_{If you prefer the English version, click on the following link 👉 HERE}

Muerte Súbita

En “Le Fjord Bleu”, un rincón costero de Halifax, aquí en Nueva Escocia, Canadá, el plato estrella era el cangrejo real. Los comensales escuchaban el tintineo de las tenazas contra la porcelana, pero un sonido más inquietante se filtraba a veces desde la cocina. Era el preludio de un ritual que muchos empezaban a cuestionar. El instante en que el animal, “not quite dead”, encontraba su destino en el agua hirviendo.

^{Mis animales}

Jean, el dueño, notó un murmullo creciente. No eran quejas a gritos, sino comentarios en voz baja y reseñas en línea que mencionaban la “práctica poco compasiva”. Familias que, al explicar el proceso a sus hijos, veían cómo el apetito se desvanecía de sus rostros. Una noche, Jean decidió que el murmullo de su propia conciencia era más fuerte que la tradición. Al día siguiente, un pequeño cartel anunciaba el cambio; el cangrejo había sido retirado del menú por respeto.

Hubo un silencio inicial, una especie de desconcierto. Pero luego, algo curioso sucedió. La historia se difundió. Llegaron nuevos clientes, atraídos no por lo que el restaurante ofrecía, sino por lo que había decidido dejar de ofrecer. “Le Fjord Bleu” se llenó de personas que valoraban esa ética. La popularidad del lugar se disparó, demostrando que a veces, el mayor éxito comercial nace de un acto de compasión, de entender que incluso lo “casi vivo” merece un final más digno. Mi historia es real, un hecho que sucedió en 2015; bueno, algo maquillada, pero verdadera.

---

---

Ven y participa, aún estás a tiempo. Toda la información la podrás encontrar cada día en la Comunidad #Freewritehouse. Específicamente, el día de hoy, aquí la publicación del prompt:

«no del todo muerto»

^{Portada de la iniciativa.}

---

---

---

---

Dedicado a todos aquellos que, día a día, con su arte, hacen del mundo un lugar mejor.

---

---

---

---

---

Sudden Death

At Le Fjord Bleu, a coastal spot in Halifax, Nova Scotia, Canada, the signature dish was king crab. Diners heard the clinking of tongs against porcelain, but a more disturbing sound sometimes filtered from the kitchen. It was the prelude to a ritual that many were beginning to question: the moment when the animal, “not quite dead,” met its fate in boiling water.

^{Aquarium Costa de Almeria}

Jean, the owner, noticed a growing murmur. Not shouted complaints, but whispered comments and online reviews mentioning the “unhumane practice.” Families who, explaining the process to their children, saw their appetites drain from their faces. One night, Jean decided the murmur of his own conscience was stronger than tradition. The next day, a small sign announced the change; crab had been removed from the menu out of respect.

There was an initial silence, a kind of bewilderment. But then, something curious happened. The story spread. New customers arrived, attracted not by what the restaurant offered, but by what it had decided to stop offering. Le Fjord Bleu was filled with people who valued that ethic. The place's popularity soared, proving that sometimes, the greatest commercial success is born from an act of compassion, from understanding that even what's "almost alive" deserves a more dignified end. My story is true, an event that happened in 2015; well, a bit embellished, but true.

---

---

Come and participate, there's still time. You can find all the information daily in the #Freewritehouse Community. Specifically, today's prompt post:

«not quite dead»

^{Cover of the initiative.}

---

---

---

---

Dedicated to all those writers who contribute, day by day, to making our planet a better world.

---

---