Allá a lo lejos, ¡mira!, ya se ve caer la lluvia.


Miro esta foto y el horizonte se me antoja un escenario. La naturaleza no es solo un fondo; está viva, moviéndose a su aire, como en una danza que te recuerda lo pegados que estamos a la tierra.

Allá a lo lejos, mira, ya se ve caer la lluvia. Esas nubes cargadas parece que por fin sueltan lastre, como si no solo refrescaran la tierra seca, sino que también se llevaran el peso de tanto día de sol y calor. Y el sol, que todavía aguanta, crea un contraste fugaz, justo en ese momento en que lo seco empieza a recibir la vida del agua.

Y justo ahí, en ese instante que capturó @lanzjoseg con su cámara, es donde todo esto se siente… tangible, real.

Pero la cosa no se queda solo en lo que veo, ¿entiendes? Es como si se conectara el antes y el ahora. Justo mi hermano me escribe desde Caracas, me dice que allá se adelantaron las lluvias, que ya refrescó. Y claro, eso me dispara los recuerdos…

Me acuerdo de cuando era niño, cómo mi mamá esperaba con ansias la primera lluvia de mayo. Salir a recoger esa agua no era solo por necesidad, ¡qué va! Tenía su cosa. “Para que no nos den los males de estómago de la temporada”, explicaba ella. Pero para mí, ese ritual tenía una pizca de magia, esa idea de que el agua era como un regalo del cielo, una bendición para el cuerpo y el alma, parte de un ciclo… no sé, casi sagrado.

Ahora, viendo esta foto y con lo que me cuenta mi hermano, me pregunto…, ¿de verdad curaba esa agua de mayo? ¿O la fuerza estaba más bien en el gesto, en la fe de mi mamá, en el cariño de cuidarnos así? La duda me queda, pero al final, ¿qué más da? Lo que importa es el recuerdo que me conecta con ella, con mi vieja, y con esa agua que, llueva o truene, siempre vuelve.

La lluvia, el viento, la tierra… todo parece susurrar lo mismo, somos parte de algo inmenso y, al mismo tiempo, tremendamente simple. Cada gota que empapa el suelo seco es un recordatorio de que la vida, con sus vueltas, siempre encuentra la manera de renacer. La tierra revive, y uno siente que, quizás, algo dentro nuestro también lo hace.




Bienvenido todos a esta, mi participación de la semana en el TopFiveFamily, si es de tu agrado participar, aún estás a tiempo, este es el enlace Observa⇾Piensa⇉Escribe. Recuerda cumplir las reglas…



Portada de la iniciativa.



CRÉDITOS:



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Dedicado a todos aquellos escribas que contribuyen, día a día, a hacer de nuestro planeta, un mundo mejor.



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Gran publicación, querido amigo. Es un ritual bastante poderoso que aún reina en muchas familias de nuestra amada patria: la primera agua de mayo. Me hiciste recordar a mi mamá, que en paz descanse; ella siempre decía que recibir esas primeras gotas era una bendición para el alma y el corazón.
Te envío un fuerte abrazo y mis saludos desde la distancia, siempre con el mismo cariño y los mejores deseos para ti y los tuyos.

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Mi hermano en Caracas continua la costumbre de beber agua del primer chaparrón de mayo, en cambio yo, ya no lo hago, quizá por la cultura aquí que es muy, pero muy diferente a la de Venezuela. Bendiciones igualmente.

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