CON ESTA SONRISA SE CONCRETA UNA META
Hola a todos. Esta semana, por fin pude dar por concluida mi meta de restaurar la pieza dental faltante en mi boca, y por supuesto, también recuperar mi sonrisa, algo que para mí no sólo era esencial físicamente, sino saludable a nivel mental y emocional, ya que más allá del problema de salud bucal, estaba la situación interna que generaba esa ausencia, y cuánto estaba debilitando mi ánimo y mi autoestima.
Minimizar mi sonrisa en las fotos y en el día a día para mí era incómodo ya que sonreír es un acto espontáneo e involuntario, y en mi caso es casi una acción natural y constante. Estar siempre alegre y tener sentido del humor es una situación que está completamente conectada a la risa, y no se trata únicamente de sonreír al saludar, al ver o escuchar algo agradable, o experimentar emociones positivas, sino que a la hora de reírme, yo lo hago a carcajadas, y es una experiencia que me inyecta muchísima energía, por lo que este problema salud/estética ya me estaba estresando.
No fue un proceso rápido ya que no contaba con el presupuesto para abordarlo y el trabajo era costoso, y aparte de eso se necesitaban otros pasos importantes antes de llegar a la construcción de la pieza. Comenzando por una revisión visual, y luego una radiografía para conocer el estado de la situación. Si nos colocamos en las manos de un profesional, sabemos que este protocolo es obligatorio antes de dar un paso más concreto.
Llegué a pasar por odontólogos que en mi ciudad están considerados unos genios, con mucha trayectoria en cuestión de estudios, inmensos consultorios, pero cero ética. Parte de las consecuencias actuales es producto de no mandar a sacar una radiografía, y después de 50 años se descubrió que mi diente no se partió, sino que nunca salió. Jajajaja, un poco confuso, ¿Verdad? Bueno, tuve durante media vida un diente de leche ya que el permanente jamás hizo su proceso de salir y expulsar al de leche, porque nació acostado… me parece estar hablando de un bebé y su posición antes de nacer.
En fin, el diente permanente sigue en mi encía como un bello durmiente y el de leche con un proceso ya cumplido, un día se aflojó y se salió. Por eso ahora tuvimos que colocar un implante en su lugar. Pero esto puede ser temporal, ya que un implante fijo se lograría si extraen a través de una operación, el diente acostado, y después de un proceso cicatrizante de la herida, se coloca un implante permanente. Claro, es un poco costoso, pero sería una solución para toda la vida.
Por ahora, con mi implante temporal removible, no sólo puedo sonreír nuevamente, me siento cómoda para comer, sé que no se va a partir ni a dañar otras piezas, y me puedo tomar mi tiempo para otro paso futuro. Estoy súper agradecida con todos los que me ayudaron a lograrlo, mis hijos, mi pareja, mi odontóloga, y Hive. Fue un proceso que duró 6 meses un poco lentos, pero nunca me detuve, y ahora siento que gran parte de mi salud emocional está restaurada en un 100%.
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