Los Yankees se van a beber

Las series de comodines pasaron en un abrir y cerrar de ojos. De todo esto me quedó una lección bastante agradable. Hay que buscar dominar otro idioma además del materno. Si es inglés, pues mucho mejor.
¿Cómo es eso, Alejandro?
Pues resulta que de todas las series la que más me interesaba era la de Yankees — Medias Rojas. Cómo somos pobres y los datos móviles están limitados en mi país, no había manera de poder ver el partido, al menos por streaming. La solución que se me ocurrió fue escuchar por radio en internet alguna emisora en español que transmitiera los partidos.
Pero ni eso pude hacer. Para seguir el béisbol de la Gran Carpa en Cuba es toda una odisea. La única solución que me quedó fue escuchar a través de ESPN Radio, que por demás es en inglés. Menos mal que este servidor entiende un poco el idioma y apenas me perdí algunos detalles en la traducción.

Me sentí muy bien, la verdad. Se podía sentir todo el bullicio de las personas en Yankee Stadium y eso es algo que emociona mucho, pues de alguna forma te acerca un poco al sueño que tenemos los aficionados de visitar algún día un estadio famoso de la MLB.
Lo malo llegó cuando, con ventaja de 2 carreras ya para los Yankees, Nathaniel Lowe cometió un error en fildeo sobre batazo de Austin Wells, permitiendo dos carreras lapidarias para los Patirojos. Y es que Cam Schlitter estaba tirando fuego desde la lomita de los Mulitos del Bronx (les llamo así: Mulitos). Con las rectas que cortaban a cada rato, la barrera de las 100 millas, además de una curva y sinkers también rapidísimas, los bateadores de Boston parecían figurantes ante un experto con cuchillos que realiza un acto de riesgo en el circo. Todo eso en 8 ENTRADAS de actuación.
Ahora, sí necesito decir algo. Pienso que las series de comodines con este formato actual le dan mucha ventaja al Home Club. Está bien que se mantenga en una serie de juegos, y sé incluso que los Home Club se ganaron el derecho por tener más victorias que el resto de equipos que fungieron como visitador. Pero creo que al menos uno de los partidos se puede jugar en casa de los que menos partidos ganaron.
Sería un poco más justo, pues la tarea de los visitadores es mucho más dura. En primer lugar, por tener el público en contra siempre, y en segundo lugar, por tener la posibilidad de quedar al campo en cada uno de los tres partidos. No digo que sea imposible, de otra forma los Tigres de Detroit no estuvieran ya en los play-offs, pero la tendencia fue que la mayoría de Home Clubs se llevaron el gato al agua.
Las series que comienzan están bien atractivas. ¿Será que podremos seguir escuchando la pelota por radio?
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