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El agua del inodoro

Desde joven (décadas 1960-70), he sido testigo de cómo creencias fuertemente arraigadas pueden transformarse con el tiempo. Recuerdo claramente aquellos días en los Scouts de Venezuela, cuando se nos aseguraba que el agua del inodoro giraba en sentido contrario según el hemisferio donde te encontrabas. Era una de esas “verdades” indiscutibles que aceptábamos sin cuestionar. Hoy reconozco, con humor y algo de asombro, que aquello era solo un mito; la dirección en que gira el agua depende del diseño del inodoro y no de la ubicación en el planeta. Me impresiona pensar cuántas ideas similares marcaron a generaciones enteras antes de ser cuestionadas por la ciencia y la observación cuidadosa.

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Vivimos, sin duda, en una era donde la información está a nuestro alcance y el escepticismo ha dejado de ser visto como una falta de respeto para convertirse en una herramienta esencial para el crecimiento personal. Como decía Carl Sagan, “La ciencia no es solo una disciplina del razonamiento; es, ante todo, una disciplina de la investigación organizada de la ignorancia.” Nos hemos permitido indagar en terrenos que antes parecían incuestionables, desmitificando creencias e impulsando el bienestar común.

Sin embargo, soy consciente de que los mitos no desaparecen, solo se transforman. Quizá hoy algunos aceptemos conceptos que en el futuro serán refutados; es parte de la naturaleza humana. La diferencia es que ahora, más que nunca, tenemos los recursos para desafiar lo que creemos saber —y la humildad para aceptar que la verdad puede estar, una vez más, en movimiento.

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Ven y participa, aún estás a tiempo. Toda la información la podrás encontrar cada día en la Comunidad #Freewritehouse. Específicamente, el día de hoy, aquí la publicación del prompt:

«no es un mito»

^{Portada de la iniciativa.}

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Dedicado a todos aquellos que, día a día, con su arte, hacen del mundo un lugar mejor.

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Toilet water

Since I was young (1960s and 1970s), I have witnessed how deeply held beliefs can transform over time. I clearly remember those days in the Scouts in Venezuela, when we were assured that the toilet water flowed in the opposite direction depending on the hemisphere you were in. It was one of those indisputable “truths” that we accepted without question. Today, I recognize, with humor and some amazement, that this was just a myth; the direction the water flows depends on the design of the toilet, not the location on the planet. I am impressed to think how many similar ideas influenced entire generations before being challenged by science and careful observation.

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We undoubtedly live in an age where information is at our fingertips, and skepticism has ceased to be seen as disrespectful and has become an essential tool for personal growth. As Carl Sagan said, “Science is not merely a discipline of reasoning; it is, above all, a discipline of the organized investigation of ignorance.” We have allowed ourselves to explore areas that once seemed unquestionable, demystifying beliefs and promoting the common good.

However, I am aware that myths don't disappear, they only transform. Perhaps today some of us accept concepts that will be refuted in the future; it is part of human nature. The difference is that now, more than ever, we have the resources to challenge what we think we know—and the humility to accept that the truth may, once again, be in flux.

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Come and participate, there's still time. You can find all the information daily in the #Freewritehouse Community. Specifically, today's prompt post:

«not a myth»

^{Cover of the initiative.}

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Dedicated to all those writers who contribute, day by day, to making our planet a better world.

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