🇪🇸|🇬🇧 El Árbol de las Hojas de Cristal | Cuento • The Tree of Crystal Leaves | Story

Desde que era un retoño supo que algo en él no encajaba.

Al crecer todos a su alrededor sacaban hojas verdes y fuertes, las suyas eran raras, diferentes… como de vidrio. Finas, frías y transparentes. Si mirabas a través de ellas, podías ver el cielo.

Al principio pensó que tal vez, con el tiempo, se pondrían como las de sus compañeros, pero no fue así.

Los otros árboles lo miraban raro.

¿Por qué tus hojas son así?, le preguntó un roble viejo una vez con tono de desconfianza.

No sé, solo crecieron así, respondió con voz triste y apagadita.

Los demás no dijeron nada, pero tampoco necesitaban hacerlo. Cuando soplaba el viento, las hojas de los otros árboles hacían un sonido bonito, como un susurro. Las suyas, en cambio, tintineaban como si fueran campanas de cristal.

Cada vez que llovía fuerte algunas se rompían. Cuando nevaba el frío las volvía frágiles.

No tardó en notar que no daba sombra, no tenía frutos y ni siquiera los pájaros querían hacer nidos en él porque sus ramitas eran resbalosas.

Así que un día comenzó a odiar sus hojitas.

Intentó esconderse entre las piedras, pero como sus hojitas dejaban pasar la luz fue imposible pasar desapercibido. Intentó crecer un poco para ver si cambiaban pero no funcionó, así que solo se rindió y se quedó triste y apartado de los demás.

Pero un día pasó algo, algo que lo cambiaria todo.

En la mañana, cuando apenitas estaba amaneciendo, los primeros rayos del sol tocaron sus hojitas y de pronto todito el bosque se llenó de colores.

Sus hojitas no solo dejaban pasar la luz, sino que la convertían en miles de colores, rojo, azul, violeta, dorado… todo el arcoíris se reflejaba en el suelo, en los troncos de los otros árboles, en los ríos, ¡TODO BRILLABA!, todo se veía hermoso.

Todo el bosque se quedo en silencio observando la belleza de ese momento.

Hasta los pájaros que nunca se habían parado en sus ramitas ahora volaban alrededor admirando el espectáculo, y los otros árboles que siempre lo habían ignorado ahora lo miraban asombrados.

Al ver como todo era mas bonito gracias a sus hojitas de cristal, sintió al fin que era parte del bosque, por primera vez, el árbol entendió que su rareza era un don.

Y desde aquel día, cada mañana, cada vez que el sol salía, todo el bosque esperaba su luz, porque por unos minutos todo se volvía más hermoso de lo que nadie había visto jamás.

Y él, que siempre quiso ser como los demás, entendió que su mayor regalo era ser exactamente como era.