the injections, the pain that still bothered me in my foot, the upcoming walk that was coming up, and the concern that the pain would not affect me during it. All those thoughts were swirling around in my head, and I was trying to dispel them with a cup of coffee. I took the opportunity to take some photos, and when I finished my coffee, I went to the pharmacy and then home. I was happy to have taken advantage of this opportunity to visit such a cozy little corner.

Thank you for visiting my blog... until next time, when I'll be back to tell you another story over a cup of coffee. Have a great day.

ESPAÑOL

Hola a todos los amantes del café, muy buenos días. Hoy me uno a The Coffee Shop Prompt | Week 139: Oct 23 - 29, gracias a la invitación de mi amiga @brujita18. Ésta es mi respuesta a la pregunta planteada en la iniciativa:

Estás en una cafetería y, mientras estás sentado allí con tu taza calentándote las manos, piensa en cuántas decisiones silenciosas han dado forma a tu día hasta ahora, esas pequeñas decisiones que pasan desapercibidas. ¿Qué pequeñas decisiones te han llevado hasta ese momento y cómo un simple acto más, en ese momento, podría tener un efecto mayor del que imaginas?

Antes de responder esta pregunta, me gustaría iniciar diciendo que los momentos de disfrutar un café, sea en mi casa, en la casa de una amiga o familiar, o en un cafetín, siempre van inmersos en situaciones especiales, en su mayoría positivas, siendo la más común en el caso de un cafetín, los momentos que prosiguen a alguna salida de compras, paseo, o diligencias.

Las fotos que voy a compartir, son de un cafetín cercano a mi casa y el contexto es muy simpático haciendo referencia a la pregunta planteada. Hace una semana, visité el Guayoyo Coffee, ubicado en la Av. La Paz de Guanipa en el Centro Comercial Los Tejados, justo al lado de la urbanización donde vivo.

La situación se dio de la siguiente manera, yo debía inyectarme unos medicamentos del tratamiento que me recetó mi doctora, y la señora que atiende la farmacia del centro comercial es quien siempre me inyecta, pero por estar ocupada, decidí esperar en el cafetín que queda al lado de la farmacia.

Entré, y pedí un café expreso pequeño porque no iba a estar tanto tiempo allí. Por supuesto, siempre el nombre Guayoyo Coffee me había llamado la atención pero por alguna extraña razón, no lo había visitado. Recuerdo que fui una vez con mi hijo pero a comprar leña, ya que ellos venden muchas otras cosas ahí, y ya sabía que el café era de máquina. En esa oportunidad le tomé una foto al lugar, nada más.

Sentada, mientras disfrutaba mi café, pensaba en muchas cosas a la vez. Principalmente ésa, por qué hasta ahora lo visitaba siendo que vivo cerca, y recordé que sólo abren de tarde, y que nunca planifiqué una ida para allá porque por lo general mis visitas a un café se dan cuando salgo a hacer algo más, y casi siempre es en la mañana.

En efecto, lo visité esta semana porque salí a hacer una diligencia justo al lado. El lugar es pequeño, y tiene un buen ambiente. Es cervecería y venden cositas para picotear, salados y dulces. Mientras recorría con mis ojos el sitio, también pensaba en la incomodidad de venir todos los días a inyectarme, pero al menos ésta, valió la pena.

Un pensamiento me llevaba a otro, el tratamiento, el efecto de las inyecciones, el dolor que aún me molestaba en el pie, la próxima caminata que estaba cerca, y la preocupación de que no me afectara el dolor durante ésta. Todo ese montón de ideas revueltas en mi cabeza, y un café tratando de disiparlas. Aproveché para tomar fotos, y al terminar mi café, me fui a la farmacia y luego a casa. Contenta por haber aprovechado esta oportunidad para visitar ese rinconcito tan acogedor.

Gracias por visitar mi blog… será hasta una nueva oportunidad de contarles alguna historia en compañía de un café. Feliz día.

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