ESPAÑOL

   Sebastián experimentaba aquella mañana un sensación de ansiedad mezclada con alegría que no le permitía manipular los objetos, volvería a verla, esta vez estaría aún más cerca que la última oportunidad que le dio la vida de tenerla a escasos metros de él, cuando las candidatas al carnaval de Venecia posaban para las fotos de prensa en un puentecito del canal.

   Fue ahí donde su mirada se quedó anclada en aquella figura esplendorosa, y su recorrido se hacía interminable, sus ojos perplejos sólo podían aventurarse sobre aquel cuerpo de diosa para finalizar en su rostro angelical que no se apartó nunca más de sus pensamientos.

   Tenía que conocerla, no podía ya imaginar sus días sin tener un encuentro con Selena, se conformaba con su amistad pero anhelaba conquistarla y brindarle todo ese amor que tenía guardado en su corazón para la llegada de una mujer especial, y ella era esa mujer, estaba completamente seguro de que era ella, sus nervios, los latidos acelerados de su corazón, y el sudor copioso en su frente eran apenas unas pocas de las señales que le advertían la presencia del amor cada vez que la veía de lejos en los eventos de la temporada carnestolendas.

   La elección de la reina de los carnavales se realizaba unos días antes de los desfiles en la ciudad, y ese año se contempló que la noche de la coronación, las candidatas darían un paseo en góndolas a través de uno de los pasos del canal hasta llegar al lugar del evento que era una gran plazoleta de la ciudad, luego finalizado el certamen, cada chica haría el mismo recorrido hasta llegar a un fastuoso local donde celebrarían el acontecimiento.

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   Sebastián se encontraba entre la multitud, había llegado muy temprano. El momento de la coronación había llegado y cuando estaba en la etapa final, la ganadora del certamen fue otra chica de la ciudad, Selena había quedado en el segundo lugar, él no podía creerlo, si aquella chica era perfecta. Al terminar la coronación se fue caminando por el puentecito para ver el desfile en góndolas que las llevaría al evento. Sus ojos iban siguiendo fijamente la embarcación que llevaba a su diosa amada. Tenían que pasar por debajo del puente donde él se encontraba ubicado, sólo la perdió de vista mientras pasaban ese trecho de la construcción de piedras.

   Al continuar el desfile por el otro extremo del puente, Sebastián no vio a Selena en su góndola, no entendía qué pasaba, la embarcación iba sola sin rumbo fijo. Las demás siguieron avanzando pero no notaban la ausencia de la chica. Él no entendía, ¿Dónde estaba ella? Corrió desesperado a través del puente gritando:

   — ¡Falta una chica! ¡Una góndola va vacía!

   La gente estaba más concentrada en sus gritos que en mirar el desfile para constatar lo que exclamaba con tanta desesperación. Hasta que se topó con un guardia en su carrera y le dijo con expresiones tropezadas lo que acababa de ver.

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   — La chica, Selena, la segunda finalista, desapareció de su góndola, la embarcación iba sola, no estaban ni ella ni el gondolero. ¡Hay que hacer algo! Por favor, vayan a buscarla, pudo caer al canal.

   Los guardias dieron aviso a los vigilantes del canal y comenzaron la búsqueda de la chica pero no había rastros de ella por ningún lado. Sebastián estaba desesperado. ¿Cómo podía haber desaparecido frente a sus ojos y él no pudiera hacer nada para evitarlo?

   Ya habían pasado varios días y ninguna señal de Selena. No se podía quedar cruzado de brazos, tenía que buscarla y encontrarla como fuera. Rentó un bote y un equipo submarino y se fue a la parte baja del puente. Se internó en la profundidad del canal y no encontró nada. Al emerger, se sentó un rato en el bote observando todo alrededor, cada espacio, y en su recorrido visual, sus ojos se toparon con una especie de bloque o baldosa que sobresalía un poco en un costado del puente. Acercó el bote y se fue caminando por el borde de la base del puente hasta llegar a la baldosa que se percibía como superpuesta.

   Sus manos recorrieron los bordes de ese bloque, parecía haber sido colocado después, no durante la construcción. Qué raro que nadie lo notara. Pero desde fuera no podía sacarlo, era como que podía retirarse pero desde adentro. Observó el recorrido de concreto desde ese lado del puente y pudo notar que conducía a un pequeño callejón sin salida de la ciudad ya que el otro extremo llevaba al resto de ella. Sólo había unas cuatro viviendas de dos niveles en el callejón y del otro extremo sólo agua. O sea, se podía salir de ellas por el puente o por el canal.

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   Estuvo observando por varios días las salidas y entradas de las cuatro viviendas; una de ellas era de una anciana que estaba sola, otra estaba deshabitada, según indagó, y sólo vio entrar y salir un par de veces a una mujer como haciendo limpieza, y las otras dos estaban habitadas por familias con niños y hasta mascotas. ¿Sería posible que el bloque mal puesto debajo del puente pudiera conducir a una de esas cuatro viviendas? No podía hacer nada sin ayuda, debía buscar apoyo.

   Cuando relató al jefe de la guardia su sospecha, los presentes se rieron, y hasta se burlaron de sus incoherencias, pero al jefe de la guardia no le pareció tan descabellada la versión narrada por Sebastián y no perdían nada con indagar. La familia de la chica necesitaba respuestas y tenían que darles alguna. De inmediato se desplegó una orden de revisión en cada vivienda. No podían creer lo que encontraron en la vivienda de la anciana.

   Había un subterráneo que comunicaba con la parte baja del puente, y Selena no era la única que se encontraba allí, encerrada en una jaula al igual que el gondolero y otras personas más. Un hombre grotesco y de grueso aspecto custodiaba los secuestrados, y a un lado de ellos, una especie de mesa de piedra donde se realizaban sacrificios satánicos. La anciana era quien dirigía todos los rituales, y al llevársela detenida junto a su desfigurado ayudante, ambos confesaron las prácticas que desarrollaban en aquel lugar.

   Las personas prisioneras fueron liberadas y se pudo comprobar que eran en su mayoría reportes de desaparecidos de tiempo atrás. Junto con ellos, Selena, quienes dieron gracias a Sebastián por haber hecho posible su rescate. Ella no podía creer todo lo que había vivido en esos días, y menos aún que gracias a su amor pudiera salir viva de aquella pesadilla. Quizás no había sido la reina de aquellos carnavales, pero desde ese momento se había convertido en la reina de su corazón, y también de su vida.

AUTORA: Ana C. Rivero Foucault (Venezuela)

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ENGLISH

   Sebastian experienced that morning a feeling of anxiety mixed with joy that did not allow him to manipulate the objects, he would see her again, this time he would be even closer than the last opportunity that life gave him to have her a few meters away from him, when the candidates for the Venice carnival posed for press photos on a small bridge of the canal.

   It was there where his gaze remained anchored on that splendorous figure, and his journey became endless, his perplexed eyes could only venture over that goddess-like body to end on her angelic face that never left his thoughts again.

   He had to meet her, he could no longer imagine his days without having an encounter with Selena, he was satisfied with her friendship but he longed to conquer her and give her all that love he had kept in his heart for the arrival of a special woman, and she was that woman, he was completely sure it was her, his nerves, the accelerated beating of his heart, and the copious sweat on his forehead were just a few of the signs that warned him of the presence of love every time he saw her from afar in the events of the carnival season.

   The election of the queen of the carnivals was held a few days before the parades in the city, and that year it was contemplated that the night of the coronation, the candidates would take a ride in gondolas through one of the steps of the canal to reach the place of the event which was a large square of the city, then after the contest, each girl would do the same route until arriving at a lavish venue where they would celebrate the event.

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   Sebastián was in the crowd, he had arrived very early. The moment of the coronation had arrived and when he was in the final stage, the winner of the contest was another girl from the city, Selena had come in second place, he could not believe it, if that girl was perfect. When the coronation was over, he walked along the little bridge to watch the gondola parade that would take them to the event. His eyes were following the boat that carried his beloved goddess. They had to pass under the bridge where he was located, he only lost sight of her as they passed that stretch of stone construction.

   As they continued the parade on the other end of the bridge, Sebastian did not see Selena in her gondola, he did not understand what was happening, the boat was going alone with no fixed direction. The others kept moving forward but did not notice the absence of the girl. He did not understand, where was she? He ran desperately across the bridge shouting:

   — There's a girl missing! A gondola is empty!

   The people were more focused on his shouts than on watching the parade to ascertain what he was exclaiming with such desperation.Until he bumped into a guard on his run and told him with stumbling expressions what he had just seen.

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   — The girl, Selena, the second runner-up, disappeared from her gondola, the boat was alone, neither she nor the gondolier were there. Something must be done!Please go and look for her, she could have fallen into the canal.

   The guards alerted the canal watchmen and began to search for the girl, but there was no trace of her anywhere. Sebastian was desperate, how could she have disappeared in front of his eyes and he could do nothing to prevent it?

   Several days had already passed and no sign of Selena.He couldn't just sit idly by, he had to look for her and find her no matter what.He rented a boat and underwater equipment and went to the lower part of the bridge. He went deep into the channel and found nothing. When he emerged, he sat in the boat for a while, observing everything around him, every space, and in his visual journey, his eyes came across a kind of block or tile that protruded a little on the side of the bridge. He pulled the boat closer and walked along the edge of the base of the bridge until he reached the tile that was perceived as overlapping.

   His hands ran along the edges of that block, it appeared to have been placed after, not during construction. Strange that no one noticed it. But from the outside he couldn't remove it, it was like he could remove it but from the inside. He looked at the concrete walkway from that side of the bridge and could tell it led to a small cul-de-sac in the city as the other end led to the rest of it. There were only about four two-story dwellings in the alley and at the other end only water. That is, you could get out of them over the bridge or through the canal.

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   He had been observing the exits and entrances of the four houses for several days; one of them belonged to an old woman who was alone, another was uninhabited, as he investigated, and he only saw a woman going in and out a couple of times as if she was cleaning, and the other two were inhabited by families with children and even pets. Could it be possible that the badly placed block under the bridge could lead to one of those four houses? He couldn't do anything without help, he had to seek support.

   When he told the chief of the guard his suspicion, those present laughed and even made fun of his incoherence, but the chief of the guard did not think Sebastian's version was so far-fetched and they did not lose anything by investigating. The girl's family needed answers and they had to give them some. They immediately deployed a search warrant to each house. They could not believe what they found in the old woman's house.

   There was a subway passage that led to the lower part of the bridge, and Selena was not the only one who was there, locked in a cage as well as the gondolier and other people. A grotesque and thick-looking man guarded the kidnapped, and next to them, a kind of stone table where satanic sacrifices were performed. The old woman was in charge of all the rituals, and when she and her disfigured assistant were taken into custody, they both confessed to the practices they carried out in that place.

   The prisoners were released and it was found that most of them were reports of people who had disappeared some time before.Along with them, Selena, who thanked Sebastian for having made their rescue possible.She could not believe everything she had lived through in those days, let alone that thanks to his love she could get out of that nightmare alive. Maybe she had not been the queen of those carnivals, but from that moment on she had become the queen of her heart, and also of her life.

AUTHOR: Ana C. Rivero Foucault (Venezuela)

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Bote en Venecia - Pixabay // Boat in Venice - Pixabay
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Mujer carnaval de Venecia - Pixabay // Venice carnival woman - Pixabay

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