📚 Saludos a todos. Hoy me uno a la nueva convocatoria de @es-literatos y ésta es mi participación. En esta oportunidad se trata de una crónica en honor a los padres.

   📚 En este concurso se solicita desarrollar una crónica sobre la figura paterna siguiendo las características que cumple una crónica literaria, como es el uso de metáforas y otros recursos expresivos que son comunes en este tipo de textos, pero basados en un contexto real.

   📚 Me complace invitar a mis amigas @cirangela, y @belkyscabrera.

   📚 Para participar, deben entrar al siguiente enlace y seguir las reglas del concurso. "Crónica de un legado: Mi padre”.

AUSENTE PERO PRESENTE

   La cita estaba pautada para las 3 de la tarde, y mientras el auto se desplazaba por las pintorescas avenidas de Caracas, en mi mente soñadora se iban tejiendo muchas ideas. Pero lo cierto, es que ya faltaba muy poco para confrontarlas con la realidad. En todos esos años anteriores, nadie me relató con claridad cómo eras, de qué madera estabas hecho, tuve que descubrirlo sola, guiándome por cada una de tus acciones, tus gestos, tus ocurrencias, e incluso, tus emociones. Cada sorpresa llegó a ser más emotiva que la anterior, y algo que puedo asegurar es que desde el inicio de nuestra interacción dentro de mi uso de razón totalmente definido, tenías la maravillosa facultad de hacerme reír aun cuando no pudiera estar de buen humor... y descubrí que en eso nos parecíamos tanto.

   Apenas contaba con 4 escasos años, en los que la inocencia era la protagonista de mis días, y a tu lado ya conocía tres sentimientos que permanecían discretamente encontrados. El amor que te tenía, la tristeza en cada partida, y la alegría por tus regresos. Pero un día, sin saber cómo y por qué, la ausencia se sumó a la historia. Simplemente, no hubo más regresos. Sólo escuchaba frases vagas en la casa: “Papá está estudiando, no puede venir”, “Cuando terminen los exámenes, él vendrá”, “En las vacaciones”, “En las próximas, esta vez no se pudo”. Y así fue transcurriendo el tiempo entre excusas o frases perdidas, y sólo recibía regalos, algunas tarjetas, pero llegaban en unas manos desconocidas, no en las tuyas. Una breve llamada telefónica cuando se podía, y muchas promesas pero sin tantas explicaciones. Siempre estabas presente, a pesar de estar ausente. Nadie dejó que se formara en mí ninguna imagen mal adornada con rasgos oscuros o negativos.

   El momento de la cita llegó, ansiosa me acicalé como que si la cita fuera con mi primer enamorado, bueno, quizás no se trataba de un enamorado, pero sí de mi primer amor, de eso no cabía ninguna duda. Un sitio muy hermoso, una casa familiar, gente desconocida que me abrazaba y me decía: “Qué bella y grande estás”, “Te recuerdo pequeñita la última vez que estuviste con los abuelos”, en fin, creo que ignoré aquellas expresiones que de alguna manera no estaban conectando con las ideas que venía construyendo en el camino, y mi mirada se dirigió hacia aquella esbozada sonrisa matizada con ternura y con un torrente de lágrimas luchando por no dejarse ver. También se encontraba lidiando con unos nervios difíciles de controlar. Sin duda, era él, el mismo de las fotografías, sólo pintaba algunas canas y un cabello quizás un poco escaso. Delgado y de estatura normal, dio unos pasos adelante y me abrazó muy fuerte, como si quisiera recuperar en aquella expresión corporal cargada de sentimientos, todos los segundos de ausencia de aquellos 8 años. Sentí que el tiempo no había pasado, y que aquel arrebato sentimental lo había seguido recibiendo cada día.

   La cita terminó, ambos regresamos a nuestras vidas con el corazón hinchado de felicidad. Prometimos no volvernos a separar, y así fue. Mi primer amor estaba de vuelta para convertirse en mi mejor amigo, mi soporte, y mi alegría. Esta vez no volverías a estar ausente y presente al mismo tiempo, estarías siempre presente, en cada logro, en cada tristeza, cada proyecto de vida, para ser padre, amigo, abuelo, y mi gran amor, el más importante. Tu corazón altruista y lleno de bondad marcó en mí el más bello ejemplo a seguir. Pero a veces afirmamos cosas que por la magnitud de la emoción y los sentimientos, olvidamos que no tenemos el control absoluto.

   Una vez más la vida me regresó tu ausencia, pero esta vez para siempre, aun así, seguiré sintiendo que estás cerca de mí. Cada día te envío todo mi amor hasta el cielo, y sí, nuevamente estás ausente pero presente, en mi corazón, en mi mente, en mi alma, en mis buenas acciones que quieren ser como las tuyas, con la seguridad de que algún día volveremos a encontrarnos para que sean nuestras almas quienes se fundan en un abrazo infinito. Te amo papá.

Autora: Ana C. Rivero Foucault (Venezuela)

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